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"¡Hazlo por Seve!": Jon Rahm guio a Europa hacia la victoria y completó su venganza en la Ryder
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Triunfo para recordar

"¡Hazlo por Seve!": Jon Rahm guio a Europa hacia la victoria y completó su venganza en la Ryder

El León de Barrika firmó un torneo espectacular y no perdió ni un solo duelo de los cuatro. El español mantuvo un enfrentamiento histórico contra el número uno, Scottie Scheffler

Foto: El español superó todos los desafíos. (Reuters/Phil Noble)
El español superó todos los desafíos. (Reuters/Phil Noble)

Dos años después, con Severiano Ballesteros en la memoria (homenajeado a lo grande) y en una tierra eterna como Roma, Jon Rahm guio con maestría a Europa para vengarse de la dolorosa derrota encajada en 2021. Mucho ha cambiado desde entonces el mundo del golf. No estuvo Sergio García, el golfista que más puntos ha sumado en la historia del torneo, alineado desde hace más de un año con el LIV Golf, la Superliga de Arabia Saudí. Tampoco Paul Casey, Ian Poulter, Lee Westwood o el capitán del equipo europeo, el sueco Henrik Stenson, que fue destituido el pasado julio por el comité europeo y reemplazado por el británico Luke Donald.

Sin embargo, una Europa muy unida y determinada encontró en la figura de Rahm un nuevo ídolo en el que confiar en los momentos más tensos. El vasco fue la gran estrella de la Ryder Cup y recordó a Severiano Ballesteros de la mejor forma posible: dando un recital de golf para el 16,5-11,5 final. "Seve es la esencia y el espíritu de este equipo y cada vez que jugamos se nota que tiene influencia", resaltó el campeón de Barrika en el Marco Simone. El golfista español, invicto en cuatro duelos, devolvió la confianza con creces y lideró a su equipo desde el primer día, donde Europa ya demostró su superioridad (6,5-1,5).

placeholder Rahm brilló a un nivel estelar. (Reuters/Yara Nardi)
Rahm brilló a un nivel estelar. (Reuters/Yara Nardi)

Y es que en esta Ryder Cup se vivió una primera jornada histórica por el inédito 4-0 en los foursomes matutinos que, junto a la resistencia de Rahm en los fourballs, dejó muy tocado al combinado que capitanea Zach Johnson. Rahm, a un nivel estratosférico, con el público en el bolsillo, capaz de aglutinar todas las miradas y la presión rival, tiró del carro desde el minuto uno. Por ello ya se había embolsado dos victorias y un empate y había descansado de cara a un domingo decisivo contra Estados Unidos.

"¿Cómo lo haces?". "No lo sé. No sé. Es lo que intentas en ese momento y luego el hecho de que haya pasado así es verdaderamente único. Tengo que darle mi enhorabuena a Nicolai Hojgaard porque aquí en el 18, él me dio la libertad de poder ir a por el eagle, y me dijo que intentara lograrlo tenerla para tirar un putt así. Me dijo: 'Qué haría Seve', 'Hazlo por Seve'. No sé si lo habría hecho así, pero estoy seguro de que me alegro de que haya entrado", explicaría el español en rueda de prensa tras esa jornada.

Fue precisamente el sábado, tras dar caza a sus rivales, cuando Rahm vivió uno de los capítulos más polémicos del torneo. El norteamericano Brooks Koepka descargó su ira en él y le acusó de actuar "como un niño, dando golpes a la pared y haciendo pucheros". El español no se mordió la lengua y respondió con educación y contundencia: "No soy un ejemplo perfecto de qué hacer en un campo de golf, pero no creo que ninguno de nosotros dos lo seamos. Yo juego y compito haciendo lo que creo que necesito", empezó.

"No estaba contento de haber dejado un corto de diez pies y al llegar al tee dejé escapar un poco de frustración golpeando la tabla de lado. Seguí caminando y eso fue todo. Si Brooks piensa que eso es infantil, es lo que es. Tiene derecho a pensar lo que quiera", argumentó el español. Y apostillaba: "Cuando estás frustrado y cansado dices cosas que a lo mejor no dirías al día siguiente. Brooks conmigo siempre ha sido muy majo excepto esta vez. Nunca he tenido ningún problema con Brooks. No lo sé ahora, pero hasta ayer por la tarde pensaba que teníamos una relación bastante buena", zanjó. La ventaja estaba en manos de Europa al finalizar la segunda jornada por 10,5 a 5,5.

Un duelo apasionante contra Scheffler

El golfista de Barrika fue el elegido por el capitán Luke Donald para dar el pistoletazo de salida en la tercera y decisiva jornada de la Ryder Cup. El 10,5 a 5,5 favorable a Europa provocó que el equipo del Viejo Continente solo necesitara cuatro puntos el último día para recuperar la copa. Estados Unidos necesitaba un milagro en una larga jornadas de partidos individuales. No hubo milagro, pero los norteamericanos estiraron el chicle hasta el penúltimo duelo, donde el inglés Tommy Fleetwood finiquitó el trofeo para Europa.

Rahm se midió al número uno, el temible Scottie Scheffler. El cabeza de ranking estaba herido de muerte tras recibir una paliza histórica en la jornada anterior. Tan fuerte fue el impacto mental para el estadounidense que terminó llorando a lágrima tendida en Roma tras la derrota (junto a Koepka) frente a Hovland y Aberg. El americano sufrió la derrota más sonrojante en la historia de los foursomes del torneo al finalizar el duelo en el hoyo 11, con nueve hoyos perdidos y dos empatados. Era todavía más peligroso. Un hueso muy duro de roer.

El partido fue una montaña rusa, donde ambos bordaron el golf en el tramo más caliente. En un encuentro de poder a poder, Rahm partió con ventaja gracias a un magnífico birdie en el primer hoyo. Mientras Scheffler pugnaba con sus demonios internos, Rahm lo celebró con un puño al aire para conectar con la grada. La tensión se palpaba en el ambiente, sabedores todos los presentes que ese encuentro podría marcar el resto de la jornada. Scheffler empató en el tercer hoyo, pero Rahm replicó en el cuarto y en el quinto.

El empate que disparó el triunfo europeo

Scheffler sufría en el green y con los putts y, aun así, no daba su brazo a torcer. Donde el norteamericano perdonó, Rahm recuperó el pulso y abrió brecha. El español no falló y logró el birdie en el hoyo cinco para llevarse otra victoria, con dos arriba para él. Poco después, Scheffler consiguió el segundo putt de la jornada matinal y recortó la distancia con Rahm a 1 arriba en el hoyo 6. Más adelante y con Europa y Estados Unidos seis a seis, se llegaría al ecuador del duelo con igualdad total. Scheffler empató el partido con un birdie en el hoyo 9. Había tenido ventaja Jon desde el principio, pero dos buenos hoyos consecutivos del número uno del mundo igualaron la contienda.

Acto seguido, el de Barrika salvó el hoyo después de arrancar francamente mal. En el hoyo 12, Scheffler se colocó uno arriba por primera vez en el partido, después de errores de Jon Rahm con los golpes de salida. Solo restaban seis. Fue entonces cuando Rahm apareció con un precioso putt en el hoyo 12, salvó el par y las dudas se volvieron a apoderar de Scheffler a la hora de embocar la bola. Sheffler presionó en el hoyo 13 con un gran birdie y Rahm conectó un notable putt, aunque no consiguió embocar la bola para empatar este hoyo. El de Nueva Jersey empató el partido a falta de cuatro hoyos. Dos approachs maravillosos de Scheffler y Jon Rahm volvieron a colocar la igualdad en el marcador.

placeholder Jon Rahm, leyenda de la Ryder Cup. (Reuters/Phil Noble)
Jon Rahm, leyenda de la Ryder Cup. (Reuters/Phil Noble)

Con el 11,5 a 5,5 favorable a Europa, Scheffler y Jon Rahm se citaron en el último hoyo. Los dos salvan el par, rozaron el birdie y no embocaron por escasos centímetros. Estados Unidos empató y forzó la versión más épica del vasco. De nuevo Rahm brilló en el golpe de salida del hoyo 18, Scheffler envíó su bola al raft y el de Barrika, con un buen approach, gozó de la oportunidad de hacer un eagle que permitiese empatar el partido.

Rahm demostró su capacidad ganadora cuando Scheffler se pasó y Rahm dibujó un putt precioso y sumó medio punto para Europa gracias a un empate disputadísimo en el hoyo 18. Un duelo que a la postre se antojaría clave y acabaría con Rahm celebrando el triunfo en Italia. "Ha sido una Ryder diferente a aquella para mí (la de 2021), ya con un papel de líder. Salir ahí y jugar como he jugado y hacer lo que hemos hecho ha sido increíble", señaló en rueda de prensa tras levantar la Ryder. Rahm ya es grande entre los grandes

Dos años después, con Severiano Ballesteros en la memoria (homenajeado a lo grande) y en una tierra eterna como Roma, Jon Rahm guio con maestría a Europa para vengarse de la dolorosa derrota encajada en 2021. Mucho ha cambiado desde entonces el mundo del golf. No estuvo Sergio García, el golfista que más puntos ha sumado en la historia del torneo, alineado desde hace más de un año con el LIV Golf, la Superliga de Arabia Saudí. Tampoco Paul Casey, Ian Poulter, Lee Westwood o el capitán del equipo europeo, el sueco Henrik Stenson, que fue destituido el pasado julio por el comité europeo y reemplazado por el británico Luke Donald.

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