Ibersuizas pierde la gestión de los fondos en favor de Sánchez-Asiaín

Primera incógnita resuelta. Los inversores de los fondos gestionados por Ibersuizas han tomado parte en la guerra que enfrentaba a los accionistas y directivos de la histórica firma del capital riesgo español. Y lo han hecho, por una mayoría de más de dos tercios. El pasado viernes 10 de diciembre, los limited partners de los dos vehículos de inversión se pronunciaron en favor del equipo comandado por Iñigo Sánchez-Asiaín, al que han confiado seguir al frente de la administración de su dinero.

 

Desde que el conflicto entre los accionistas de Ibersuizas, con la familia García Baquero y Banco Pastor a la cabeza, y el equipo directivo, con Iñigo Sanchez-Asiaín como referente, saltara por los aires, una de las incógnitas por resolver en el pulso estaba en el tejado de los inversores, que debían confiar en uno de los bandos para seguir adelante. Durante estas semanas, hasta la fecha fijada para la votación, las dos facciones han tratado de hacer valer sus argumentos ante los decisivos LP.

Como ya informó este diario, los inversores de Ibersuizas, con Goldman Sachs como el más destacado, han tenido la última palabra para resolver una parte del conflicto. Para ello, convocaron las respectivas juntas generales de los dos fondos administrados por la gestora, Ibersuizas Capital Fund I (141 millones de euros, cerrado en diciembre de 2005) e Ibersuizas Capital Fund II (331 millones de euros, cerrado en julio de 2006), para someter a votación la decisión del futuro de la gestión.

Normalmente, los inversores establecen, entre otras, una cláusula conocida como ´key man´ por la que vinculan sus compromisos de capital y la política de gestión del fondo a la permanencia de una serie de gestores, sin los cuales son los inversores quienes pueden dar fin a la continuidad del fondo. En este caso, el equipo saliente participó en la captación de los fondos, junto a Luis Chicharro, ya que Jorge Delclaux, el directivo que permanece fiel a García Baquero y Banco Pastor, se incorporó en junio de 2006.

La decisión de Goldman y demás inversores institucionales no ha cogido por sorpresa a Sánchez-Asiaín ni al resto de directivos -Ramón Cerdeiras, Juan Luis Ramírez y Fernando Chinchurreta- que le acompañó en su salida de Ibersuizas. Mientras los fondistas decidían su voto, el equipo enfrentado con la familia García Baquero y Banco Pastor montó a finales de noviembre los cimientos de su nueva aventura, Portobello Capital, una firma de prestación de servicios de administración y asesoramiento de sociedades.

La batalla de los tribunales

De manera paralela a estos movimientos, ambos bandos han comenzado un guerra judicial para determinar quién tiene la razón en esta particular guerra. Hace dos semanas, el consejo de administración de Inversiones Ibersuizas aprobó el inicio de acciones legales contra los cuatro directivos, dejando además la puerta abierta a una posible acción social de responsabilidad que, a la luz de la creación de Portobello Capital y de la pérdida de la gestión de los fondos, tomará cuerpo en breve.

Por su parte, los cuatro ex directivos de Ibersuizas presentaron el pasado 3 de noviembre una demanda civil contra la firma, que ha sido aceptada, por incumplimiento del contrato con el que se levantaron los vehículos de inversión. En opinión del equipo de Sánchez-Asiaín, su salida del consejo de la gestora provocó pérdida "del control de los fondos gestionados, ya que dicho cese hacía imposible una gestión independiente, tal y como marca la documentación constitutiva y relevante de los fondos".