Cómo Hazard pasa en el Real Madrid (frío con los fichajes) de 'gordito' a ser un atleta

Eden Hazard ha dejado de ser el 'gordito' para hablar de él como un atleta. Tres años después de su fichaje por el Real Madrid, el belga aparece en la pretemporada y los comentarios son los de un futbolista fino, con un buen tipito, que no ha tenido problemas con la báscula y está como un pincel. En la pretemporada de 2019 llegó con cinco kilos de más y le costó una lesión muscular en el cuádriceps que le impidió empezar la Liga en Vigo. Florentino Pérez y Zidane se llevaron la primera decepción. Hazard era una de las debilidades del entrenador francés y por las lesiones no lo pudo disfrutar.

El belga, tres años después, inicia los entrenamientos de pretemporada sin barriguita. La ilusión en el Real Madrid es que Hazard sea el que triunfó en el Chelsea y en la selección en el Mundial de Rusia de 2018. Era el siguiente 'galáctico' tras la salida de Cristiano Ronaldo. La mejor versión de un jugador que costó un pastón (más de 115 millones de euros) no se ha visto entre lesiones, recaídas y el miedo psicológico. Sus registros son de seis goles y ocho asistencias en 66 partidos. Todavía no se puede hablar de fracaso. Su etapa no está cerrada en el Real Madrid y las notas finales se ponen cuando esté fuera. La parcial es, sin duda, de un suspenso. Lo sabe hasta el propio jugador, que en la Cibeles hizo una promesa: "El año que viene voy a darlo todo por vosotros".

Ha llegado el momento y la primera imagen que ofrece el club es la de un Hazard más estilizado. Las informaciones que facilitan son que se ha tomado muy en serio el verano y ha seguido el plan que le marcó Antonio Pintus. El jefe de la parcela física es el hombre milagro en el Real Madrid. Se le señala como el responsable de que el equipo tuviera físico y piernas en cada una de las remontadas de la Champions. De Pintus se espera que haga volar a Hazard.

El 'hueco' de Mbappé

La mejor solución que encuentran en el Real Madrid para pasar página con el plantón de Mbappé es conseguir que Hazard borre la imagen de futbolista con sobrepeso y se le vea como un atleta. Carlo Ancelotti admite que no habrá más fichajes. Florentino no tiene ganas de gastar dinero e incorporar a otro delantero tras el desgaste que supuso la negociación con Mbappé. Ancelotti es un entrenador conformista y, como reconoció al presidente tras eliminar al Manchester City y pasar a la final de la Champions, le está agradecido por haberle traído al Real Madrid. Así que la mejor solución para olvidar la 'traición' de Mbappé es que Hazard se ponga en forma.

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El belga tiene calidad y experiencia, pero sería un error creer que puede tapar el hueco de Mbappé. El francés nunca jugó en el Real Madrid, aunque se contaba con él. En el fichaje de Mbappé se contaba con la salida de Hazard. Hay una diferencia de ocho años de edad, de capacidad para hacer goles y, por supuesto, de físico. El refuerzo en la delantera, según el club, es Hazard. Aunque esto puede cambiar y conviene no fiarse de lo que dice Ancelotti hasta que no acabe el mercado. Todavía pueden pasar muchas cosas en la operación salida y la principal es resolver la continuidad de Marco Asensio, que con su irregularidad acabó la temporada pasada como el tercer máximo goleador de la plantilla. Si el balear acaba saliendo, lo normal es que el club fiche a otro jugador para no debilitar la parcela ofensiva.

El Real Madrid se ha reforzado atrás con los fichajes de Rüdiger y Tchouaméni. Gana en solidez, físico y más recursos tácticos-defensivos para tener una estructura de equipo equilibrado y con menos fisuras. La filosofía del club es que lo que funciona no se toca y los fichajes tienen que ser para mejorar lo que hay. En lo que puede mejorar en el apartado ofensivo es que Hazard aporte más goles, asistencias y tenga continuidad e impacto en el juego.

La remontada

Hazard va con retraso, pero es necesario que se suba al tren tras el fallido fichaje de Mbappé y las reticencias en el club a fichar a otro delantero. Lo que hizo en el verano de 2019, antes de incorporarse a su primera temporada, fue lamentable. Llegó con sobrepeso y lo reconoció unos meses después en una entrevista en 'L'Equipe': "No lo escondo. Cuando estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. Soy alguien que coge peso rápido y lo pierdo rápido. Cuando estaba en el Lille, con 18 años, pesaba 72 kilos. Después, gané masa muscular hasta los 75 kilos. En un mal día peso 77 kilos, pero este verano pesaba 80. Lo perdí todo en días".

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Hazard se ganó la fama de 'gordito' y las mofas de los aficionados rivales, que en el partido de Copa del Rey contra el Alcoyano le cantaban 'Hazard, gordito te hinchas a Phoskitos' y era objetivo de las mofas en las redes sociales. Va a tener que dar un altísimo rendimiento para borrar esta imagen y recuperar el crédito y el prestigio.

Lo de 'gordito', también con sus burlas correspondientes, se lo podía permitir Ronaldo Nazario que, hasta con la rodilla destrozada, existía la certeza de que en el campo era efectivo con el gol. Hazard, pese a que Ancelotti hable de que lo va a probar de 'falso nueve', es un mediapunta y no un delantero. Lo que no puede ser un indicativo de la mejoría del belga es que ha llegado en forma, sin sobrepeso. Es una obligación y ahora hay que verle rendir en el campo. Tiene hambre, incluso el orgullo herido, tras perder la titularidad con la competencia de Vinícius y Rodrygo. Como para no llegar en buen estado de revista.