La redención de Nadal y Alcaraz en un tramo de dudas: a por el número 1 en el US Open

Último tren del año. La temporada tenística de 2022 va llegando a su fin y el último 'grande' del año está a la vuelta de la esquina. En él, dos de los mejores deportistas del panorama actual, se disputarán algo más que un Grand Slam. Y sí, los dos son españoles. Rafa Nadal y Carlos Alcaraz llegan a Nueva York con bagajes muy diferentes, pero con el mismo propósito: ganar. El reto es mayúsculo y la recompensa puede ser doble: alzarse con el US Open y terminar en lo más alto del ranking ATP.

Nadal está inmerso en uno de los años más atípicos de su carrera. Con 36 años y lastrado por las múltiples lesiones, solo ha perdido cinco partidos en lo que va de 2022, se ha embolsado el Abierto de Australia, Roland Garros y no pudo alcanzar la fina de Wimbledon por una lesión en el abdomen que lo ha tenido alejado de las pistas durante las últimas semanas. Aun así, si triunfa en Estados Unidos, registraría el mejor año de su carrera deportiva, en cuanto a rendimiento en Grand Slams.

Pero la edad es un grado, para lo bueno y para lo malo, y en el caso del mallorquín está siendo más bien un handicap. Los dolores han ido incrementando en su pie izquierdo, con el que ha llegado a jugar teniendo el nervio totalmente dormido para no sufrir. Sumado a lo que ocurrió en Gran Bretaña y la derrota reciente en la primera ronda de Cincinnati, no es fácil ser optimista con Rafa. Él afirma estar bien del pie y ya entrena para el abierto neoyorquino. Es Rafa Nadal, en peores plazas ha toreado.

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Las posibilidades de Nadal para volver al número 1

Nadal ha estado 209 semanas como mejor tenista en el ranking ATP a lo largo de su extensa trayectoria, o lo que es lo mismo, cuatro años y una semana. La última vez que el manacorí gozó de ese puesto fue el 20 de enero de 2020, posición que le arrebató Djokovic tras ganarle en Australia. Curiosamente, en febrero, Rafa comentó ante los medios que ya no visualizaba la posibilidad de recoger el trono que ostentaba el serbio: "Creo que esa época pasó para mí, desgraciadamente, de alguna manera mis problemas físicos me privaron de poder terminar algún año más en mi carrera como el número uno", comentó en una rueda de prensa durante el ATP 500 de Acapulco, en el que terminó imponiéndose a todos sus rivales.

Sus cábalas en el US Open son bastante sencillas. Si Rafa Nadal gana el último Grand Slam del año en Nueva York, volverá a ser el número 1 del mundo, cerrando el año con tres 'grandes' y siendo el vigésimo tercero de su carrera deportiva. Su principal rival será el que, actualmente, está en lo más alto de la tabla: Daniil Medvedev. El tenista ruso, que defenderá el título, se mantendrá como líder del ranking ATP si llega a la final y Nadal cae antes de semifinales. Si el azar decide juntarlos en la final, la pista del Arthur Ashe Stadium acogerá un espectáculo apasionante, en el que, además de un US Open, estará en juego el número 1 del mundo.

Alcaraz, ante un nuevo reto para cerrar 2022

Alcaraz ha tenido más luces que sombras. A principios de año, tumbó a Korda en el torneo de jóvenes promesas, disputado en Milán, para confirmarse como una realidad deportiva. El murciano ya estaba para codearse con los grandes y no tardó en demostrarlo. Solo un mes después, arrasó en Río de Janeiro para alcanzar su primer ATP 500. Dos meses después, venció en Miami, superando la gesta anterior y levantando su primer Masters. Con la carrerilla que le habían dado los éxitos recientes, recogió lo que había estado sembrando en casa, ganando su primer Conde de Godó y el Mutua Madrid Open. Había nacido una estrella, más aún, cuando en la tierra batida de la capital española, no dio tregua a un Nadal que pensaba en París.

Desde entonces, el suflé que se había generado en torno a su figura bajó ligeramente. El murciano llegó a cuartos en París, octavos en Wimbledon y sucumbió en dos finales de forma consecutiva (Hamburgo y Umag). Los resultados son impresionantes, si se comparan con los obtenidos hace exactamente un año y se tiene en cuenta la edad del tenista. Solo tiene 19 años y ya ha demostrado que tiene algo diferencial, ese intangible que diferencia a los elegidos. Cincinnati debía ser la cita que le columpiase hasta el US Open.

Además, el pupilo de Juan Carlos Ferrero se ha mostrado fuerte incluso en las derrotas, pues es el único jugador del circuito ATP que ha ganado algún set en los encuentros que ha perdido este año, en el que ha vencido en 44 de 53 partidos.

Ahora, la gloria puede tener doble premio para Alcaraz si da la campanada y gana en la última gran cita del año: primer Grand Slam y primera vez como número uno. Para ello, todo pasa por ganar sin excepciones en Nueva York, aunque tendría que ser en detrimento de Nadal, quien no podría alcanzar la final, puesto que, en ese caso, sería igualmente el de Manacor quien terminaría en lo más alto del ranking. Su entrenador, Ferrero, no dudó en compartir su ambición como aspirante al cargo hace tan solo unos meses. "Su objetivo es ser número uno. Tenía claro que iba a ser muy bueno: tiene una gran capacidad para adaptarse a situaciones que se le ponen más complicadas y solucionarlas con carácter", comentó en la 'SER'.

El próximo US Open se presenta como una cita casi insólita y en la que los españoles tendrán grandes opciones. Federer sigue sin reaparecer, Djokovic todavía no sabe si podrá participar y Zverev sigue recuperándose de la lesión que sufrió en París, lo que deja a Nadal como segundo cabeza de serie. Pero los Medvedev, Tsitsipas, Ruud, Norrie y compañía sí estarán para tratar de impedir que un tenista español recupere la máxima puntuación ATP. Han pasado casi tres años desde la última vez y, tras un dominio sin igual de Djokovic, la cita norteamericana es la oportunidad más asequible que han tenido Nadal, y sobre todo Alcaraz, para tocar el primer puesto desde hace mucho tiempo.