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El síndrome Morata: el goleador que, por fin, convenció a España... y fue suplente en Qatar
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QATAR 2022

El síndrome Morata: el goleador que, por fin, convenció a España... y fue suplente en Qatar

El delantero del Atlético de Madrid marcó en todos los partidos, salvo frente a Marruecos. Sin embargo, su buen rendimiento no le sirvió para ser titular indiscutible con la Selección

Foto: Morata se abraza con Luis Enrique tras la eliminación. (Reuters/Wolfgang Rattay)
Morata se abraza con Luis Enrique tras la eliminación. (Reuters/Wolfgang Rattay)

España fue eliminada del Mundial a manos de Marruecos, en la peor tanda de penaltis que se recuerda del equipo nacional. Caer en octavos no fue el fracaso, sino hacerlo de una manera tan paupérrima. Con un fútbol estático y plano, sin crear ocasiones. Y apostando por jugadores que, en el global, no ofrecieron rendimiento como para ser titulares. Quizá la única certeza de la Selección en el torneo ha sido Álvaro Morata, que solo empezó un partido de cuatro en el once inicial. Esa derrota ante los marroquíes ha tenido consecuencias: la RFEF ha destituido a Luis Enrique como seleccionador español.

El runrún siempre ha existido en torno a Morata, capaz de fallar ocasiones claras y hacer goles que se antojaban imposibles. Miren, por ejemplo, el partido frente a Croacia en la Eurocopa del año pasado. En cierto sentido, el paralelismo con Gonzalo Higuaín es evidente, aunque El Pipita era más goleador que el madrileño. En este Mundial, cuando la afición se convenció por fin de su titularidad, se sentó en el banquillo. Luis Enrique fue, como de costumbre, a la inversa del sentido común.

Luis Enrique fue coherente al convocar a un único delantero centro, porque ha jugado con falso nueve en tres de los cuatro partidos del Mundial. No obstante, la incongruencia llegó a partir de los números, ya que Morata demostró que estaba para ser titular... pero era el único futbolista capaz de ofrecer gol desde el banquillo. De hecho, cuando le tocó (solo frente a Japón), marcó a los cinco minutos.

El gol del madrileño frente a Costa Rica (7-0) le sirvió para inaugurar su casillero en una victoria que estaba cerrada desde el descanso. Frente a Alemania, en cambio, fue un arduo partido en el que adelantó a la Selección. Aquel tanto sirvió para mantener la primera plaza hasta la última jornada, en la que por fin fue titular. En la derrota ante Japón (1-2), sorprendió que Luis Enrique sustituyera a Morata para dar entrada a Ansu Fati. No por el cambio en sí, sino por acabar centrando balones al delantero del Barcelona.

placeholder Morata saluda a Bono cuando concluyó el encuentro. (Reuters/Albert Gea)
Morata saluda a Bono cuando concluyó el encuentro. (Reuters/Albert Gea)

Su acierto con la Selección

Morata, con fama de delantero fallón, no ha confirmado esa opinión cuando se ha puesto la camiseta de la Selección. Salvo ante Marruecos, ha marcado en todos los partidos del Mundial. En la rueda de prensa, Luis Enrique reconoció que había sido injusto con Sarabia, aunque esta injusticia habría que extenderla también al delantero del Atlético de Madrid.

Foto: Luis Enrique felicita a Bono tras caer eliminada España. (Reuters/Lee Smith)

La Selección española jugó con un planteamiento que no contribuyó a romper la trinchera marroquí. Yéremi Pino no jugó ningún minuto, cuando frente a Marruecos el partido estaba para él, un futbolista diferente. Tanto Olmo como Ferran pidieron la pelota al pie, mientras que hacían falta desmarques de ruptura y desborde, las armas perfectas para volar por los aires la defensa rival.

La Eurocopa la completó con fallos, pero también tuvo aciertos cuando más falta le hizo al equipo. En la agónica prórroga frente a Croacia (3-5), fue el autor del cuarto tanto, que desniveló el encuentro. Frente a Italia (1-1), salió en la segunda parte y marcó el gol del empate cuando mejor estaba jugando la Selección. Un tipo que siempre está comprometido.

placeholder Ha sorprendido el escaso protagonismo de Sarabia en el Mundial. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Ha sorprendido el escaso protagonismo de Sarabia en el Mundial. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Borja Iglesias, en su casa

Sarabia, que había sido otro de los indiscutibles de Luis Enrique, solo ha jugado tres minutos en todo el Mundial. En la Eurocopa, también dejó un buen rendimiento y fue uno de los mejores de España. Un año después, sorprende su escaso protagonismo, especialmente al ver que era uno de los favoritos del míster, quien apostó por él cuando no estaba en la primera plana deportiva.

Foto: Luis Enrique en el partido ante Marruecos. (EFE/Juanjo Martín)

Otra lectura es que han ido muchos extremos que, salvo Olmo los dos primeros partidos, no han sido para nada determinantes. Ante la abundancia de jugadores de banda y el método empleado (y esperado) por parte de Japón o Marruecos de encerrarse atrás, quizás hubiera sido mejor convocar a otro delantero centro. Lo hizo Luis Enrique en la penúltima convocatoria al citar a Borja Iglesias, que estaba en uno de los mejores momentos de su carrera. El Panda, sin embargo, ha visto el Mundial por televisión.

El fiasco se ha repetido, igual que en Rusia. Muchos pases inocuos y un equipo sin determinación ofensiva ante la muralla marroquí. Así se despide España cuatro años después, idéntica decepción. Lo que confirma que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.

España fue eliminada del Mundial a manos de Marruecos, en la peor tanda de penaltis que se recuerda del equipo nacional. Caer en octavos no fue el fracaso, sino hacerlo de una manera tan paupérrima. Con un fútbol estático y plano, sin crear ocasiones. Y apostando por jugadores que, en el global, no ofrecieron rendimiento como para ser titulares. Quizá la única certeza de la Selección en el torneo ha sido Álvaro Morata, que solo empezó un partido de cuatro en el once inicial. Esa derrota ante los marroquíes ha tenido consecuencias: la RFEF ha destituido a Luis Enrique como seleccionador español.

Mundial de Qatar 2022
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