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El drama de Messi roza la tragedia con el varapalo sufrido contra Croacia
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El drama de Messi roza la tragedia con el varapalo sufrido contra Croacia

Messi ha vivido una de sus noches más duras desde que es futbolista con la goleada de Croacia a Argentina que le deja en muchas dificultades para seguir vivo en el Mundial

Foto: Messi, cabizbajo y hundido, al término del partido entre Argentina y Croacia. (EFE)
Messi, cabizbajo y hundido, al término del partido entre Argentina y Croacia. (EFE)

La vulgaridad se ha comido a Messi. Engullido por un equipo irrelevante, anárquico y caótico, que se ha llevado un varapalo con la goleada contra Croacia (0-3) que deja a la albiceleste al borde del abismo. Con un solo punto se juega sus remotas opciones de seguir vivo en el Mundial en el último partido que le enfrenta a Nigeria. Pero antes está el duelo de este viernes entre los nigerianos e islandeses. Una victoria de Islandia aumentaría el horror para los argentinos porque en el último partido entre Croacia e Islandia les valdría un empate para pasar los dos. Esta es la gran desgracia de Messi. Tiene una selección nefastamente dirigida desde el banquillo por Sampaoli, unos compañeros que no saben a qué tienen que jugar y una apatía que se refleja en todos los rostros. El primero el de Messi, que dejó una imagen preocupante en el himno cuando lo escuchó con la cabeza baja, frotándose la frente y quién sabe si visualizando la que se le venía encima.

Para Messi jugar con Argentina es un ‘marrón’. Su pasión no corre por sus venas cuando está escuchando el himno. No lo transmite y es un mal síntoma. Los partidos se le hacen bola porque ni él mismo es capaz de encontrar su sitio en el campo, conectar con sus compañeros o tener el arrebato de orgullo, raza y casta para voltear las situaciones adversas. Messi es un bulto sospechoso en una selección ausente de un plan táctico y descosida de imaginación, fútbol y energía. La cara de Messi es la del fracaso y la impotencia. No se rebela como sí lo hace cuando juega con la camiseta del Barcelona porque quién sabe si le puede la presión de tener que llevar las millones de ilusiones de un país en la mochila.

Foto: Messi, con el brazalete de capitán en la mano, decepcionado por el empate de Argentina contra Islandia. (Efe)

Lo peor es que se le ve con angustia. No disfruta. Tampoco se suelta y se atreve a hacer menos de lo que en él es habitual. En la primera parte contra Croacia no entró en juego, anduvo perdido en la punta de ataque y pasó desapercibido. Sin peligro, sin ocasiones y sin generar fútbol. Era la imagen de la vulgaridad a ojos de Maradona en la grada gritando a los aficionados algo así como que ‘hay que echarle huevos’. Con el Kun Agüero arriba de compañero y poco más fue incapaz Argentina de hacer daño a Croacia en un partido duro, áspero y agresivo.

placeholder Messi se marcha del campo abatido tras perder contra Croacia. (EFE)
Messi se marcha del campo abatido tras perder contra Croacia. (EFE)

La desgracia de Caballero

La primera parte acabó con empate a cero y la segunda fue la de la gran debacle. Empezó con un fallo vergonzoso del portero Caballero al despejar un balón, que interceptó Rebic y de primeras marcó con el arquero adelantado. Una losa que señala a Sampaoli por apostar por un portero que no ha jugado esta temporada. Se ha negado a apostar por el que piden todos: Armani. La reacción fue poner en el campo a Higuaín y Dybala, estrellas en la Juventus, futbolistas corrientes en la selección. El plan podía favorecer a Messi por tener dos referencias en el ataque, pero la ansiedad y la decepción atenazó a los argentinos.

Foto: Esto con clemente no hubiera pasado Willy. (Reuters)

Messi tuvo una ocasión clara para igualar el partido en un balón que se quedó frenado tras una jugada de Higuaín y en su remate, casi en la línea de gol, llegó su compañero en el Barcelona, Rakitic, para taponarle y enviarlo a córner. No era el día de Messi, que se fue apagando y bajando los brazos con el segundo gol de Croacia. Un golazo desde fuera del área de Modric y el tercero de Rakitic. Hundido y cabizbajo abandonó el campo. Necesita un milagro para seguir vivo en el Mundial, pero podemos empezar a compadecernos de él por el aluvión de críticas que le van a caer en su país. Una noche muy dura para Messi.

Foto: Julen Lopetegui durante su presentación con Florentino Pérez coge una camiseta con su nombre. (Efe)

La vulgaridad se ha comido a Messi. Engullido por un equipo irrelevante, anárquico y caótico, que se ha llevado un varapalo con la goleada contra Croacia (0-3) que deja a la albiceleste al borde del abismo. Con un solo punto se juega sus remotas opciones de seguir vivo en el Mundial en el último partido que le enfrenta a Nigeria. Pero antes está el duelo de este viernes entre los nigerianos e islandeses. Una victoria de Islandia aumentaría el horror para los argentinos porque en el último partido entre Croacia e Islandia les valdría un empate para pasar los dos. Esta es la gran desgracia de Messi. Tiene una selección nefastamente dirigida desde el banquillo por Sampaoli, unos compañeros que no saben a qué tienen que jugar y una apatía que se refleja en todos los rostros. El primero el de Messi, que dejó una imagen preocupante en el himno cuando lo escuchó con la cabeza baja, frotándose la frente y quién sabe si visualizando la que se le venía encima.

Croacia Leo Messi
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