Giroud y Regragui, cara a cara catorce años después del día que al 'killer' le cambió la vida

El Mundial siempre es especial. No solo porque los mejores jugadores del mundo luchen a brazo partido una vez cada cuatro años por entrar en la historia y convertirse en la mejor selección del planeta sino, especialmente, porque deja historias únicas. Este miércoles, la gran favorita, Francia, y la gran sorpresa, Marruecos, se enfrentan en busca de un puesto en la final de Qatar. Y en ambos equipos hay una relación poco conocida pero que marcó a una de las grandes estrellas del torneo.

Olivier Giroud se ha ganado el derecho a ser uno de los grandes jugadores de la historia de Francia. El delantero del AC Milan, a sus 36 años, está viviendo su segunda juventud y está siendo uno de los futbolistas más destacados de les Bleus en el Mundial. Con cinco goles, es el segundo máximo anotador del torneo, solo por detrás de su compañero Kylian Mbappé, que le han convertido en el máximo goleador histórico de su selección... a pesar de no valer para el fútbol.

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Rubén Rodríguez

Todo comenzó en el año 2005. Por aquel entonces, el Grenoble de la segunda división francesa decidió hacer su primer contrato profesional a Giroud. Sin embargo, durante temporada y media no contó demasiado, por lo que salió cedido en dirección al Istres en busca de minutos. No solo lo logró, sino que firmó 14 goles en la temporada que le sirvieron para que su equipo, en la 2008-09, decidiera recuperarle. ¿Y saben quién jugaba en ese equipo? Walid Regragui, seleccionador marroquí.

Durante dos meses, ambos jugadores compartieron equipo, en una pretemporada en la que Regragui llegaba como jugador con experiencia e importante, mientras que Giroud buscaba minutos. Sin embargo, fue entonces cuando sucedió algo que marcó al delantero de por vida: "No tienes nivel para jugar al fútbol de élite, así que búscate equipo". Esas fueron las palabras de su entrenador, el bosnio Mehmed Bazdarevic, que le hicieron buscarse la vida... y empezar a triunfar en el fútbol.

Aquel momento fue muy duro para el '9', que no entendía por qué a pesar de estar demostrando que tenía gol, su entrenador no contaba con él. Algunos veteranos, como el propio Regragui, ya en la parte final de su carrera, no dudaron en aconsejarle y en hacerle ver que encontraría su camino en el balompié. Solo necesitó unas semanas para fichar por el Tours y que su vida cambiara: "Gracias a que él no me quiso, mi carrera se relanzó", confesaba hace pocos años.

Tras dos buenísimos años en el Tours, ficharía por el Montpellier de la Ligue 1 para, solo dos temporadas después, dar el salto internacional en dirección al Arsenal, donde jugó seis temporadas a muy alto nivel que le permitieron fichar por el Chelsea, donde vivió otros grandes cuatro años. Ahora, lleva dos cursos en el AC Milan y sigue demostrando que tiene mucho gol. Y se ha convertido en una de las grandes razones de Francia para creer en sus posibilidades.

Regragui jugó dos años en Grenoble, donde consiguió el ascenso a la Ligue 1, para marcharse al Mogreb Tetuán y al US Fleury-Merogis, donde se retiró dos años después. De ahí, dio el paso a los banquillos y, tras triunfar en el FUS Rabat y pasar por el Al-Duhail catarí y el Wydad de Casablanca, llego al banquillo marroquí, donde está haciendo historia en el Mundial. Dos excompañeros que se verán cara a cara en unas semifinales de la Copa del Mundo 14 años más tarde.