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Cuenta atrás para Uralita: necesita 150 millones en dos semanas
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LE VENCE UNA EMISIÓN DE BONOS Y UN PRÉSTAMO SINDICADO EN NOVIEMBRE

Cuenta atrás para Uralita: necesita 150 millones en dos semanas

El tiempo se acaba para Uralita, que lleva cerca de un año intentando encontrar una solución a sus problemas de deuda. La compañía propiedad de la

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Cuenta atrás para Uralita: necesita 150 millones en dos semanas

El tiempo se acaba para Uralita, que lleva cerca de un año intentando encontrar una solución a sus problemas de deuda. La compañía propiedad de la familia Serratosa, una de las más importantes de Valencia, se enfrenta a un vencimiento de bonos de 147 millones que expiran en apenas dos semanas y que están en manos de inversores americanos.

 

Esta situación llevó a Uralita a cerrar 2010 con un fondo de maniobra negativo. O lo que es lo mismo, no tienen capital, reservas o beneficios suficientes para afrontar la deuda cuando venza. La propia empresa auxiliar de la construcción reconoció este verano en un documento enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que solo tiene “asegurado el pago de los compromisos financieros y de operaciones hasta el mes de noviembre de 2011”.

No obstante, fuentes oficiales de Uralita confían en que no se produzca ningún impago porque “se está trabajando en una solución global que confiamos llegue antes de final de año”.  La solución global incluye el alargamiento de una deuda de 475 millones de Nefinsa, el holding de los Serratosa, de la que cuelga el fabricante de tejas y otras empresas como Air Nostrum. No obstante, fuentes financieras dudan de que los bonistas estadounidenses acepten la propuesta de Lazard, el banco asesor de la familia valenciana.

La colocación privada de bonos (private placement) tuvo lugar en noviembre 2004 entre inversores institucionales de Estados Unidos y se instrumentó en dos tramos. El primero a 7 años por valor de 129 millones de dólares, con vencimiento en noviembre de 2011, y un segundo a 10 años por valor de 23 millones de dólares y fecha de amortización en noviembre de 2014.

La colocación se realizó en dólares y a tipos de interés fijos del mercado americano (5,11% para el primer tramo y 5,53% para el segundo), con un tipo de cambio de 1,231 dólares por euro. Los bonos se emitieron a través de la filial consolidada Uralita BV, radicada en Holanda. Hasta la fecha, la compañía ha hecho frente a todos los pagos comprometidos e incluso ha conseguido reducir su deuda en 28 millones en el primer semestre, gracias en parte a la venta del 4,15% de Vueling.

 

Uralita intentó este verano realizar una emisión de bonos de alto rendimiento o high yield por unos 200 millones de euros para sustituir a la anterior, pero las malas condiciones del mercado echaron abajo la operación. No obstante, mantiene su esperanza en obtener recursos financieros suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones a partir de noviembre.

 

Otro problema adicional

La emisión de bonos no es el único dolor de cabeza de los Serratosa. Uralita tiene pendiente de pagar un préstamo sindicado de 120 millones que vence en mayo de 2012. Hasta el momento ha abonado dos cuotas semestrales por 36 millones de euros, pero el próximo 12 de noviembre tiene que hacer frente a 42 millones, cantidad similar que deberá amortizar en la fecha de expiración.

El préstamo tiene como garantía personal varias sociedades del grupo. En concreto, Tejas Cobert, S.A. y Yesos Ibéricos, S.A, así como derechos reales de prenda sobre las acciones de Ursa France SAS y Ursa Benelux BVBA. En el primer semestre de 2011 se formalizó un acuerdo en base al cual los titulares de los bonos de la colocación privada mencionada anteriormente compartirán las garantías del préstamo sindicado.

Deloitte, auditor de Uralita, ya advirtió como nota aclaratoria a la auditoria de 2010 que “la posibilidad de que la Sociedad pueda cumplir con sus compromisos durante el ejercicio 2011 depende del éxito de las acciones que se hagan efectivas durante los próximos meses”.

Los problemas de Nefinsa tienen su origen en la OPA que lanzó en 2007 para alcanzar el 75% de Uralita. Pagó unos 500 millones, 7 euros por cada una de las acciones que hoy cotizan a apenas 2,5. Por tanto, acumula unas minusvalías que superan los 300 millones de euros. La filial de construcción, que en 2007 obtuvo un beneficio histórico de 85,4 millones, apenas ganó 600.000 euros en 2010 y este año acumula pérdidas hasta junio.

El tiempo se acaba para Uralita, que lleva cerca de un año intentando encontrar una solución a sus problemas de deuda. La compañía propiedad de la familia Serratosa, una de las más importantes de Valencia, se enfrenta a un vencimiento de bonos de 147 millones que expiran en apenas dos semanas y que están en manos de inversores americanos.