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Rafa Nadal, en busca de otro milagro en Roland Garros si su maldito pie (y Alcaraz) lo permite
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ALCARAZ, EL GRAN ASPIRANTE

Rafa Nadal, en busca de otro milagro en Roland Garros si su maldito pie (y Alcaraz) lo permite

Nadal debutará este domingo en Roland Garros, un torneo al que llega mermado por los problemas crónicos que sufre en su pie izquierdo y que le pueden limitar en su juego

Foto: Nadal peleará por ganar de nuevo en París. (EFE/EPA/Fabio Frustaci)
Nadal peleará por ganar de nuevo en París. (EFE/EPA/Fabio Frustaci)

Rafa Nadal está ante su prueba más difícil: un Roland Garros al que llega mermado por la lesión de su pie. Hablar del tenista español y de la arcilla parisina es hacerlo de la simbiosis más exitosa de la historia del tenis, pues nunca antes nadie había sido capaz de ganar 13 Grand Slams en el mismo torneo. El dato es una barbaridad por sí solo, pero si encima lo ponemos en contexto, es aún más impresionante, pues Nadal solo ha perdido cuatro partidos en París a lo largo de sus casi dos décadas como profesional. Por ello, la edición de esta temporada es una de las más complicadas de su vida: si quiere ser campeón, necesitará también ganarse a sí mismo.

Si por algo es conocido Rafa Nadal, es por su resiliencia, su capacidad para luchar hasta el último aliento y pelear hasta la última bola, más allá de lo que haría cualquier otro deportista. Y, de hecho, esa situación le ha llevado a protagonizar partidos históricos que quedarán para siempre en la memoria de los aficionados. Sin ir más lejos, esta misma temporada hizo historia al dar la vuelta a la final del Open de Australia, un partido que tenía absolutamente perdido ante Daniil Medvédev y al que dio la vuelta de manera increíble. Pero, ahora, la situación ha cambiado: la lesión de su pie le está dando más problemas de los esperados.

Foto: Nadal, tras ganar un encuentro en Madrid. (EFE/Emilio Naranjo)

Hace escasas semanas, veíamos cómo Nadal era eliminado del Masters de Roma, dejando una imagen poco habitual en él. Con claros gestos de dolor, casi al borde de las lágrimas y mostrándose realmente compungido en pista, en español notó una grave molestia en su pie izquierdo que le impidió ser competitivo en un partido que tenía muy a su favor, pero que se le complicó de manera inesperada. Al acabar el partido, sorprendía a todo el mundo con sus declaraciones: "Es un dolor permanente, a veces más y a veces menos, pero lo de este jueves fue una locura. El dolor me quita la felicidad, llegará un momento en que mi cabeza diga basta".

Después de varios días y recuperar cierta normalidad, Nadal podrá competir en Roland Garros, pero queda por ver en qué condiciones. El propio jugador reconocía dónde estaba la clave: "No estoy lesionado, soy un jugador que convive con una lesión". O, dicho de otra manera, Nadal sabe que la enfermedad de Muller-Weiss es crónica y no tiene solución y, aunque hasta la fecha ha sabido llevarla lo mejor posible, lo cierto es que a sus casi 36 años empieza a limitarle en pista. Y Roland Garros es uno de los torneos más exigentes del mundo, por lo que una recaída es posible, algo contra lo que también debe de luchar Nadal.

El español comenzará el torneo ante Jordan Thompson y el sorteo ha querido que le toque una parte complicada del cuadro: en unos hipotéticos cuartos de final, se cruzaría con el serbio Novak Djokovic, defensor del título y número uno del mundo... Y, en caso de ganar, podría tener unas semifinales contra Carlos Alcaraz, la gran promesa española que llega a la arcilla parisina en busca de hacer historia. El tenista murciano llega a Roland Garros en plena forma, siendo el mejor tenista del momento y con muchas ganas de demostrar de lo que es capaz. Por ello —si todo va bien—, las semifinales podrían ofrecer uno de los partidos más bellos del torneo.

Nadal es un jugador que basa buena parte de su juego en el derroche físico, teniendo mucha importancia sus apoyos, sus frenadas y arrancadas. Y el principal problema de su lesión crónica es que, inesperadamente, aparece el dolor y no existe ningún tratamiento que logre calmarlo, tan solo el descanso amplio y continuado, precisamente lo que un jugador no tiene a lo largo de un torneo tan exigente como Roland Garros. Por esa razón, el miedo de Nadal es claro, algo que ya expresaba en Roma. Sabe que tiene que convivir con el dolor y que solo le queda rezar para que no le impida ser competitivo en pista.

Con 21 Grand Slams en su poder, Rafa Nadal ya es el tenista más grande de la historia. Y en Roland Garros, su 'major' favorito, se le presenta una ocasión pintiparada para seguir ampliando un registro de locura. Pero sabe que el camino no será sencillo, pues deberá de mostrar su mejor versión, jugar al más alto nivel y, por supuesto, evitar que su pie le dé problemas. El problema al que se enfrenta Nadal es que la principal situación que puede comprometerle en Roland Garros no puede controlarla y que el dolor puede aparecer cuando menos lo espere. Está ante una oportunidad única, y no la quiere desaprovechar... si su pie se lo permite.

Rafa Nadal está ante su prueba más difícil: un Roland Garros al que llega mermado por la lesión de su pie. Hablar del tenista español y de la arcilla parisina es hacerlo de la simbiosis más exitosa de la historia del tenis, pues nunca antes nadie había sido capaz de ganar 13 Grand Slams en el mismo torneo. El dato es una barbaridad por sí solo, pero si encima lo ponemos en contexto, es aún más impresionante, pues Nadal solo ha perdido cuatro partidos en París a lo largo de sus casi dos décadas como profesional. Por ello, la edición de esta temporada es una de las más complicadas de su vida: si quiere ser campeón, necesitará también ganarse a sí mismo.

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