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Montoro se alinea con el Gobierno y respalda ahora una subida de la luz
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SE PREVÉN NUEVAS ALZAS EN OCTUBRE

Montoro se alinea con el Gobierno y respalda ahora una subida de la luz

El Gobierno subirá la luz de la luz en octubre. Y tendrá el aval del PP. Los números mandan: el déficit de tarifa está disparado este año y

Foto: Montoro se alinea con el Gobierno y respalda ahora una subida de la luz
Montoro se alinea con el Gobierno y respalda ahora una subida de la luz

El Gobierno subirá la luz de la luz en octubre. Y tendrá el aval del PP. Los números mandan: el déficit de tarifa está disparado este año y las eléctricas tienen pendientes de titulizar más de 14.600 millones. La diferencia entre los costes reales y los ingresos regulados del sistema podría superar los 18.000 millones a final de año, una evolución insostenible que precisa de subidas de precios. Pese a este panorama, Cristóbal Montoro, responsable económico del PP, sorprendió en julio: negociaría un pacto energético si no se subía la luz ese mes. No era un buen momento. Paradójicamente, el anuncio de ayer se produce a días vista de una huelga general.

 

Corría el mes de abril. Miguel Sebastián provocaba un imparable incendio en el sector eléctrico al plantear la retroactividad en las primas a las energías renovables y abrir el debate sobre los costes extra que soporta el recibo de la luz. Poco esperaba el ministro que tres meses después, cuando mayor era la presión internacional por el riesgo de inseguridad jurídica en las inversiones en España, el bombero más a mano fuera Montoro. Juntos acordaron negociar un pacto energético de gran alcance, destripando todos los costes de la tarifa. El popular se colgó la medalla de forzar el aplazamiento de la subida de la luz para el 1 de julio.

 

Tampoco le iba mal a Sebastián. Superaba con el pacto el colapso en su negociación con la industria renovable –esencialmente la fotovoltaica, donde estaba el principal foco de ahorro en primas-. Pero Montoro, en el mismo momento en que planteaba sus condiciones, se condenaba a rectificar. Ayer quedó en evidencia. El secretario de Estado de Energía, Pedro Marín, aseguró que Gobierno y oposición tienen un “claro acuerdo” para que los precios de la energía se trasladen a los precios finales de la Tarifa de Último Recurso (TUR), que aglutina a la mayoría de hogares. En román paladino, la luz subirá en octubre. Y lo hará con el visto bueno de la oposición. Incómodo, el PP intentó desmarcarse de la entente, sin desmentirla abiertamente.

 

El secretario de Economía y Empleo de los populares, Álvaro Nadal, negó el acuerdo pero consideró “lógico” que la electricidad se encarezca cuando la materia prima utilizada para producir sube, como ha ocurrido con el petróleo o el gas, según informaba a media tarde la agencia Efe. El 50% de la TUR refleja el precio de la energía, que se fija en las subastas de las comercializadoras. Precisamente hoy se celebra la que definirá esa parte del precio de la luz en octubre y todos los expertos estiman que evolucionará al alza. El otro 50% depende de las tarifas de acceso, que recogen los costes regulados y dependen del Gobierno. Lo que viene a apuntar ahora Nadal es que, simplemente, el mercado debe funcionar.

 

Un planteamiento que, sin embargo, el PP no tuvo muy en cuenta en julio. Entonces la energía también se encareció, pero se compensó con la rebaja de la tarifa de acceso. Es más, la subasta de energía arrojó en un junio un incremento medio de precios del 11,6% respecto a la anterior convocatoria. Industria ya había anunciado una subida del 10% en los peajes para hogares y pequeños comercios y de un 5% para la mediana industria. Un cóctel que, según la patronal eléctrica (Unesa), debería haber llevado a una subida de la luz del 7,5%. El pacto PP-PSOE congeló la subida por interés político, sin que nadie se preocupara demasiado por lo que marcara la subasta. Se echaron cuentas y listo. Al menos en el muy corto plazo.

 

Tres semanas para ‘cargarse’ el pacto

 

Y es que pese a la entente con el PP, Sebastián pareció darse cuenta en apenas días de que, con el déficit de tarifa disparado, la situación no aguantaba hasta el 1 de enero. Era la siguiente fecha señalada en rojo por el Ejecutivo para acometer un alza de la luz. Tres semanas tardaba el ministro de Industria en olvidarse de su partenaire y dotarse de los mecanismos legales necesarios para incrementar el precio de la electricidad a discreción. Industria elaboraba un real decreto a finales de julio por el que el Gobierno podía actualizar la tarifa “anualmente, o cuando las circunstancias especial lo aconsejen”, y no cada semestre como sucedía hasta entonces. Tras sacar réditos a la foto con Montoro, Sebastián hacía un guiño a las eléctricas y se ponía serio.

 

Y más serio se habrá puesto tras conocer los datos del déficit de tarifa en los siete primeros meses del año. No en vano el agujero entre los ingresos y costes del sistema se elevó en los siete primeros meses del año a 2.585 millones de euros, según los datos hechos públicos por la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Una cifra casi un 20% superior a la previsión del regulador, que, no obstante, mantiene su previsión de déficit tarifario para el conjunto del año en 3.190 millones de euros. Un montante que se sitúa por encima de los 3.000 de saldo negativo que el Ejecutivo se obligó a cumplir por ley y que debe sumarse el déficit acumulado que las eléctricas tienen pendiente titulizar y que supera los 14.600 millones. El calendario marcado por el Gobierno estipula que en 2013 deben equilibrarse ingresos y gastos en el sector eléctrico.

 

El propio Nadal reconocía implícitamente la situación y la hondura del problema. “Todo el mundo que tenga dos ideas de economía sabe que cuando la materia prima de algo sube, tiene que subir; pero también que cuando baja tiene que bajar, y eso no nos lo está planteando el Gobierno”, apuntaba, en clara referencia a la necesidad de replantear los costes fijos que se han ido incorporando a la tarifa eléctrica. Entre esos costes de acceso, se encuentran las primas al régimen especial, las anualidades de déficit anteriores o las compensaciones a la generación extrapeninsular, entre otras cargas.

 

¿Por qué este cambio de criterio en el PP? “Puede que piensen que pueden gobernar y prefieran subir algo ahora para no encontrarse con todo el problema después –explican fuentes del sector-. Lo peor es que nadie para saber qué política energética quiere y cómo articularla”. Como apuntó este diario, Industria ya estudia otras opciones, además del sablazo pendiente a la fotovoltaica. El ministro se reunía el 13 de septiembre con representantes de Endesa para sondear la posible fijación de una tasa para las centrales nucleares e hidráulicas, supuestamente amortizadas, en línea con el impuesto sobre el combustible nuclear avanzado por Alemania. Claro que dentro de un proceso de ampliación de la vida útil de las centrales que el Gobierno, de momento, no contempla.

El Gobierno subirá la luz de la luz en octubre. Y tendrá el aval del PP. Los números mandan: el déficit de tarifa está disparado este año y las eléctricas tienen pendientes de titulizar más de 14.600 millones. La diferencia entre los costes reales y los ingresos regulados del sistema podría superar los 18.000 millones a final de año, una evolución insostenible que precisa de subidas de precios. Pese a este panorama, Cristóbal Montoro, responsable económico del PP, sorprendió en julio: negociaría un pacto energético si no se subía la luz ese mes. No era un buen momento. Paradójicamente, el anuncio de ayer se produce a días vista de una huelga general.

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