La tragedia de Craig Breen, el piloto que se reunió prematuramente con su querido Jaffa

Le preguntaban en una ocasión al actor Keanu Reeves cómo podría pasar uno a la posteridad o cómo le gustaría que le recordaran: "Que te echen de menos aquellos que te quieren", contestó. La extraordinaria respuesta de pesar de toda la comunidad automovilística internacional ha dejado patente el tremendo impacto que ha supuesto el fallecimiento del piloto irlandés Craig Breen. La sensación de pérdida ante su pasión abrasadora por el pilotaje y una genuina personalidad han abierto un enorme agujero negro en los rallies y más allá.

Tragedia, desde luego, por la prematura marcha de un singular talento que ha cerrado un dramático círculo. En 2012, su amigo y copiloto Gareth Jaffa Roberts fallecía en un accidente en Italia con Breen al volante. Llevaban juntos desde sus inicios en los rallies. El Peugeot golpeó contra los raíles por el lado derecho en el rally Targa Fiorio. Craig salió ileso del mismo, pero no Jaffa. El piloto irlandés siguió adelante con la memoria de su amigo en cada tramo desde entonces. El pasado jueves, Breen fallecía en Croacia cuando su Hyundai impactaba, esta vez por el lado del piloto. Su copiloto salió ileso del trance. Breen era hijo de un campeón de Irlanda de rallies. Roberts, de un galés. Ahora, ambos están de nuevo juntos.

Breen era un piloto de gran talento, exuberante y entregado, quizá demasiado en ocasiones. Su dura y complicada lucha por llegar a lo más alto, su apasionada, abierta y sincera personalidad, su pasión por conducir cualquier coche de rallies, antiguo o moderno… El tsunami de reacciones a su fallecimiento ha materializado el cariño que la figura de Breen despertaba. Con solo 33 años, fallecía, además, cuando entraba en un momento álgido de su complicada trayectoria, después de salir de la oscuridad del pasado 2022. "Estaba en su mejor momento", le homenajeaba el presidente de Hyundai Motorsport, Sean Kim, en su carta de despedida a Breen.

Un carrusel de alegrías y penas

"Ha sido un sitio horrible, un sitio horriblemente oscuro en el que estuve el pasado año", declaraba dentro del coche y justo al terminar un tramo del pasado Rally de Suecia. Lideraba en esos momentos la prueba. Con su entusiasta estilo, todo corazón, con los micrófonos siempre a la búsqueda de sus sentimientos y emociones ("llevo siempre el corazón en la mano", decía de sí mismo), reflexionaba sobre el giro de rumbo de su carrera deportiva. "No dejes que nadie te tire abajo, porque solo tú conoces tu verdadero potencial. La gente que está cerca de mí lo sabe y, finalmente, ha vuelto a salir a flote. Estoy enormemente feliz de volver a pelear de nuevo arriba, con este increíble equipo y este increíble coche". Sus palabras, todavía derrochando adrenalina dentro del coche, ha resonado desde su fallecimiento en las redes sociales como reivindicación a su figura y trayectoria. Porque la vida deportiva de Breen ha sido un gran carrusel de alegrías y penas. Cuando volvía aquella, Breen se ha marchado.

Breen y Roberts se forjaron en campeonatos británicos y europeos con la pasión de quien vivía únicamente para los rallies. Lograron varios títulos, siempre con su carrera al borde del abismo por la falta de recursos y con numerosos accidentes que, sin embargo, no detuvieron a la pareja. Hasta el rally italiano Targa Fiorio en 2012. En el octavo tramo, el Peugeot 207 se salió en una curva muy rápida y se estampó contra las protecciones por el lado del copiloto. Green llamaba a Jaffa, pero este no contestaba. Le miró y vio su cara y nariz ensangrentadas. "Lo peor es que los he visto salir de 10 accidentes más graves que este y no tuvieron el mínimo problema", lamentaría después del padre de Jaffa. Craig tuvo y pudo seguir en solitario. Sufrió muchos más accidentes desde entonces. Salió de todos. No de este último.

"Espero que no vuelva a suceder"

Breen quedó segundo y tercero en sucesivas ediciones del Campeonato de Europa de Rallies. Su exuberante agresividad al volante materializaba esa volcánica pasión por el pilotaje, propensa también al error de tanto llevarla al límite. La mala fortuna mecánica le jugaba numerosas malas pasadas en los tiempos de Peugeot. Sin embargo, su talento no pasaba desapercibido y Citroën le llamó para varias pruebas del Mundial de Rallies en 2016. Por fin había logrado su gran sueño. Era cuestión, en aquel momento, de afianzar su posición.

Llegó la oferta de Hyundai en 2019, también con un programa parcial. De nueve rallies, subió al podio en cinco. En 2022, llegó el ansiado sueño: M Sport (Ford) le fichaba para una temporada completa. Por primera vez, iba a competir en todas las pruebas del Mundial. A pesar de los sinsabores, Green siempre había acabado flotando como el corcho con su incombustible pasión y amor por los rallies.

En el primer rally de 2022, Montecarlo nada menos, Breen subía al podio junto con Sebastian Loeb y Sebastian Ogier. "Ha sido un buen fin de semana, es un poco surrealista estar sentado aquí compartiendo un podio con estos muchachos", declaraba con su estilo siempre espontáneo, cargado de energía. "Espero que no vuelva a suceder. Si no hubieran estado allí, podría haber ganado el rally. Es realmente increíble, compartimos 17 títulos mundiales entre los tres". Por encima de todo, Craig Breen se hacía querer.

Volver a sonreír

Pero la temporada se fue torciendo. Consciente de su oportunidad, sobrecargado por la presión, Breen no pilotaba como su talento merecía y el Puma Híbrido no le encajaba tanto como el anterior Hyundai. Cometió varios errores y perdió confianza a medida que avanzaba la temporada. El risueño y jovial Breen perdió la sonrisa que le caracterizaba, como él mismo reconoció. Tenía contrato para dos años, pero el equipo decidió rescindirlo a final de temporada a pesar del enorme cariño que le profesaban en lo personal.

"Me llevó hasta diciembre recuperar la sonrisa, cuando me subí a un coche histórico". Apasionado de cualquier montura del pasado, conocedor profundo de la historia de la disciplina, buscaba subirse a cualquier montura antigua. Cuando fichó por Ford, reconoció el orgullo que suponía para él unir sus nombres al de otras leyendas históricas que corrieron para la marca del óvalo, entre ellos Carlos Sainz.

Conocedores de su talento, fue recuperado por Hyundai para 2023. Con el I20 N tenía un juguete en sus manos, un coche hecho a su medida, eran uña y carne, como el propio Breen contaba entusiasta al final de los tramos suecos. En los tramos, en las asistencias, el apasionado irlandés que llevaba dentro, divertido y campechano, volvía a sonreír. "El Rally de Suecia me deja hambriento de futuro. Me ha devuelto toda la confianza para seguir hacia delante. Tenemos todas las capacidades para estar arriba", declaraba al terminar. Desgraciadamente, ahora lo está, aunque ya con su querido Jaffa. Tristemente, también sabe lo mucho que le quería la gente y cuánto le va a echar de menos.