Todo o nada para Hazard en el Mundial de Qatar: no lo merece jugar, pero tiene privilegios
En otro de sus peores momentos como futbolista, sin jugar en el Real Madrid e invisible para Ancelotti, Hazard no toca fondo gracias a la confianza ilimitada de su seleccionador
Eden Hazard va a disputar su tercer Mundial y el de Qatar no lo merece. Su rendimiento en los últimos tres años es muy pobre. Pero todavía goza de privilegios y la confianza de Roberto Martínez. Para el seleccionador, es su capitán, tiene galones y no tiene nada que demostrar. Solo hay que ponerlo a jugar y demostrarle respeto. Se lo ha ganado porque, como dice Hazard, no es un inútil y hay que mirar todo lo que ha hecho en los últimos quince años. En el cuerpo técnico del Real Madrid no lo ven de la misma manera. Están deseando comprobar qué nivel tiene fuera y que dé motivos para pensar que es recuperable. Este Mundial es un todo o nada y, para ser justos, no lo merece jugar.
Eden Hazard no levanta la cabeza en el Real Madrid y en la concentración de su Selección confirma que tras el Mundial de Qatar será el momento de hacer un análisis para analizar los pros y los contras de su situación. Hasta la fecha, ha defraudado en el primer tramo de la temporada. Pero el seleccionador belga, Roberto Martínez, no tira la toalla. Hazard es el líder, un futbolista con enorme talento al que solo le hace falta que le den confianza. Es el extraño caso de una estrella del fútbol que se lamenta por no tener oportunidades en el Real Madrid y no pierde su estatus en la Selección.
El criterio de la meritocracia no se le puede aplicar. Con los minutos que Hazard lleva disputados en el Real Madrid no le daría a un jugador para estar en su Selección. Principalmente, porque no tiene ritmo de competición. El dato es demoledor. Hazard solo ha jugado 70 minutos en los últimos 15 partidos del Real Madrid y todos en la Champions (Shakhtar y Leipzig). No juega en Liga desde el partido contra el Mallorca del día 15 de septiembre. Roberto Martínez demuestra tener algo más que fe en un futbolista que es invisible para Ancelotti.
La desconfianza de Ancelotti
El problema de las lesiones no existe. Hazard, desde que le retiraron la placa del tobillo, no ha vuelto a tener molestias. Tampoco tiene miedo. Va al choque y encara a los rivales. Es, según Ancelotti, una cuestión de competencia interna. Hazard ve algo más y se muerde la lengua. Ancelotti no le ha dado las oportunidades que esperaba y esto demuestra que el gusto y las preferencias del entrenador italiano van por otro lado. Ancelotti prioriza la energía y la eficacia. No la ve en Hazard. Todo lo contrario que le sucede a Roberto Martínez.
Hazard afronta el Mundial de Qatar con la frustración y la decepción de no contar para el entrenador del Real Madrid. Podía haber sido peor si se hubiera quedado fuera de la lista mundialista. Entonces sí se podría decir que habría tocado fondo. "He tenido meses difíciles en los que no he tenido mucho ritmo", reconoce el belga. Este Mundial, estar en la Selección, es una terapia para volver a sentirse futbolista. Es un jugador que ha perdido el protagonismo y el prestigio. Con fama de ex futbolista y, lo peor, carne de parodias. La última es bastante dolorosa. Una de esas cuentas que hacen vídeos virales para el Mundial presenta a Hazard comiendo una hamburguesa.
El Mundial es a lo que agarra con demasiadas cuentas pendientes. Con la complicidad del seleccionador. Necesita reivindicarse y demostrar que es capaz de dar una buena versión. Está en su mano. El seleccionador le ha rescatado en otro de sus peores momentos en el Real Madrid. Es un jugador que pierde crédito. En un Mundial criticado por celebrarse en invierno, por el parón de las competiciones, la cita de Qatar es un salvavidas para un futbolista que estaba cayendo en la inactividad. "No me volví inútil en los últimos dos o tres años. Tengo deseos de jugar. Este deseo me da fuerza porque hace mucho tiempo que no juego. Así que estoy aún más ansioso que antes por demostrar que todavía puedo jugar al fútbol", es el dolor que lleva dentro y manifiesta en la concentración.
Está en sus manos demostrar que Ancelotti es el que se equivoca no dándole más oportunidades. Harzad tiene experiencia, talento y ambición para competir en el Mundial de Qatar. Falta por comprobar, una vez más, si tiene la velocidad, explosividad, los cambios de ritmo, la claridad y la contundencia que por una desgraciada lesión en el Real Madrid y sus recaídas no se ha podido ver. Cambiar el chip del Real Madrid por el Mundial es algo que Roberto Martínez y el propio Eden Hazard ven como positivo para ver la luz del túnel. El último gran recuerdo de Hazard y Bélgica es el tercer puesto en el Mundial de Rusia de 2018.
Eden Hazard va a disputar su tercer Mundial y el de Qatar no lo merece. Su rendimiento en los últimos tres años es muy pobre. Pero todavía goza de privilegios y la confianza de Roberto Martínez. Para el seleccionador, es su capitán, tiene galones y no tiene nada que demostrar. Solo hay que ponerlo a jugar y demostrarle respeto. Se lo ha ganado porque, como dice Hazard, no es un inútil y hay que mirar todo lo que ha hecho en los últimos quince años. En el cuerpo técnico del Real Madrid no lo ven de la misma manera. Están deseando comprobar qué nivel tiene fuera y que dé motivos para pensar que es recuperable. Este Mundial es un todo o nada y, para ser justos, no lo merece jugar.