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Hielo en el desierto: el imperio de Putin contra Magnus Carlsen en el Mundial de ajedrez
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Hielo en el desierto: el imperio de Putin contra Magnus Carlsen en el Mundial de ajedrez

Magnus Carlsen e Ian Nepomniachtchi se juegan en Dubái el título de campeón del mundo. El número uno del mundo frente a todo el poder de Rusia: Putin quiere recuperar la corona

Foto: Imagen: EC Diseño.
Imagen: EC Diseño.

Va a tener que ser el caluroso desierto de Dubái el que ponga a prueba la fortaleza de dos bloques de hielo. Desde este viernes, el noruego Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi (al que me van a permitir llamar Nepo desde ahora por motivos obvios) se juegan el título de campeón del mundo de ajedrez. El número uno y poseedor de la corona contra el aspirante, su más duro rival. Tras dos años de espera, pandemia mediante, ha llegado el momento.

Magnus Carlsen es el gran favorito. No solo es el mejor jugador de la actualidad, es que bien puede ser considerado el mejor de la historia. Su pico de 2.882 puntos ELO, el sistema de puntuación objetiva que mide a los jugadores de ajedrez, nunca ha sido superado. El mismísimo Kasparov se quedó en 2.851. Parecen guarismos cercanos, pero en esos niveles avanzar 30 puntos es una odisea.

El problema del noruego es que va a tener enfrente todos los recursos de un imperio. Vladimir Putin, presidente de Rusia, quiere recuperar una corona que ha llevado la bandera soviética, y luego rusa, durante casi 50 años. Así lo dijo en la ceremonia de clausura del mundial de 2014 celebrado en Sochi, en el que Carlsen venció al indio Anand. Si llega, será un triunfo agridulce para Putin: Nepo competirá sin la bandera de Rusia por la prohibición que pesa sobre su país para competir a nivel internacional por los casos de dopaje.

Después de que Serguei Karjakin se quedara a las puertas en 2016 en Nueva York, perdiendo en el desempate contra el nórdico —de él declaró Putin que había jugado "brillantemente" y que es "un luchador que ha representado nuestro ajedrez de forma brillante"—, le toca el turno ahora a Nepo. Él mismo ha confirmado que su entrenador y todos sus asistentes son rusos (con la salvedad del húngaro Peter Leko) y deslizó que ha invertido alrededor de un millón de dólares en su preparación.

placeholder Ian Nepomniachtchi (i) y Magnus Carlsen. (EFE)
Ian Nepomniachtchi (i) y Magnus Carlsen. (EFE)

Serán 14 partidas —dos más de lo habitual— las que disputarán Nepo y Carlsen. El ruso llegará con la confianza de que es el único jugador de la superélite del ajedrez mundial que tiene balance positivo contra el número uno: cuatro victorias, una derrota y ocho empates en sus duelos particulares en partidas clásicas. La estadística cambia si la miramos con cierto nivel de detalle: desde 2017 Nepo no ha conseguido ganar ni una vez a su rival.

Ambos contendientes se conocen a la perfección. Recién cumplida la treintena, apenas se llevan cuatro meses, lo que ha hecho que los choques entre ambas hayan sido muy comunes en categorías inferiores. Por si fuera poco, Nepo trabajó como analista para Carlsen cuando este preparaba el mundial de 2014 contra Anand. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, pero que le pregunten a Kasparov qué le pasó por la cabeza cuando Vladímir Krámnik le arrebató el título mundial después de trabajar para él como analista.

La lucha mental... y el peligro de aburrimiento

Carlsen y Nepo son dos gigantes del ajedrez con escasísimas grietas en su juego, pero con problemas para mantener la estabilidad psicológica si les llevan a puntos de presión máxima. El propio jugador noruego ha reconocido en varias ocasiones que su mayor debilidad es la parte mental, algo en lo que dijo que trabajaría, aunque no ha concretado nunca cómo ni cuándo. De hecho, su padre ha restado siempre importancia al papel de los psicólogos deportivos. No ha revelado detalles de su preparación, por lo que es muy posible que nunca sepamos si ha tirado de este tipo de especialistas para preparar un duelo que va a llevarle al límite.

Con un calendario exigente —jugarán las tres primeras partidas y luego habrá un día de descanso cada dos encuentros— y duelos que durarán muchas horas, la preparación física y mental será tan importante como la ajedrecística. Recuperarse de una derrota será tan relevante como arrancar un triunfo, a lo que habrá que sumar que ese extra de dos partidas será un desgaste añadido.

placeholder Magnus Carlsen, durante un encuentro. (Reuters)
Magnus Carlsen, durante un encuentro. (Reuters)

Las expectativas apuntan, además, que serán enfrentamientos exigentes. Nepo sabe que tiene que arrastrar a su rival a un juego más anárquico y caótico, saliéndose rápido de la pura teoría y chapoteando en el fango en el que se mueve como pez en el agua. Su virtud, además, coincide con una de las muy escasas debilidades de Carlsen, si es que se puede decir tal cosa. En situaciones más estructuradas y sólidas el noruego es implacable.

Precisamente en esa trampa cayeron Karjakin y Fabiano Caruana, los dos últimos retadores de Carlsen, que vieron como las partidas iban pasando con un juego plomizo, lento y aburrido en el que el noruego sabía que tenía ventaja. Cuando llegaron los desempates, en choques rápidos, desató su talento y eso le valió para salir vencedor. Esa táctica no la va a poder emplear con Nepo, uno de los mejores jugadores del mundo en partidas 'blitz' o en el armagedón, por lo que no puede dejarle con vida confiando en el desempate.

Entonces... ¿quién va a ganar?

Hacer un pronóstico en este encuentro es muy complicado. Carlsen es favorito, sí, pero menos favorito de lo que acostumbra. "Son dos estilos muy diferentes. Magnus prefiere ir poco a poco, aunque últimamente se ha vuelto más agresivo, mientras que Nepo viene a repartir", explica a El Confidencial David Martínez 'Divis', maestro internacional y encargado de narrar las partidas en Chees24.es desde Dubái. "Lo previsible es que sea un enfrentamiento muy interesante, pero hay que considerar favorito a Carlsen. Eso sí, Nepo viene muy bien preparado, incluso físicamente. Ha perdido peso y está hecho un figurín", cuenta.

Sabrina Vega, jugadora del equipo MyInvestor Casablanca y ocho veces campeona de España, apuesta por Carlsen. "Es el rey de reyes. Está por encima de Nepo y, además, creo que para el ajedrez es importante y beneficioso que Magnus se quede con la corona. Todo lo que hace por el ajedrez y su imagen, de la que se beneficia el propio ajedrez, es muy bueno". Además, pone el foco más allá de este choque: "Sería muy bonito ver a [Alireza] Firouzja contra Carlsen en el próximo Mundial y que sea él el retador de Magnus".

placeholder Carlsen (d), en un duelo contra Firouzja en el último Tata Steel. (EFE)
Carlsen (d), en un duelo contra Firouzja en el último Tata Steel. (EFE)

Al lado de Divis estará, como en cada retransmisión, el gran maestro Pepe Cuenca, que explica que "tenemos garantizada mucha caña desde el principio. Nepo tiene mucha hambre, va a salir con muchas ganas y se lo va a poner muy difícil al campeón". Se lo resumo rápido: va a ser un enorme espectáculo.

Los principales beneficiados de eso serán los espectadores —en España el duelo se podrá ver en el canal de Twitch de Chess24.es con comentarios en castellano y en directo de Divis, Pepe Cuenca y David Antón, número 2 de España—. Nepo no es Karjakin y no es Caruana y su juego ofensivo, estabilizado desde que incorporó a su equipo a Leko, planteará situaciones atractivas. Y tendrá las blancas en la partida inicial para buscar su primera victoria. Si Carlsen le deja.

El duelo al sol de Dubái comenzará al mediodía de este viernes y proclamará vencedor cuando uno de los contendientes llegue a 7,5 puntos o cuando se completen las 14 partidas a ritmo clásico y los respectivos desempates. ¿El premio? Una bolsa de dos millones de dólares, con el 60% reservado para el campeón y el 40% para el subcampeón. Pero no se engañen. Aquí no está en juego el dinero. Esto es un duelo por entrar en la historia del ajedrez. Que empiece la batalla.

Va a tener que ser el caluroso desierto de Dubái el que ponga a prueba la fortaleza de dos bloques de hielo. Desde este viernes, el noruego Magnus Carlsen y el ruso Ian Nepomniachtchi (al que me van a permitir llamar Nepo desde ahora por motivos obvios) se juegan el título de campeón del mundo de ajedrez. El número uno y poseedor de la corona contra el aspirante, su más duro rival. Tras dos años de espera, pandemia mediante, ha llegado el momento.

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