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¿Han mordido los inversores mundiales más de lo que pueden masticar?
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INDIGESTIÓN DE LAS DIVISAS DE ALTA RENTABILIDAD

¿Han mordido los inversores mundiales más de lo que pueden masticar?

Su apetito por los mercados de mayor riesgo aumentó a principios de semana, fomentado no sólo por los datos macroeconómicos mejores de lo esperado, sino también

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¿Han mordido los inversores mundiales más de lo que pueden masticar?

Su apetito por los mercados de mayor riesgo aumentó a principios de semana, fomentado no sólo por los datos macroeconómicos mejores de lo esperado, sino también por una interpretación positiva de los comentarios realizados el fin de semana pasado en el simposio Jackson Hole, organizado por la Fed de Kansas City. La idea de fondo es que los inversores quieren creer en la recuperación económica mundial y están volviendo a comprar monedas de alta rentabilidad.

Sin embargo, hay cada vez más pruebas de que su confianza en la recuperación es errónea. Además de que es probable que los datos macroeconómicos sean insostenibles, las advertencias oficiales están siendo ignoradas.

La moderación de los precios de la vivienda en Estados Unidos, la amenaza de más quiebras de bancos en la superpotencia, el lento crecimiento del crédito en la eurozona y los menores beneficios empresariales se han citado para demostrar que el crecimiento en el tercer trimestre no alcanza el nivel registrado en el segundo y que el tono favorable al riesgo está amenazado. Los riesgos son bajistas.

Tomemos como ejemplo el fuerte avance de las ventas de viviendas en Estados Unidos hace dos viernes, que ayudó a incrementar la esperanza de que el consumidor estadounidense pronto vuelva a estar activo. Pocos analistas esperan que este aumento sea precursor de una recuperación en serio del mercado de la vivienda. Por el contrario, advierten de que las elevadísimas ejecuciones hipotecarias seguirán lastrando al mercado. "Nadie debería asumir que la estabilización se verá necesariamente seguida de un fuerte repunte", advirtió el equipo de estrategia de The Royal Bank of Scotland.

Las suspensiones de pagos de bancos y el riesgo económico que conllevan también siguen siendo un tema importante en Estados Unidos, tras la quiebra de otras cuatro entidades en el país el pasado fin de semana. El aumento de las provisiones para pérdidas crediticias en el marco del creciente desempleo incrementará los riesgos.

Por su parte, en la zona euro el flojo crecimiento del crédito sigue siendo un problema. La falta de crédito no sólo amenaza a los balances de las empresas, sino que también garantiza que las instituciones financieras de la región siguen en peligro. Estos temores se expresaron en Jackson Hole. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, advirtió de que la recuperación sería muy prolongada y su homólogo en el Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, se mostró aún más cauto, advirtiendo de que el camino hacia la recuperación económica estará lleno de baches.

Pese a todo, los inversores no han prestado atención. En lugar de utilizar estos comentarios para rebajar sus expectativas de recuperación, los han considerado una prueba de que los tipos de interés seguirán en niveles bajos más tiempo, lo que les sirve como excusa para realizar compras en los mercados de renta variable.

Por eso, si la recuperación económica no alcanza lo previsto, podrían empezar a sufrir una indigestión a medida que su apetito por el riesgo vuelve a caer. Ya se veían los primeros indicios de ello a primera hora del martes, con el descenso de los precios de la renta variable pasando factura a las divisas. El Shanghai Composite Index perdió un 5% y el Nikkei bajó un 0,8%, con lo que el yen subía en general porque los inversores abandonaban las monedas de mayor rentabilidad.

 

Su apetito por los mercados de mayor riesgo aumentó a principios de semana, fomentado no sólo por los datos macroeconómicos mejores de lo esperado, sino también por una interpretación positiva de los comentarios realizados el fin de semana pasado en el simposio Jackson Hole, organizado por la Fed de Kansas City. La idea de fondo es que los inversores quieren creer en la recuperación económica mundial y están volviendo a comprar monedas de alta rentabilidad.