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Australia, en busca de la generación pérdida con el objetivo puesto en su Mundial del año 2027
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EL RENACER DE UN NUEVO EQUIPO

Australia, en busca de la generación pérdida con el objetivo puesto en su Mundial del año 2027

Los australianos, tras más de ocho años sin llegar a unas semifinales, siguen vagando por tierra de nadie, sin encontrar un estilo y echando de menos a sus grandes mitos

Foto: Australia, en busca de la generación perdida. (EFE/EPA/Dan Himbrechts)
Australia, en busca de la generación perdida. (EFE/EPA/Dan Himbrechts)

Si hablamos de los últimos años de Australia, todo se puede escenificar en la figura de su mejor jugador en este tiempo, que no es otro que Michael Hooper. Al eterno capitán wallaby, que brega ante cualquier rival, dando su físico en cada contacto y tirando de sus compañeros -aunque en muchas ocasiones el nivel de su equipo deja mucho que desear-, se le ha visto más veces cabizbajo que con gestos de alegría. Algo que ver tuvo que, el jugador australiano con más calidad de los últimos tiempos, fuera expulsado por sus pensamientos desafortunados, Israel Folau.

Cuatro finales de Copa del Mundo y dos títulos lustran el palmarés de los oceánicos, que pensarán, con acierto, que tiempos pasados siempre fueron mejores. Los Larkham, Gregan, Roff, Eales, Campese, Burke y compañía, que ganaron los títulos de 1991 y 1999, ambos en Europa -único dato que puede animar a la parroquia amarilla al disputarse en suelo europeo de nuevo-, siempre serán recordados como estrellas. Sobre todo la victoria en la final de 1999 contra la Francia del actual seleccionador Fabien Galthié o del padre del actual apertura Ntamack.

Foto: Irlanda, obligada a dar un paso adelante en el Mundial. (EFE/EPA/Fabio Frustaci)

Otro dato esperanzador es la presencia de su nuevo seleccionador, el ilustre pero criticado Eddie Jones. Finalista con Inglaterra en el pasado Mundial, coge una selección, como hemos ya dicho, sin estrellas, pero con un grupo joven con el que podrá trabajar en su rugby, mucha defensa al límite de la penalización y juego ordenado, como a él le gusta. Por ahora, no lo está consiguiendo en el Rugby Championship, donde ha perdido sus tres partidos ante Sudáfrica, Argentina en casa, y Nueva Zelanda. Mucho que mejorar.

Además, ha tenido la baja de uno de sus capitanes el pasado fin de semana, como es el primera línea derecho Allan Alaalatoa, ausencia sensible para un combinado que, sobre todo en delantera, no tiene demasiados efectivos de nivel.

En sus dos últimos precedentes, en semifinales de 2011 y la final de 2015, se las tuvieron que ver con los All Blacks, a la postre campeones esas dos ediciones. En las semifinales de 2011, el partido estuvo igualado (20-6), pero en la final de 2015, no hubo color (34-17). Luego, en la última edición de Japón, una decepcionante derrota en cuartos de final contra Inglaterra, por 24 puntos, ya anunciaba estos años de sufrimiento.

Tienen un gran inconveniente en casa, que es el atractivo que tiene para muchos jugadores la otra modalidad de rugby, como es el rugby XIII, que tiene grandes contratos y mucho seguimiento en el país, lo que hace que los mejores jugadores tengan que decidirse entre las dos modalidades y se pierda talento, físico y plantilla.

Es un grupo casi calcado al que tuvieron en Japón -con el único cambio de Portugal en vez de Uruguay-, donde se jugarán el primer puesto contra Gales, que tampoco anda en su mejor momento, en el que una rocosa Georgia les pondrá en apuros en el juego cerrado y con los fiyianos voladores, que, con su inclusión en el SuperRugby, puede que den la campanada. Después un cruce de cuartos, presumiblemente contra Argentina o Inglaterra, donde puede pasar de todo, ya en semifinales podría estar su tope. Pero ¿quién es nadie para infravalorar a un equipo de Eddie Jones?

Con la vista puesta en 2027, donde organizan el Mundial en su territorio, esperarán hacer un papel digno y preparar el camino para, en cuatro años, tratar de ganar su tercer título.

Los tres jugadores que no te debes de perder

  • Quade Cooper: Aunque no está en su mejor momento, jugando en Japón y ya casi de retirada, es de esos jugadores diferenciales por su calidad e imaginación en una Australia con pocos recursos.
  • Marika Koroibete: Ala potente y rápido, que Australia busca constantemente en los partidos, entrando en pases invertidos del 9 o 10. Tiene grandes cualidades, sobre todo en ataque, ya que es muy difícil de derribar. Es su oportunidad.
  • Rob Valetini: El descendiente de fiyianos, tiene la potencia y el know-how para ser el referente de la delantera australiana, siempre junto al incombustible Hooper.

Si hablamos de los últimos años de Australia, todo se puede escenificar en la figura de su mejor jugador en este tiempo, que no es otro que Michael Hooper. Al eterno capitán wallaby, que brega ante cualquier rival, dando su físico en cada contacto y tirando de sus compañeros -aunque en muchas ocasiones el nivel de su equipo deja mucho que desear-, se le ha visto más veces cabizbajo que con gestos de alegría. Algo que ver tuvo que, el jugador australiano con más calidad de los últimos tiempos, fuera expulsado por sus pensamientos desafortunados, Israel Folau.

El Confidencial
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