Los dos componentes que pueden cambiar la experiencia de montar en bicicleta de montaña
Más allá del uso competitivo y la búsqueda del rendimiento, cabe usar la bicicleta de montaña de forma lúdica y divertida con dos elementos cada vez más extendidos
¿Sacamos todo el partido a la experiencia de montar en una bicicleta de montaña, o montamos siempre de la misma forma? En los últimos tiempos, el uso combinado de dos componentes fundamentales de una bici de última generación están permitiendo una mayor versatilidad de uso: los pedales, y la tija del sillín. Con ambas, la experiencia de montar en bicicleta puede variar radicalmente y ofrecer nuevas sensaciones tanto en una muscular como en una eléctrica. Independientemente del tipo de bicicleta, estos componentes, que pueden ir estrechamente relacionados para cambiar e incluso mejorar la experiencia encima de una bici para quienes estén acostumbrados al pedal automático y la tija rígida tradicional, tradicionalmente conocida como "barra del sillín"
Juan Ochoa es uno de los pioneros de la bicicleta de montaña en España. A primeros de los noventa protagonizó aquel mítico programa de “Al filo de lo imposible” (1992) con su inseparable Juan Manuel Montero, en el que ambos descubrían con sus singulares habilidades el potencial de una nueva categoría de monturas que, con los años, revolucionaría el mundo de la bicicleta. Ciclista, profesional del sector y asesor de El Confidencial, Ochoa ofrece algunas claves para mejorar la experiencia de montar en bicicleta de montaña con los pedales de plataforma y las tijas telescópicas, que se accionan desde el manillar con una leva para subir y bajar el sillin en marcha.
¿Siempre enganchados?
Los pedales automáticos son considerados uno de los grandes ‘descubrimientos’ en la bicicleta, tanto en la de carretera como en la de montaña. Pero ¿es necesario ir siempre enganchados a una bicicleta? “Obviamente, para un uso deportivo y de rendimiento, en una bici que no sea eléctrica, el pedal automático es casi obligatorio por la forma de pedalear redonda que aprovecha biomecánicamente todo nuestro esfuerzo, y esto obliga a ir enganchado a la bici por los pedales”, explica Ochoa. Menos en las disciplinas de descenso y enduro, en las que los pedales de plataforma son la norma.
“En España siempre hemos sido mucho de ir enganchados por ese uso teóricamente deportivo que le damos a nuestras bicis. Pero no siempre se va así. Para desplazamientos y uso lúdico no es necesario ir anclado, al revés, te obliga a llevar una plataforma más rígida, lo que se nota cuando bajas de la bici y quieres andar con las zapatillas para automáticos. El pedal de plataforma te permite ir más suelto, más seguro y poner el pie en el suelo en cualquier momento”.
En este sentido, la llegada de las ebikes está ayudando al cambio de percepción para quien se plantee la liberación del pedal automático. “Con estas bicis, el factor de la biomecánica ya no es tan relevante, ya que podemos abusar de la asistencia del motor cuando queramos” explica Ochoa, “se está viendo así una tendencia hacia la plataforma, sobre todo por usuarios no tan 'pros'. Es curioso que, cuando sales de España, ves mucho pedal de plataforma, gente montando con el sillín más bajo, y disfrutando de la ruta sin tener que pensar en ganar a nadie. En ebikes, es probable que más del cincuenta por ciento de los usuarios ya van con plataforma, y los que mantienen una herencia del uso deportivo han pasado a la eléctrica con el automático a cuestas”.
No tan rápido
Pero ojo, a quien se plantee el cambio o desee probar la experiencia de rodar desenganchado del pedal, Ochoa recomienda tirar de paciencia. “En un cursillo de bici de montaña que dábamos para nuevos usuarios de ebike, probé a ir con pedales de plataforma. Yo siempre he ido con automáticos, incluso en la eléctrica. Tardé unos cuatro meses en poder bajar igual de rápido con el pedal de plataforma que como lo hacía con el automático, porque este también te acostumbra mal, y los malos vicios al no ir pendiente de la presión sobre los pedales salen a relucir en detrimento de una conducción más pura. Para el usuario deportivo que está muy hecho al automático pasar a la plataforma es una cuestión de meses para acostumbrarse, y no de días”.
Conviene recordar que los pedales de plataforma ofrecen un importante grado de agarre en combinación con unas zapatillas adecuadas, que a su vez también cuentan con un tacto muy adecuado para la conducción de una bici de montaña. Nada que ver con los pedales clásicos de toda la vida, y mucho menos, los rastrales. “La zapatilla ya no tiene por qué ser tan técnica ni tan cara, aunque es muy recomendable llevar zapatillas específicas para pedal de plataforma. Y no son tan rígidas para andar como las zapatillas de pedales automáticos, sobre todo cuando buscas un uso lúdico y no para salir a rodar con el cuchillo entre los dientes”, explica Ochoa.
"El invento del siglo XXI"
Si el pedal de plataforma permite un mayor movimiento encima de una bicicleta, este encuentra un gran aliado en las tijas telescópicas, cada vez más extendidas en las bicicletas musculares y de serie en casi todas las eléctricas. “La tija telescópica ha revolucionado el mundo de la bici, porque ha ampliado la capacidad de movimiento encima de un sillín. “Desde mi experiencia, y lo comparto con muchos compañeros, la tija telescópica ha sido el invento del siglo XXI, y estamos viendo que también se está colando en las bicis ‘gravel’, y quizá algún día llegue a las de carretera, aunque suene a sacrilegio”.
Ochoa recuerda las virtudes de este componente de altura variable. “La única razón de ser de la altura fija del sillín es para aprovechar el cien por cien de nuestra energía. Pero, a partir de aquí, en estabilidad y distancia al suelo, es un inconveniente al elevar notablemente nuestro centro de gravedad, por lo que hace la bici más inestable. Bajando el sillín todos hemos descubierto que vamos más tranquilos y con más aplomo”. Ochoa también recoge su experiencia personal como usuario de la bici y, como profesional, la de otros usuarios. “La tija no es un interruptor para que esté arriba del todo al subir, y abajo del todo para bajar zonas complicadas. Todas las posiciones intermedias que nos inventemos pueden utilizarse. Cuando vamos por un sendero, por ejemplo, podemos bajar el sillín tres o cuatro centímetros, hemos bajado el centro de gravedad, pero podemos seguir sentados y pedaleando con fluidez. Es decir, cuando más uses la tija, como el cambio de piñones, más partido le sacas a la bici”.
“Los pedales con plataforma pueden encontrar un gran aliado con la tija telescópica. Ese pedaleo desorganizado que teníamos en las bicis de BMX, en las que íbamos sentados de cualquier manera, se puede trasladar a las bicis de montaña con tija telescópica y pedales de plataforma” explica Ochoa, cuyos orígenes encima de una bici se remontan a aquellas pequeñas máquinas diabólicas. “Te puedes mover con mucha más libertad y seguridad encima de una bici, e ir variando posturas. La tija telescópica también invita a pedalear con el sillín más bajo, con lo cual tienes otras sensaciones y posibilidades. Si no buscas las prestaciones puras y duras, te abren nuevos horizontes encima de una bici”.
¿Sacamos todo el partido a la experiencia de montar en una bicicleta de montaña, o montamos siempre de la misma forma? En los últimos tiempos, el uso combinado de dos componentes fundamentales de una bici de última generación están permitiendo una mayor versatilidad de uso: los pedales, y la tija del sillín. Con ambas, la experiencia de montar en bicicleta puede variar radicalmente y ofrecer nuevas sensaciones tanto en una muscular como en una eléctrica. Independientemente del tipo de bicicleta, estos componentes, que pueden ir estrechamente relacionados para cambiar e incluso mejorar la experiencia encima de una bici para quienes estén acostumbrados al pedal automático y la tija rígida tradicional, tradicionalmente conocida como "barra del sillín"