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El Banco de España desenmascarará los verdaderos vencimientos de bancos y cajas
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BUSCA PONER FIN AL BAILE DE CIFRAS

El Banco de España desenmascarará los verdaderos vencimientos de bancos y cajas

Las nuevas exigencias de transparencia del Banco de España no sólo se referirán al riesgo inmobiliario de bancos y cajas, sino a su situación de liquidez:

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El Banco de España desenmascarará los verdaderos vencimientos de bancos y cajas

Las nuevas exigencias de transparencia del Banco de España no sólo se referirán al riesgo inmobiliario de bancos y cajas, sino a su situación de liquidez: las entidades tendrán que contar sus necesidades reales de financiación y su estrategia para hacerlas frente. Esta exigencia pretende poner fin al baile de cifras sobre los vencimientos de deuda de cada entidad y del sistema en su conjunto, un baile que no hace sino aumentar las sospechas y la desconfianza en los mercados internacionales.

La falta de transparencia del sistema financiero español es uno de sus grandes lastres. Y noticias como que las pérdidas de CajaSur eran cuatro veces superiores a las publicadas, o que Cajasol tiene que integrarse con Banca Cívica y recibir FROB después de aprobar los test de estrés no hacen sino incrementar las dudas.

Pero no se trata sólo de los casos de cajas con problemas. Casi todas las entidades grandes y medianas aseguran que están incrementando su crédito mientras que las cifras agregadas del sistema muestran una caída; igualmente, nadie reconoce haber financiado segunda vivienda ni haber concedido hipotecas por encima del 80% del valor de tasación, cuando hay millones de préstamos en estas condiciones.

Con los vencimientos de deuda -la principal necesidad de liquidez de las entidades ahora que no se concede nuevo crédito- pasa lo mismo: hay un baile tremendo de cifras entre las que ofrecen las entidades, las que aparecen en fuentes como Reuters y Bloomberg, y las que estiman los análisis de la banca de inversión. Por quedarnos con el más grande, Santander, las estimaciones de sus vencimientos de deuda en 2011 van desde 10.000 millones hasta 50.000, pasando por los 15.000 oficiales de la entidad.

Para acabar con estas discrepancias y dar seguridad a los inversores internacionales, el gobernador Fernández Ordóñez quiere que, dentro de la información trimestral que van a tener que hacer pública todas las entidades, se incluya también su situación de liquidez y de vencimientos.

En una carta enviada al sector por José María Roldán, director general de Regulación del Banco de España, solicita a las entidades "que efectúen una valoración de sus necesidades de financiación en mercados y de las estrategias de corto, medio y largo plazo puestas en marcha".

Posibles sorpresas

El riesgo, claro está, es encontrarse con sorpresas. Es decir, que alguna entidad reconozca que tiene vencimientos muy superiores a los que pensaba el mercado. "La exposición inmobiliaria de cada uno es conocida -al menos en líneas generales- porque aparecía en los test de estrés, pero no la de liquidez. Y la liquidez ha sido el gran problema de la crisis desde 2008 y lo va a seguir siendo", señalan en una entidad mediana.

En efecto, si las compras de deuda por parte del BCE o el nuevo paquete de medidas anunciado por Zapatero no consiguen tranquilizar los mercados y éstos siguen cerrados para las empresas y entidades españolas, puede haber algunas que tengan verdaderos problemas para refinanciar sus vencimientos. Y eso es algo que ahora sabrá todo el mundo, siempre y cuando la información que ofrezcan las entidades sea veraz.

Por otro lado, algunas voces en el sector cuestionan estas nuevas exigencias porque se supone que el Banco de España ya dispone de esa información si las inspección es tan eficaz como todo el mundo afirma. Entonces, no haría falta que las entidades rellenen un cuestionario, sino que el propio supervisor podía hacer públicos los datos con los que cuenta.

Las nuevas exigencias de transparencia del Banco de España no sólo se referirán al riesgo inmobiliario de bancos y cajas, sino a su situación de liquidez: las entidades tendrán que contar sus necesidades reales de financiación y su estrategia para hacerlas frente. Esta exigencia pretende poner fin al baile de cifras sobre los vencimientos de deuda de cada entidad y del sistema en su conjunto, un baile que no hace sino aumentar las sospechas y la desconfianza en los mercados internacionales.

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