El último disparate de Becker, un pasaporte diplomático para esquivar su bancarrota

En la historia del disparate de los grandes campeones, que es larga y jugosa, Boris Becker juega fuerte desde hace años. En su historial hay un reguero de hijos ilegítimos, divorcios y bancarrotas importante, pero esta semana ha conseguido dar una nueva vuelta de tuerca al estrambote. Becker pisa fuerte, quiere un trono preciado. Y esta historia tiene que ver, como es común en el alemán, con el dinero y un tribunal.

En este caso es Inglaterra la localización, uno de los centros vitales del alemán, que también tiene residencias en Suiza, España, Mónaco o Estados Unidos. Le reclaman que pague sus deudas. Hace tiempo que ese problema se enquistó, tanto que le están intentando embargar sus trofeos y venderlos para así poder pagar a sus acreedores. No parece el extenista muy contento y manda a sus abogados para que paren el proceso.

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Y ahí llega la enorme sorpresa, entre todos los posibles argumentos que se podían esgrimir, sus abogados lanzan uno que nadie que ese día hubiese ido a la corte se podría haber esperado: inmunidad diplomática. Entre tantas opciones, esa. Obviamente, la cosa necesitaba un poco más de contexto, así que los letrados de Becker especificaron. La República Centroafricana, uno de los países más pobres del mundo, le había dado estatus de embajador a Becker y con ello cerraba la posibilidad de que fuese juzgado sin más. Como mínimo habían conseguido que el proceso se dilatara.

"No puede ser sujeto de ningún proceso legal sin el expreso consentimiento de la República Centroafricana, todas las disputas legales solo podrán ser observadas por medio de los canales diplomáticos", explicaba Ben Emmerson, su abogado, en un comunicado. Técnicamente ha sido nombrado "agregado en la Unión Europea de deportes, cultura y cuestiones humanitarias". Un título muy rimbombante para un hombre que, hasta ese momento, no tenía vinculación ninguna con el país africano.

El ministro que no sabe

"Un grupo de anónimos y desconocidos baqueros y burócratas me han empujado a una completamente innecesaria declaración de bancarrota", explicaba el tenista en el mismo comunicado que concluía, como si fuese Terminator, diciendo que volverá. "Cuando termine, vendré a por la gente que ha forzado este proceso". Los motivos de las maltrechas cuentas de Becker van desde unas ruinosas inversiones, entre otras en pozos petrolíferos en Nigeria, y un largo historial de divorcios e hijos con sus correspondientes indemnizaciones.

Esos oscuros y anónimos banqueros pertenecen al bufete Arbuthnot Latham, que asegura que arrastran una deuda desde hace dos años sin visos de ser pagada. Pero la cosa, que ya tendría bastante comicidad en caso de terminar con esto, va más allá. Primero, hay que recordar que el ministro de Exteriores británico es Boris Johnson, exalcalde de Londres y uno de los más excéntricos personajes de la política del país. Se añade a ese nombre que es él quien tiene que tramitar todas estas peticiones diplomáticas, así que el temporizador de la bomba pierde unos cuantos segundos.

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Claro que para que todo este proceso tenga sentido los papeles tienen que estar en regla y esa parte.... Charles Arnel Doubane es el ministro de exteriores de la República Centroafricana y no sabe cómo ha terminado respondiendo preguntas sobre un hexacampeón de grand slam. "Boris Becker no es un diplomático del país y el presidente nunca me ha pedido que de los pasos apropiados en este caso", señala el ministro que, en un caso así, debería estar enterado.

Solo que tampoco parece que el ministerio lo tenga del todo claro. "El señor Becker está en una misión por nuestro país y nuestra embajada en los campos del deporte, la cultura y las labores humanitarias", asegura un portavoz de la embajada de Bruselas del país africano. "El promueve la pacífica coexistencia utilizando sus contactos internacionales, la embajada no ve motivo para comentar sobre la insolvencia del señor Becker porque eso no afecta sus sinceros esfuerzos por nuestro país", añade. El pasaporte, según cuentan en el país, se le ha extendido hasta el año 2023. Se desconocen acciones concretas del tenista en favor del pobrísimo país africano.

Y todo esto, por un puñado de copas. Según el Telegraph, los lotes a subasta incluyen 81 objetos que van desde la Copa Renshaw -valorada en 8.500 euros-, a la President's Challenge, pasando por relojes, raquetas o fotografías.