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MotoGP y la duda de volver a verse en abierto; Álvarez-Pallete toma la palabra
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TELEFÓNICA NO SEGUIRÁ CON YAMAHA

MotoGP y la duda de volver a verse en abierto; Álvarez-Pallete toma la palabra

Telefónica no patrocinará la próxima temporada a Yamaha, que ha confirmado que la firma de bebidas energéticas Monster será quien vista a equipo oficial en MotoGP a partir de 2019

Foto: Desde 2016, la única forma de ver MotoGP en España en por la televisión de pago. (Reuters)
Desde 2016, la única forma de ver MotoGP en España en por la televisión de pago. (Reuters)

Yamaha cambia de M. Abandona Movistar, o más bien, Movistar cesa en su patrocinio, y a partir de 2019 cubrirá sus carenados con la garra de Monster. La compañía española se apea de MotoGP —como ya hiciera en 2006— y dejará de ser patrocinador del equipo oficial de la marca japonesa. Antes del Gran Premio de Cataluña, Lin Jarvis, el máximo responsable de Yamaha en MotoGP, estuvo en Madrid negociando con Movistar, pero se fue a Montmeló con las manos vacías, porque la dirección de la tecnológica no encuentra rentabilidad suficiente a la cuantiosa inversión que dedica a todo el proyecto de MotoGP, lo que incluye el patrocinio de Yamaha y los derechos de retransmisión para España.

Con el nuevo presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que se incorporó a este puesto en abril de 2016, ha cambiado la estrategia comercial de la firma, y el consejo directivo considera que el retorno de la inversión en MotoGP no es adecuado. Se estima que el coste del patrocinio de Yamaha se situaba en torno a los 10 millones de euros por temporada, mientras que el pago de los derechos de televisión nunca se ha revelado. Mediaset pagaba en abierto 25 millones de euros en 2013 y lo que paga Movistar podría llegar a los 60 millones. Las cuentas no salen.

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La paulatina pérdida de audiencia en el canal de MotoGP de Movistar+ preocupa. La calidad de los contenidos está fuera de duda, el problema reside en que el modelo de televisión de pago, implantado en 2014, no cuaja entre los aficionados. Cuando este modelo llegó al fútbol sucedió lo mismo, pero poco a poco la audiencia lo ha aceptado. Pero con MotoGP hay una resistencia férrea a pagar.

Hasta 2016, Mediaset emitió una serie de carreras en abierto, con lo que las cifras de las audiencias fueron positivas, pero una vez que Movistar se quedó como única plataforma, el descenso fue preocupante. Incluso en 2017 había otras opciones de pago —por una disposición impuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia—, como Vodafone y Open Sport, que ayudaban a mantener el listón de la audiencia en el millón de telespectadores en ocasiones, pero en esta temporada ambas plataformas ya no incluyen MotoGP en sus contenidos y las cifras han caído preocupantemente.

placeholder Monster, que este año patrocina al equipo satélite Yamaha Tech 3, pasará a patrocinar al equipo oficial de la marca japonesa en 2019. (EFE)
Monster, que este año patrocina al equipo satélite Yamaha Tech 3, pasará a patrocinar al equipo oficial de la marca japonesa en 2019. (EFE)

Cae la audiencia

Según los datos que ofrece Kantar Media, las carreras del Gran Premio de Alemania del pasado fin de semana tuvieron una audiencia total de 460.000 espectadores, con la cifra más baja registrada por una carrera de MotoGP esta temporada, solo 254.000 seguidores. La carrera más vista en 2018 es, de momento, la de Argentina, con 483.000 espectadores, mientras que el gran premio que más personas consiguió reunir delante de la pantalla fue la cita de Austin (Estados Unidos), con 737.000 espectadores en total. Hace dos años, la audiencia media de una carrera de MotoGP con la emisión en abierto se cifraba en tres millones de espectadores.

Lógicamente, estas cifras preocupan a los patrocinadores y, sobre todo, a los equipos, porque supone una valoración a la baja del patrocinio. Y aunque Dorna, el promotor del campeonato, hace un notable esfuerzo en MotoGP, costeando el importe del 'leasing' de las motos a los equipos satélite —siete equipos y 14 pilotos—, lo que supone casi 40 millones de euros, a muchos les cuesta cuadrar las cuentas. Y si hablamos de Moto2 o Moto3, aunque se manejen presupuestos menos elevados, el quebranto económico es mayor debido a su menor visibilidad.

Hace dos años, la audiencia media de una carrera en abierto se cifraba en tres millones de espectadores. Ahora ronda el medio millón

Negociación a la baja

En esta situación, Dorna tiene una patata caliente en las manos. Los equipos y los patrocinadores presionan para encontrar una nueva fórmula televisiva que levante las audiencias. Y por otro lado, Movistar negocia a la baja la renovación de los derechos de MotoGP, habida cuenta de que en estos momentos no hay otros actores que pujen por ello.

Entre los aficionados siempre está presente la posibilidad de regresar a la retransmisión en abierto, pero de momento esto parece inviable porque ningún canal en abierto es capaz de llegar a la cifra que paga Movistar. Es cierto que los canales en abierto ofrecían una audiencia mayor, pero los ingresos eran menores. Es la pescadilla que se muerde la cola, y en estos momentos en MotoGP, como en todos los órdenes del mundo de los negocios, prima la cuestión económica. Dorna destina parte de los ingresos por derechos de televisión a financiar a los equipos de MotoGP, y con menores ingresos por derechos de televisión tendría complicaciones para cuadrar sus cuentas.

El año próximo, al menos, Dorna se ahorrará más de cinco millones de euros en ayudas dado que el equipo Marc VDS abandonará la categoría, y por ahora no hay nadie interesado en adquirir la franquicia.

En estos momentos podríamos decir que Movistar tiene una posición ganadora a la hora de negociar a la baja su renovación, dado que no tiene competidores, pero en el horizonte se dibujan más posibilidades en forma de nuevas plataformas, tecnológicas o de otro tipo. Quedan muchos meses por delante. No olvidemos cómo llegó Movistar a MotoGP, casi sin hacer ruido. Y de repente, en febrero de 2014 se anunció que se hacía con los derechos de televisión. No podemos descartar un cambio de actores pero, si se produce, no será inmediatamente

Yamaha cambia de M. Abandona Movistar, o más bien, Movistar cesa en su patrocinio, y a partir de 2019 cubrirá sus carenados con la garra de Monster. La compañía española se apea de MotoGP —como ya hiciera en 2006— y dejará de ser patrocinador del equipo oficial de la marca japonesa. Antes del Gran Premio de Cataluña, Lin Jarvis, el máximo responsable de Yamaha en MotoGP, estuvo en Madrid negociando con Movistar, pero se fue a Montmeló con las manos vacías, porque la dirección de la tecnológica no encuentra rentabilidad suficiente a la cuantiosa inversión que dedica a todo el proyecto de MotoGP, lo que incluye el patrocinio de Yamaha y los derechos de retransmisión para España.

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