La huelga fracasa en la banca: sólo el 3,86% de los empleados la secunda, según la AEB

Un seguimiento prácticamente nulo. Sólo el 3,86% de los 110.500 empleados de los bancos españoles han secundado la convocatoria de huelga general de este 29 de septiembre, según datos facilitados por la Asociación Española de Banca (AEB) a Cotizalia. 

La muestra recopilada por AEB, con una representatividad del 70% de la plantilla del sector, indica que apenas 3 de cada 100 empleados han abandonado hoy sus puestos de trabajo para ir a la huelga convocada por los sindicatos mayoritarios UGT y CC.OO.

Con más de 15.000 centros de trabajo en toda España, los bancos nacionales y la red de sucursales de las entidades extranjeras suman uno de los colectivos de trabajo más importantes. Según estiman desde varios bancos, y frente a otras huelgas generales cuyo seguimiento rondó el 10%, este 2,8% revela que los empleados han dado la espalda a la huelga.

Las cajas de ahorro, sin embargo, no han facilitado datos sobre el seguimiento entre sus asociados. Desde la patronal CECA y desde media docena de cajas se señala que será la Asociación de Cajas de Ahorro y Relaciones Laborales (ACARL) quien difunda las cifras de sus asociadas a lo largo de la jornada de hoy. Fuentes de esta entidad, sin embargo, negaron que vayan a tener disponibles estas cifras.

Construcción, a la cabeza de la huelga

Según informa EP, la federación del Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT) y de las federaciones de Industria (FI-CC.OO.), Construcción, Maderas y Afines de CC.OO. (FECOMA-CC.OO.) han asegurado que el 90% de los trabajadores de los sectores de la construcción (más de un millón de trabajadores) y el 94% de los trabajadores del metal (730.886 trabajadores) han secundado la huelga general. 

En un comunicado conjunto, ambos sindicatos han señalado que a este número de empleados hay que sumar 232.342 trabajadores de las industrias afines y proveedoras de la construcción que se han sumado al paro.Las tres federaciones consideran que, de esta manera, los trabajadores han mostrado su "rechazo absoluto" a una reforma laboral "lesiva" para los intereses de los trabajadores, que facilita y abarata el despido, precariza las condiciones de trabajo y no genera empleo.