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Hewitt no se quiere ir: el 'extenista' que arrasa en el Open de Australia
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LLEYTON HEWITT, LA ESTRELLA DEL TORNEO

Hewitt no se quiere ir: el 'extenista' que arrasa en el Open de Australia

Aunque está oficialmente retirado, ha vuelto a jugar en el primer grande de la temporada en el cuadro de dobles. Cuando entra en pista es el tenista más ovacionado y ya ha pasado dos rondas

Foto: Lleyton Hewitt, en el Abierto de Australia. (EFE)
Lleyton Hewitt, en el Abierto de Australia. (EFE)

Más de 87.000 mil espectadores acudieron este sábado a la jornada de tenis en el Open de Australia, que está batiendo records de asistencia estos días. En él, la multitud tiene muchas atracciones, desde conciertos, comida, ‘merchandising’ hasta tenis, claro. Y de muy buena calidad: Federer y Gasquet, Djokovic y Albert Ramos, Sharapova y Kerber, Berdych y Del Potro… este era gran parte del exquisito menú a elegir. Pero alrededor de 3.000 mil personas decidieron probar un plato más clásico, una apuesta segura para deleitarse con pasión, entrega y furia, un Lleyton Hewitt y Samuel Groth frente a Jean-Julien Rojer y Horia Tecau.

De primeras y en frío suena aburrido. Una extraña elección. Hasta majadera viendo el resto de la carta. Pero ver a Lleyton Hewitt en Australia significa espectáculo, emoción, tensión y un público totalmente entregado a su ídolo local (junto a su esperanza Nick Kyrgios), que ha regresado a las pistas a los 36 años para jugar en su casa. Es la 'rockstar' de este torneo. Es ver el espíritu competitivo de Hewitt contagiado en las gradas; aplausos, cánticos, griterío y celebración por todo lo alto de cada punto importante. Albert Ramos y Pablo Andújar son sus últimas víctimas. Les vencieron por retirada de los españoles. Y no es el primer gran logro, pes en la ronda anterior ganaron a Rojer y Tecau, campeones de grande en dobles.

Foto: Nadal y Federer, en Melbourne. (EFE)

“Esto es de lo que trata el Open de Australia. Gracias a todo el mundo que vino y nos apoyó. Fue una noche para recordar”, afirmó Hewitt tras el partido, en las redes sociales, y quien no paró de alentar a los fanáticos agolpados en la pista que disfrutaron durante dos horas y doce minutos. “Esto es increíble, esto es lo que voy a echar de menos, seguro”, confesó Groth, su pareja en el torneo, que se retirará a los 30 años en Melbourne. Se desconoce si será también la retirada definitiva para Hewitt, que es la tercera vez que reaparece en un torneo desde su adiós oficial en este mismo evento en 2016 y ante David Ferrer. El dúo ‘aussi’ comenzó el Open de Australia como pareja invitada y, de momento, están alargando ese retiro tras superar dos rondas.

“Hay algo especial a la hora de jugar en el ‘Grand Slam’ de tu casa. Es extremadamente emocionante salir ahí fuera”, afirmó el actual capitán del equipo de Copa Davis australiano. Da igual la edad y el tiempo que lleve sin jugar de manera oficial y a este nivel. El australiano se prepara como lo ha hecho siempre. Su espíritu competitivo sigue ahí: “Hay un montón de tácticas y tienes que conocer a tu pareja muy bien. Sabes que hiciste todo el trabajo duro, toda la preparación difícil que conlleva el torneo… puedes salir ahí, ejecutar (tu trabajo) y disfrutar”.

Sam Groth, su pareja de baile, escribía en el periódico australiano The New Daily su experiencia tras el partido de primera ronda. “Idolatraba a Hewitt de pequeño. Su rendimiento me inspiró. Todavía recuerdo dónde estaba y qué estaba haciendo cuando remontó dos sets a Roger Federer en las semifinales de Copa Davis de 2003 (que terminaría ganando Australia en la final a España). Disfruto jugando con él porque es muy pasional, no necesita mucho para ponerse en marcha. Una de las ‘atracciones’ de jugar con Lleyton es que sé que cada vez que salga a la pista con él, una gran multitud estará ahí”.

Foto: Carlos Sainz, este sábado en la localidad argentina de Córdoba. (EFE)

“Es un motivador nato, como lo era en la pista”

El trabajo de Hewitt fuera de la pista es ser capitán del equipo de Copa Davis de Australia. También, está ayudando a Alex de Miñaur, nacido en Sydney pero afincado en España, una de las últimas promesas que ha aparecido por el circuito ATP. Su madre, Esther Roman, explicó hace unos días en 'El Español' lo que el australiano está suponiendo para su hijo: “Le ha dado un apoyo increíble y cuenta con él para la Copa Davis. Lleyton se ha volcado con Álex. Le ha tenido en su casa, le apoya, le responde al segundo si mi hijo le escribe para preguntarle algo… Al margen de todo eso, es un motivador nato, como lo era en la pista”.

Alex de Miñaur, también tiene muchas palabras de elogio: “Crecí viéndole jugar. Algo que siempre destacaría fue su espíritu competitivo, su voluntad para no rendirse, para luchar cada pelota hasta el final. Eso es lo que quiero aplicar a mi juego. Eso es lo que estoy intentando hacer cada día. Me enseñó a creer en mí mismo, en mi juego y me ayudó con los distintos tipos de escenarios, de tácticas. Solo estando ahí en mi esquina ha sido una increíble ayuda. No podría estar más agradecido”.

Nick Kyrgios, el mejor jugador australiano del ranking, ha entrenado con él y está encantado de que vaya ser parte del equipo de Copa Davis: "Creo que la cultura que Lleyton hizo fue enorme para él (Alex de Miñaur). Estamos detrás de él, está jugando libremente, ha estado entrenando duro y tiene hambre”. Desde luego, Lleyton Hewitt no ha dejado atrás su espíritu y lucha en el tenis, y por seguro, que intentará mostrarla más días en Melbourne.

Más de 87.000 mil espectadores acudieron este sábado a la jornada de tenis en el Open de Australia, que está batiendo records de asistencia estos días. En él, la multitud tiene muchas atracciones, desde conciertos, comida, ‘merchandising’ hasta tenis, claro. Y de muy buena calidad: Federer y Gasquet, Djokovic y Albert Ramos, Sharapova y Kerber, Berdych y Del Potro… este era gran parte del exquisito menú a elegir. Pero alrededor de 3.000 mil personas decidieron probar un plato más clásico, una apuesta segura para deleitarse con pasión, entrega y furia, un Lleyton Hewitt y Samuel Groth frente a Jean-Julien Rojer y Horia Tecau.