La tragedia del último accidente mortal en el Dakar que truncó el homenaje a una leyenda

Tanto o mas que un mosaico de aventuras deportivas, el Dakar es un tapiz de historias humanas que se entrelazan entre la competición y las emociones y aventuras de todo tipo. En ocasiones, algunos de sus hilos también dibujan un trágico bordado. En el Dakar 2023 se ha vivido otro triste ejemplo. Desgraciadamente, en numerosas edicciones se han producido accidentes mortales en paralelo a la carrera, accidentes de tráfico la mayoría y algunos atropellos. En esta ocasión se ha tratado de un caso relativamente singular: el fallecimiento de un espectador arrollado por un participante en plena carrera.

Livio Sassinotti era italiano y tenía 69 años. En el caso del participante, se trataba nada menos que del líder del Dakar, Ales Loprais, de apellido ilustre en la historia de la prueba. Iba camino de su primera victoria en la categoría, cuando desaparecía del Dakar la todopoderosa flota rusa de Kamaz, que ha monopolizado sin misericordia la categoría de camiones en los últimos años. El sueño que el checo Alex Loprais estaba cerca de cumplir se terminó dramáticamente.

46 víctimas no participantes en el Dakar

Se trataba de la zona donde Carlos Sainz había sufrido su accidente. Varios espectadores se encontraban en los alrededores. El Praga de Ales Loprais y sus compañeros saltó una duna, y en su caída golpeó con el eje trasero a Sassinotti, que tomaba fotografías, se había situado en la trazada que antes habían tomado los vehículos que precedieron al de Loprais. Los tripulantes del camión solo tuvieron conocimiento del suceso cuando llegaron a la meta y vieron las imágenes. Desde la cabina y en marcha ni siquiera llegaron a ver al espectador. El equipo checo no salió a la décima etapa y abandonó la prueba.

"Tengo muy malas noticias cuando hemos vuelto de la etapa 9. Estábamos ya en la cama, pero los comisarios nos han mostrado un accidente en carrera", explicaba apesadumbrado en checo en un vídeo. "Hemos a un hombre por mala suerte y por error, un hombre que estaba haciendo fotos a nuestro ‘Lady’ (el nombre con el que ha bautizado su camión) detrás de una duna”. "Fue golpeado, ha sentido nauseas después de 2 o 3 horas, y ha tenido un ataque de corazón mientras era evacuado al hospital. Ha muerto una persona indirectamente por mi culpa, porque yo pilotaba. Desafortunadamente, (el aficionado fallecido) estaba detrás de la duna y no lo hemos visto, ninguno de nosotros. Me gustaría expresar mis condolencias a la familia, lo siento mucho, este accidente va a acompañarme el resto de mi vida”.

46 víctimas no participantes han fallecido en la historia del Dakar. El último atropello lugar en 2016 cuando el francés Lionel Baud embistió al boliviano Máximo Riso. Paradójicamente, el vehículo de Baud estaba parado cerca del lugar donde el espectador italiano fue atropellado en esta edición. En Argentina, 2016, fue la última vez que se producía un fallecimiento por accidente paralelo a la competición. Este ha sido el primero en el Dakar desde que la prueba llegó a Arabia Saudí.

En la estela de una leyenda del Dakar

Ales Loprais y sus compañeros Petr Pokora y Jaroslav Valtr Jr. sumaban al pesar por el accidente la mala fortuna deportiva que, aunque indudablemente pasará a segundo plano ante la tragedia, daba al traste con su primera e histórica victoria en el Dakar. Loprais debutó en 2006 y solo faltó desde entonces a la edición de 2008. En la etapa del accidente, el equipo checo había logrado casi media hora de ventaja en la general, a falta solo de cuatro etapas competitivas. Tenía la prueba muy bien encarrillada para recoger el testigo de su tío, el mítico Karel Loprais, una de las leyendas del Dakar, y que falleció por 'Covid´ cuando su sobrino se disponía a correr la edición de 2022.

En 2023 se había abierto una inesperada ventana de oportunidad para Loprais y todos los participantes de la categoría de camiones. El fabricante ruso de camiones Kamaz rechazaba firmar una carta de compromiso contra la guerra de Ucrania y, por tanto, no participaba por primera vez desde 2000. Desde ese año, Kamaz ha ganado la categoría en 17 ocasiones, y todas consecutivas desde 2016 hasta 2022. Con tres o cuatro camiones por edición, la potente flota rusa hacía tierra quemada entre sus rivales. Ales Loprais asemejaba la pugna como “un partido de fútbol, donde tú juegas con 11 y ellos con 44”.

El checo tenía un tercer puesto logrado en 2007 como mejor resultado. Dos veces ha sido quinto en los cuatro últimos años, a la estela de los Kamaz. Ansiaba la victoria como pocos para coger el testigo de su tío Karel, ganador en seis ocasiones en camiones,la primera en 1988, en plena era de los grandes gigantes motorizados del Dakar. Participó en 19 ediciones y en su última coincidió con la llegada de su sobrino. “Estamos seguros de que aún sigue viéndonos y disfrutando de un buen merecido descanso en el cielo del Dakar”, declaraba Ales en referencia a su tío antes de partir para la presente edición.

Trabajador de la fábrica checa de Tatra, Karel Loprais fue luego piloto de pruebas de fábrica. Con sus victorias crearía una gran tradición y escuela en la República Checa para los camiones en el Dakar. Desde su última victoria en 2001, ningún piloto checo había vuelto a lograr el triunfo. Su sobrino Ales la acariciaba con los dedos en 2023, lo que suponía todo un hito familiar y deportivo para la República Checa. Para los Loprais, sin duda, la tragedia ha sido doble.