De Toni a Juanki: cuando el talento se educa en la cultura del esfuerzo y sale Carlitos Alcaraz

"La gente finge que no le gustan las uvas cuando las vides están demasiado altas para alcanzarlas". Sirva esta frase de la noble escritora y humanista francesa Margarita de Angulema, conocida también como Margarita de Navarra, para intentar explicar lo que pudo hacer y no hizo Carlos Alcaraz (El Palmar, Región de Murcia, 2003) cuando perdió 6-1 el primer set de la final de Wimbledon ante Novak Djokovic (Belgrado, Serbia, 1987). En lugar de venirse abajo, lo más lógico a su edad y ante un rival de la categoría y experiencia del serbio, el tenista español fue capaz de reponerse y acabó imponiéndose en cinco sets con una exhibición de talento y fortaleza, tanto física como mental.

"No veo ningún jugador en el panorama actual que pueda frenar el ascenso de Carlos", aseguró Toni Nadal (Manacor, Mallorca, 1961) sobre Alcaraz, campeón en Londres con 20 años, aunque con uno menos ya ganó el Abierto de Estados Unidos y se convirtió en el número uno del mundo más joven en la historia del tenis. El tío y entrenador de Rafa Nadal (Manacor, Mallorca, 1986) durante 28 años no solo es una voz autorizada, sino también el mejor ejemplo de lo importante que es para un gran deportista tener a su lado a alguien de quien puede aprender a ser, en este caso, mejor tenista, pero también mejor persona, para lo cual qué mejor que cultivar la tan denostada cultura del esfuerzo.

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Kike Marín

"Hoy vivimos en un mundo donde la mejora y el esfuerzo no están del todo bien vistos", opina Toni Nadal, para quien, "cuando uno se esfuerza y mejora, se distingue de los demás, y querer distinguirse no se ve con buenos ojos". Poco antes de que Carlos Alcaraz asomara la cabeza en el circuito profesional, el tío y ya entonces exentrenador de Nadal sostenía que "los jóvenes del tenis son buenos, pero en general tienen menos compromiso. Yo he visto jugar a varios jóvenes y luchar poco, y he visto perder a Rafael, a Djokovic, a Federer, pero nunca sin dar lo máximo. Por eso, cuando nosotros llegamos al circuito, los mejores tenían entre 21 y 23 años. Ahora, los mejores tienen 29, 30, 32 o 37 años". Lo dicho, hasta la irrupción de Alcaraz...

"Cuando nosotros llegamos al circuito, los mejores tenían entre 21 y 23 años; ahora, 29, 30, 32 o 37", dijo Toni Nadal... hasta que llegó Alcaraz

En este sentido, la persona clave en el meteórico despegue de Carlitos ha sido su entrenador, Juan Carlos Ferrero (Ontinyent, Valencia, 1980), quien le acompaña desde septiembre de 2018, es decir, cuando aún tenía 15 años. El que fuera ganador de Roland Garros, número uno del mundo y héroe en la primera de las seis Copas Davis conquistadas por España, además de finalista del US Open, precisamente el primer Grand Slam que ganó su pupilo, había entrenado anteriormente en su academia a Alexander Zverev, quien tenía un carácter difícil y estaba muy condicionado por la figura de su padre, pues también ejerce de técnico.

"El éxito de tener una relación duradera es la amistad y la persona, mucho antes que lo profesional", ha comentado en más de una ocasión Juanki, quien sabe bien esto de su etapa de jugador, en la que contó con la ayuda de Antonio Martínez Cascales, su mentor a lo largo de toda su carrera y ahora también integrante del equipo técnico de Alcaraz. Lo mismo que sucede con la familia. El padre de Alcaraz, de nombre también Carlos, le acompaña a todos los torneos, mientras que en Londres también estuvieron su madre, Verónica Garfia, y sus tres hermanos, Álvaro, de 24 años, quien a veces ejerce de sparring, Sergio y Jaime, el pequeño, con tan solo 12.

La preparación física y mental

"Carlos llegará donde quiera", avisó su preparador físico, Alberto Lledó. "Si se marca un objetivo y sigue trabajando con el mismo compromiso que hasta ahora, podrá conseguirlo", añadió. "No se me puede acusar de tener la poción mágica, porque la poción mágica es el trabajo y el esfuerzo", respondió Rafa Nadal tras las enésimas insinuaciones en Francia que, aunque fuera en clave de humor, le relacionaron con el dopaje. Nadal, al igual que sucede con Alcaraz, no solo destaca por su fortaleza física, sino también la mental. "Desde hace años, trabajo miles de horas cada puto día", llegó a declarar Rafa. En este sentido, el murciano valora la figura de Isabel Balaguer, la psicóloga que está con él desde 2019, a la que considera clave para gestionar el impacto emocional al que se enfrenta con tan solo 20 años.

"Hoy me gustaría recordaros que las metas más grandes de la vida no se logran de un día para otro. Se consiguen luchando y aprendiendo cuando te caes. Estoy convencido de que todos seréis grandes profesionales y buenas personas, que es lo más importante", explicó Rafa Nadal a los alumnos de su academia, algunos a buen seguro que de la edad de Alcaraz y, en cualquier caso, todos de su misma generación.

Como dijo Toni Nadal en una entrevista en Cinco Días, "un entrenador debe saber cuándo es preciso ser exigente y cuándo debe contenerse. Cuando Rafael ha pasado por momentos complicados o ha dudado de sí mismo, siempre busqué darle motivación, ánimos e intentar fortalecerlo. Pero cuando las cosas van bien, siempre le pedí algo más. Vivimos en un mundo en el que la gente solo quiere divertirse, incluso cuando está entrenando, pero la vida no es solo diversión". "Me esmeré más en educar el carácter de Rafael que sus habilidades. Los buenos golpes te hacen ganar puntos, pero es el carácter el que te hace ganar partidos y torneos"., sentenció el entrenador manacorí.

"Los buenos golpes te hacen ganar puntos, pero es el carácter el que te hace ganar partidos y torneos", sostiene el tío y exentrenador de Nadal

Ya lo dijo Larry Bird, leyenda de la NBA: "Es curioso, cuanto más entrenamos, más suerte tenemos". Pues eso, que Carlitos siga entrenándose como lo viene haciendo a las órdenes de Juanki Ferrero y la suerte será la de los aficionados españoles de poder seguir viéndole ganar finales como la de este domingo ante Djokovic, quien no pudo decirlo más claro: "Nunca he jugado contra un tenista así en mi carrera. Roger [Federer] y Rafa tienen sus propias fortalezas y debilidades. Carlos es muy completo". Un talento educado en la cultura del esfuerzo y que ha tenido como resultado a Alcaraz, aunque suene a tópico, el mejor heredero de Rafa Nadal.