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Marc Márquez, el genio irreverente que dio una clase a todos mientras hacía historia
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EL MÁS JOVEN QUE GANA EN MOTOGP

Marc Márquez, el genio irreverente que dio una clase a todos mientras hacía historia

Márquez es único. Ha hecho historia siendo el campeón más joven de MotoGP. Asegura que no quiere encontrar su límite y sigue siendo el mismo

Foto: Marc Márquez celebrando el título con la afición (Efe).
Marc Márquez celebrando el título con la afición (Efe).

La sonrisa de Marc Márquezes, desde este domingo, más amplia y eterna que nunca. Tras su tercer puesto en Cheste, el de Cervera se une a Álex Crivillé (1999) y a Jorge Lorenzo (2010 y 2012) completando el trío de pilotos españoles que han conquistado la máxima categoría ya sea en el formato actual o cuando se conocía como 500cc. Crivillé fue el primero, Lorenzo se encargó de romper una sequía que duraba once años, pero Márquez ha sido único. El de Honda es el piloto más joven de la historia (20 años y 266 días) que alza el título en su primer año en la categoría, un honor que estaba en manos de ‘Fast Freddie’. Del americano también ha tomado otro relevo: el del debutante que llega y vence en su primer año en MotoGP. Lo ha logrado porque se trata de un genio sobre dos ruedas cargado de irreverencia, descaro y desparpajo. Lo ha demostrado desde que el Mundial levantó el telón en Qatar dando una lección a todos los veteranos, alguno de ellos con nueve títulos en su palmarés. Y lo ha hecho haciendo historia y sin dejar indiferente a nadie.

La precocidad de Marc Márquez siempre ha estado a la vista de todos, pero pocos imaginaban que el 'rookie' daría un golpe en la mesa tan pronto. En Texas, segunda cita del calendario, se convirtió en el piloto más joven en ganar una carrera en MotoGP (20 años y 63 días) desbancando también a ‘Fast Freddie’, yes el más precoz en hacer podio y firmar un triunfo en las tres categorías del mundial. La primera vez que se subió a uno de los tres cajones tenía 15 años y 126 días, 233 menos que Dani Pedrosa. Superó el mejor debut de un principiante, en poder de Kenny Roberts padre dese 1978 con tres victorias. Marc acumula siete: Austin, Sachsenring, Laguna Seca, Indianápolis, Brno y Aragón. A Marc sólo le quedaba por lograr uno, el más complicado: ser el piloto más joven en convertirse en el rey de MotoGP. El honor estaba en manos de Freddie Spencer que lo logró con 20 años y 196 días.

Este debutante con aires de veterano y pinta de niño, recibió la bendición de Valentino Rossi que le ve como su sucesor. Marc ha pasado de pedir autógrafos a su ídolo a compartir con él parrilla y algún podio además de adelantarle en el 'Sacacorchos' de Laguna Seca como en su día el italiano hizo a Stoner. El aprendiz enseña al maestro y confiesa que en sus mejores sueños sí se había visto ganando carreras, pero que todo está pasando tan deprisa que resulta complicado asimilarlo. Después de proclamarse campeón iba más allá: “Es un sueño que he cumplido muy pronto”. Y es que en una temporada que será recordada durante mucho tiempo, ha habido capítulos de todo tipo. Él la define como “entretenida, ha habido de todo, carreras para aprender, otras en las que hemos ido al límite, algunas raras como la de Australia o la de Japón…”. Aunque a Márquez le sobra calidad sobre la moto, sigue siendo un novato y no se ha escapado a los 'sustos' sobre su Honda: como sucedió en Mugello, ha mordido el polvo. Algo que aprenderá a evitar con la experiencia que da el paso del tiempo.

Precisamente, los más veteranos de la categoría han 'sufrido' el descaro de Marc Márquez. El año de su debut ha estado marcado por las virguerías que ha hecho sobre su Honda y las consecuencias de ese descaro. Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa han dado buena cuenta de ello. Marc no ha dudado cuando ha tenido que pelear cuerpo a cuerpo con ellos, batallas que en alguna ocasión han acabado con su rival en el suelo. Tanto su compañero de equipo como el de Yamaha han alzado la voz contra su forma de pilotar reclamando un paso al frente de la Dirección de Carrera que no se ha decantado por sanciones demasiado severas. La polémica ha estado servida en varias citas. Márquez roza los límites y hasta ahora le ha salido bien. Algo que unido a su calidad, escuece a los que llevan más tiempo en el negocio. Deberán buscar el talón de Aquiles de un piloto al que muchos ya señalan como el mejor de su generación y desea “no encontrar nunca” su límite.

El rojo, su color de la suerte

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Su entorno, liderado por Emilio Alzamora, y su familia juegan un papel fundamental en la carrera de Márquez que no esperó para dar las gracias a su madre por parirle. El expiloto ha sabido manejar la situación marcando los tiempos con guante de seda para no precipitarse. Su familia le ayuda a no perder el rumbo: “Esto no cambia nada. Voy a seguir poniendo la mesa, haciendo la cama y me reñirán cuando haga algo mal”. Algo que ya confesaba en una entrevista concedida a este periódico. Y es que fuera de los circuitos, a Marc le definen como un chico educado y sencillo a pesar de ser famoso por sus sonadas bromas.

Aficionado al deporte, cuando aparca la moto coge la bicicleta o los esquíes y, cuando puede, se pone la camiseta del Barcelona para ir al Camp Nou a animar a su amigo Piqué. Goloso confeso, se reserva sus ideas políticas y su parcela más íntima: sabe qué votaría si hubiera un referéndum sobre la independencia de Cataluña y asegura que no entiende a los compañeros que llevan a su novia a los circuitos porque “al box vas a trabajar”. No le faltan supersticiones al nuevo campeón de MotoGP. En una ocasión, su madre le compró ropa interior roja y ganó una carrera. Desde entonces sigue con el mismo ritual y en los entrenamientos usa calzoncillos azules. Y lo cierto es que no le ha ido nada mal.

La sonrisa de Marc Márquezes, desde este domingo, más amplia y eterna que nunca. Tras su tercer puesto en Cheste, el de Cervera se une a Álex Crivillé (1999) y a Jorge Lorenzo (2010 y 2012) completando el trío de pilotos españoles que han conquistado la máxima categoría ya sea en el formato actual o cuando se conocía como 500cc. Crivillé fue el primero, Lorenzo se encargó de romper una sequía que duraba once años, pero Márquez ha sido único. El de Honda es el piloto más joven de la historia (20 años y 266 días) que alza el título en su primer año en la categoría, un honor que estaba en manos de ‘Fast Freddie’. Del americano también ha tomado otro relevo: el del debutante que llega y vence en su primer año en MotoGP. Lo ha logrado porque se trata de un genio sobre dos ruedas cargado de irreverencia, descaro y desparpajo. Lo ha demostrado desde que el Mundial levantó el telón en Qatar dando una lección a todos los veteranos, alguno de ellos con nueve títulos en su palmarés. Y lo ha hecho haciendo historia y sin dejar indiferente a nadie.

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