Carlos Sainz y su otra forma de ganar un mundial de rally

"El objetivo para el primer año era el de ganar alguna carrera y aterrizar bien en el mundial. Esa era la estrategia cuando fue presentado el equipo, pero yo era más optimista. Cuando probé el coche vi que iba bastante bien…". Carlos Sainz es uno de los responsables de que este jueves por la tarde se proclamara campeón del mundo de rallyes Sebastien Ogier. Volkswagen confió en la experiencia y tacto del español para hacer crecer al equipo recién nacido y, en su primer intento en el WRC, los alemanes se han llevado la victoria en el campeonato de Pilotos y esperan cerrar la machada con el de Marcas.

Ogier no se lo creía cuando tras el tramo inicial de ‘su’ Rally de Francia sus compañeros empezaron a felicitarle. "Podría dar a cada persona del mundo un fuerte abrazo. Estoy lleno de alegría. Cuando era pequeño, solía quedarme maravillado con los coches y pilotos en el Rally de Montecarlo, y ahora Julien (copiloto) y yo somos campeones del mundo de rally. Es una locura".

Esa "locura" para Ogier –y Volkswagen, quienes no esperaban ganar tan pronto- la visualizó Sainz hace un año cuando desarrollaba el vehículo junto al actual campeón del mundo. El madrileño entendió la precaución de su equipo para no lanzar campanas al vuelo el día que fue presentado el Polo R WRC pero intuía que la máquina de Ogier y Latvala estaba lista para aspirar a todo. "Yo he aportado mi granito de arena", indicó en una charla con El Confidencial unas horas después de proclamarse campeón del mundo de otra manera diferente a las de 1990 y 1992.

Sustituto de Dani Sordo en Citroen

El piloto que en diciembre cumplirá 30 años logró en 2008 el Campeonato del Mundo Junior, algo que provocó su debut en el Rally de México del WRC ese mismo año. Para el año siguiente, Ogier ficha por el Citroen Junior Team y logra su primer podio, en Grecia. 2010 supuso su temporada de consagración corriendo las tres últimas pruebas con el equipo oficial y sumando su primera victoria, en Portugal. Finalizó cuarto en la clasificación. En 2011 sustituye a Dani Sordo para ser el nuevo compañero de Sebastien Loeb, con quien lucha por el título prácticamente hasta el final, cuando sufre dos abandonos. Aun así concluye tercero en la general.

Esa sería su última campaña en los brazos de Citroen ya que decide fichar por Volkswagen de cara al mundial de 2013. En 2012, mientras se hace fuerte y robusto el vehículo, compite con un Skoda en la categoría Súper 2000, con quien logra por primera vez en la historia de un campeonato del mundo que este tipo de vehículos marque el mejor tiempo en un tramo (ocurrió en Cerdeña).

Batir a Loeb en la pista, más duro

"Ogier se exige mucho a sí mismo y al equipo. Aporta mucho, como debe ser. Es muy profesional y presta mucha atención a los detalles. (Fuera del coche) es un chico normal". Sainz destaca aspectos laborales que han ayudado para que este título sea realidad. Volkswagen ha logrado romper nueve títulos seguidos de pilotos de Citroen y, por cierto, ¿hubiera sido este mismo resultado con Loeb corriendo? "No se sabe, pero con Ogier tan fuerte y las buenas sensaciones que había… Lo que es seguro es que hubiera resultado más duro". Por pedir, además del campeonato de Marcas, quizás lo único que le ha faltado a Volkswagen en su primer año es batir al ‘rey’ Loeb en pista

Sainz, disfrutando el presento y pensando en el futuro concluyó: "Espero que este sea el primero de muchos títulos. Aterrizar así es muy difícil, ha sido un éxito total".