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Jon Rahm ha arrojado una bomba atómica al mundo del golf y los saudíes toman la delantera
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Jon Rahm ha arrojado una bomba atómica al mundo del golf y los saudíes toman la delantera

El mundo del golf vive un gran cisma deportivo y comercial. Después de sus votos de lealtad a la PGA americana, el giro dado por Jon Rahm al fichar por el LIV saudí puede resultar crucial

Foto: La decisión de Rahm ha conmocionado las estructuras del golf. (USA TODAY/John David Mercer)
La decisión de Rahm ha conmocionado las estructuras del golf. (USA TODAY/John David Mercer)

Metafóricamente hablando, Jon Rahm ha dejado caer una bomba atómica en el mundo del golf al fichar por el circuito LIV Golf, lanzado hace dos años por el gobierno de Arabia Saudí a través de su fondo soberano de inversiones PIF (Public Investment Fund).

Número uno del mundo en varias ocasiones, el vasco hizo repetidamente gala de su lealtad a la PGA americana frente a la ofensiva de PIF para contratar a los mejores jugadores del mundo. Se abría así un cisma en golf, controlado fundamentalmente por la PGA y el DP World Tour europeo.

"Quería aprovechar este momento para decir que esta es mi única y oficial ocasión para hablar sobre esto, donde declaró oficialmente mi lealtad al PGA Tour. Soy miembro del PAC (Consejo Asesor de Jugadores) y creo mucho en Jay Monahan (responsable del PGA) y del producto", declaraba públicamente el jugador español a comienzos de 2022. En numerosas ocasiones se manifestó en la misma línea.

"¿Cambiará nuestro estilo de vida si recibo 400 millones de dólares? No, no cambiará ni un poco. Podría retirarme ahora mismo con lo que he ganado y vivir una vida muy feliz y no volver a jugar al golf. Así que nunca he jugado golf por razones monetarias", insistía meses más tarde. Unas palabras que muchos han recordado estas semanas.

La aristocracia del deporte se enfrentaba a un advenedizo, pero de descomunal potencial económico. Por la dimensión de su figura, Rahm ha destrozado todos los esquemas al aceptar un contrato mareante para firmar con LIV: entre 525 y 600 millones de dólares, uno de los más espectaculares en la historia del deporte. El factor disruptivo del fichaje de Rahm por LIV Golf se comprobará en los próximos meses.

"Se está corriendo la voz entre todos los jugadores de todo el mundo, incluso entre los mejores. Les encanta nuestro formato, nuestra plataforma, les encanta el espíritu de equipo, la atmósfera de equipo. Jon es una incorporación increíble para nosotros", reconocía el mítico Greg Norman, responsable de LIV, tras el fichaje del jugador español. Aunque no todo es cuestión de dinero.

La doble cara

LIV Golf es otro instrumento de Arabia Saudí para modernizar su imagen con el mundo del deporte. Fútbol, pádel, automovilismo, y también golf. "En el mundo hay unos doscientos millones de personas que juegan al golf. Por lo general, de alto nivel adquisitivo y gran potencial turístico", explica a El Confidencial Guillermo Salmerón, director del programa Bajo Par de Radio Marca y de la web especializada Periodigolf, además de autor del libro Jon Rahm y el milagro del golf en España. "Y tienen el grifo del dinero".

Cuando el pasado 7 de diciembre se conoció la decisión de Rahm se produjo la mayor onda sísmica del terremoto que está sacudiendo las estructuras económicas y deportivas del golf. Primero fueron Phil Mikelson (120 millones), luego Sergio García (80 millones) y siguieron otros jugadores de postín, que fueron pasando al LIV Golf, un circuito sin cobertura televisiva ni pedigrí.

Un modelo que ha pescado en el nicho de los jugadores de 35 a 40 años, ya estrellas. Pero también ha captado a jugadores más jóvenes, como los españoles Eugenio López Chacarra, todavía amateur cuando fue fichado (diez millones) y David Puig. Entre las grandes figuras, Tiger Woods y Rory Mcllroy, se han mantenido en el ámbito de la PGA, que prohíbe a cualquier jugador que fiche por LIV jugar en su circuito y el DP World Tour.

Sin embargo, en junio se produjo un gran golpe de efecto. A espaldas de los jugadores, Jay Monahan —comisionado de la PGA— y el DP World Tour llegaban a un principio de acuerdo con PIF para la colaboración de las tres estructuras. Con patrocinadores menguantes y capacidad financiera debilitada, la PGA no puede parar la ofensiva de PIF. Mejor unirse al enemigo.

Numerosos jugadores se sintieron traicionados por la maniobra de Monahan a sus espaldas, entre ellos el propio Rahm. La concreción del preacuerdo prevista para el 31 de diciembre no tiene visos de cuajar para entonces ante los múltiples problemas entre las partes.

placeholder Con su triunfo en el Masters, Rahm se garantiza su presencia en el futuro a pesar de fichar por LIV. (EFE)
Con su triunfo en el Masters, Rahm se garantiza su presencia en el futuro a pesar de fichar por LIV. (EFE)

Un fichaje que desequilibra el combate

En este contexto, Jon Rahm ha modificado aquella postura mantenida durante meses, más cuando PIF no ha cejado con sus ofertas cada vez más mareantes. "Si te ofrecen 600 millones te vas andando donde digan. Rahm ha ganado dos majors, Ryder cup, veinte torneos… Te ofrecen 600 millones por jugar, y miras hacia el futuro y piensas: ¿Van a llegar un acuerdo el PIF, la PGA y el World Tour?".

"El acuerdo puede que va a llegar dentro de un mes o de seis. Y, seguramente, Rahm va a ser el último jugador que se lleve semejantes cantidades, porque ya no habrá ofertas parecidas una vez que alcance un acuerdo. Seguro que Rahm ha recibido noticias de que alcanzará ese acuerdo en un espacio razonable de tiempo, y los jugadores del LIV podrán jugar en la Ryder y otros grandes torneos en el futuro".

Al margen del factor económico, LIV Golf también busca renovar el formato tradicional del golf. "En vez de cuatro rondas, aquí son tres. Sin corte como en los torneos profesionales del golf americano y europeo. Tienen dotaciones económicas de 25 millones de dólares, cuando los americanos que más tenían, que no fueran los majors, son de siete u ocho millones. También se celebra una competición por equipos. Se sale a tiro y al mismo tiempo, mientras que en el golf el primer partido sale a las nueve y el último partido acaba a las ocho de la tarde. En definitiva, se trata de romper el formato".

En este sentido, para Rahm resulta muy atractivo el novedoso formato de equipos, con un capitán al frente. Sergio García es uno de ellos. El vasco también disfrutará de ese privilegio. "El LIV tiene una clasificación individual y otra por equipos de cuatro jugadores. El capitán gestiona la publicidad y los ingresos de ese equipo. Por ejemplo, Rahm descuelga el teléfono, llama a Callaway, le ofrece su equipo, y el capitán gestiona una parte. Por eso los variables del contrato Jon Rahm está entre los 525 y los 600 millones. El LIV gestiona una competición en donde los equipos que participan se autogestionan por los capitanes".

¿También los patrocinadores?

¿Y los patrocinadores personales? Cuando Sergio García aceptó la oferta de LIV Golf perdió a uno de sus socios, la marca de material Taylor Made. En julio, Rahm renovó su contrato con una de las más importantes, Callaway. Si el fabricante americano finalmente siguiera al vasco en el LIV, se produciría otro terremoto en el terreno comercial. A pesar de algunos rumores afirmativos, aún no está confirmada la continuidad de Rahm y Callaway. De mantenerse su asociación, también supondrá un precedente para otras marcas involucradas en el mundo del golf.

"Quienes se van a LIV son jugadores de cierta edad y ya consagrados, que suelen tener tres o cuatro socios comerciales. Estos pagan por la visibilidad de su marca en televisión, cuyos derechos están mayoritariamente controlados por la PGA. Pero el problema del LIV es que ninguna cadena importante lo ha retransmitido", continúa Salmerón. "Cuando fichas por este circuito se pierde visibilidad. Aparte, dada las elevadas cantidades que reciben por fichar, el LIV exige a sus jugadores que lleven la marca y la de su equipo. Dejan de llevar sus marcas personales, entre otras cosas, como compensación de la cantidad que te pagan".

El terreno personal

"Es que imagínate a Jon sentándose con su familia, su esposa, hablando del tema y del futuro de la familia. Es que son diez generaciones de Rahm que no van a trabajar en su vida", explica Salmerón. "Esto lo juzga moralmente quien no está en esta situación. Porque vas a hacer lo mismo que antes, pero ganando infinidad más de dinero, jugando menos partidos, estando más con su familia, con más calidad de vida, y haciendo menos maletas. Y con 29 años".

Por tanto, además del borrascoso paisaje actual en el mundo del golf, en Rahm ha pesado el terreno personal. "Lo primero para él es la familia. Este año ha jugado entre 24 y 28 torneos, mientras que el año que viene va a jugar los 14 del LIV, los cuatro majors, y los Juegos. Esto que no parece tanto, es una gran diferencia en viajes y torneos Pro Am que debe jugar. Por ejemplo, en el Open de España de 2019 que se jugó en el Club de Campo, Jon tenía mil peticiones de entrevistas. Y es un tío al que le dices que hay que ir a un telediario y te va. Que hay tres horas de firma de gorras de niños, y ahí está firmando lo que haga falta. Y lo da todo. Esto no lo hace todo el mundo".

Metafóricamente hablando, Jon Rahm ha dejado caer una bomba atómica en el mundo del golf al fichar por el circuito LIV Golf, lanzado hace dos años por el gobierno de Arabia Saudí a través de su fondo soberano de inversiones PIF (Public Investment Fund).

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