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"Una nueva era": 'Reina Sherezade', el camión de hidrógeno que revoluciona el Dakar
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LLEGARÁN MÁS VEHÍCULOS EN EL FUTURO

"Una nueva era": 'Reina Sherezade', el camión de hidrógeno que revoluciona el Dakar

Es H2 es el vehículo de hidrógeno más potente del mundo y su exhibición en el Dakar está rompiendo los esquemas por potencia y autonomía, con la vista puesta en el transporte

Foto: El H2 es el vehículo de hidrógeno más potente del mundo, y recorre la misma ruta que el Dakar (Foto: Gaussin)
El H2 es el vehículo de hidrógeno más potente del mundo, y recorre la misma ruta que el Dakar (Foto: Gaussin)

"Aquellos que están enamorados con las nubes de humo del Kamaz (el todopoderoso camión ruso) tendrán que acostumbrarse a este sonido y a la descarga de agua. No hay vuelta atrás, una nueva era ha llegado". Philippe Jacquot lleva ocho Dakares a sus espaldas en camión, ha corrido el Rally de la Seda y otras pruebas en el mundo de los raids. Pero para esta edición fue fichado para un proyecto único y pionero: participar, aunque no competir (por ahora) con un camión de hidrógeno, construido en tan solo ocho meses. Todo apunta a que el Dakar ya no será el mismo desde ahora.

Los organizadores del Dakar anunciaron el pasado año el proyecto 'Dakar future'. Tras la introducción de la electrificación de coches y camiones en 2022, llegarán en 2023 los primeros vehículos de hidrógeno en competición. Para 2030, todas las categorías contarán con vehículos de bajas o cero emisiones. De momento, Audi llegó a Dakar con su RS Q e-tron electrificado, BRX con biocombustibles, el equipo español Astara con combustibles sintéticos e Hino con un camión híbrido.

Pero la presencia del H2 Racing Truck, el vehículo de hidrógeno más potente hasta el momento, está abriendo muchos ojos. Según sus impulsores, tendrá un impacto muy rápido en los vehículos de transporte de carretera. "El cambio está aquí, el futuro está aquí y lo teneis delante de los ojos, es el camión del futuro".

'Queen of the Sherezade'

Gaussin es una empresa especializada en soluciones de logística y vehículos de cero emisiones, fruto de la visión de su fundador, Christophe Gaussin. Ni el emprendedor francés ni su empresa son novatos ni aventureros: 50.000 vehículos nacidos de su tecnología circulan por puertos y aeropuertos, con diferentes soluciones de movilidad y conectividad.

Cuando el Dakar le abrió la puerta, en ocho meses construyó el H2 con cuarenta ingenieros involucrados en el proyecto. "Construirlo en tan poco tiempo fue la primera victoria". "La idea era comenzar con un camión de hidrógeno que resistiera las condiciones más extremas para demostrar que tenemos el 'know how' para hacer un camión de carretera", explica Simon Klein, el director técnico. Nada mejor que lanzar un camión propulsado por esta energía directamente a la dureza del Dakar. Para Gaussin, su camión es el "vehículo perfecto para las cero emisiones. Por si fuera poco, encargó a Pininfarina su futurístico y elegante diseño, en el que hubo de integrarse la funcionalidad y condicionantes de sus singulares características técnicas.

"La idea es convertir el hidrógeno en el carburante del vehículo, sustituyendo al actual". Como referencia, los Kamaz del Dakar cuentan con 1.000 CV de potencia, mientras que los menos potentes oscilan entre los 350 y 400. En su primera versión sin evolucionar, el H2 ya ofrece 800, a través de dos motores eléctricos de 300 kW cada uno. "Aquí en Arabia le llaman 'Queen of the Sherezade', (la protagonistas de las 'Mil y Una Noches') porque produce electricidad y cien litros por hora de agua", bromea el propio Gaussin, cuya montura pesa 12,5 toneladas.

450 litros de agua

"Para producir la electricidad usamos la pila de combustible (cuatro en el camión), parte de ese hidrógeno se convierte en electricidad y otra parte se convierte en agua", explica el director técnico de Gaussin. Así, los 80 kilos de hidrógeno, almacenados en 14 tanques dentro del camión, producen 450 litros de agua", explica Simon Klein, el director técnico del proyecto. Una de sus virtudes, presume Gaussin, es que las pistas de combustible ya están disponibles en el mercado, y lo que está haciendo su camión es ponerlas a prueba en las condiciones más extremas del Dakar. Sin evolucionar, cuenta con una autonomía de 250 kilómetros en las condiciones más extremas de carrera y 550 en las menos exigentes.

Sus tripulantes son veteranos en la carrera, y alaban las bondades del vehículo frente a sus rivales convencionales. "Tiene un enorme potencial, porque solo es todavía un camión de desarrollo. Tiene una gran potencia y se conduce muy bien porque no hay problemas con el cambio, no hace falta. No acabamos con los brazos agotados y nos podemos concentrar en la conducción", explica el piloto Philippe Jaquot. "El par es fantástico y no hace falta cambio de marchas. El piloto se puede concentrar en el pilotaje, hay menos cansancio, hay menos vibraciones y mejor concentración y visibilidad", explica la copiloto Aurelia Roquesalana. "Por emisiones y sonido tiene muchas ventajas y en términos de confort es increíble y no hay vibraciones adicionales al de las del terreno".

"Creo que Gaussin ha tenido el valor de desarrollar este camion y, si todo el mundo trabaja en la tecnología del hidrógeno, la evolución va a ser muy rápida, más de lo que la gente pueda imaginar"; apunta Jacquot, con la mente puesta en el transporte de carretera, de aquí la fantástica plataforma promocional que el Dakar está suponiendo, y el gran impacto que está teniendo entre las autoridades saudíes, embarcadas en un proceso de transición hacia la economía post petroleo. "Ya no hay vuelta atrás. Ha llegado una nueva era". Y se verá ya en el próximo Dakar de 2023. El Gaussin podría competir el próximo año en la carrera. Y no será el único vehículo de hidrógeno.

"Aquellos que están enamorados con las nubes de humo del Kamaz (el todopoderoso camión ruso) tendrán que acostumbrarse a este sonido y a la descarga de agua. No hay vuelta atrás, una nueva era ha llegado". Philippe Jacquot lleva ocho Dakares a sus espaldas en camión, ha corrido el Rally de la Seda y otras pruebas en el mundo de los raids. Pero para esta edición fue fichado para un proyecto único y pionero: participar, aunque no competir (por ahora) con un camión de hidrógeno, construido en tan solo ocho meses. Todo apunta a que el Dakar ya no será el mismo desde ahora.

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