Es noticia
El melón de Messi en el penalti que le convierte en un bulto extraño con Argentina
  1. Deportes
  2. Fútbol
mal debut en rusia

El melón de Messi en el penalti que le convierte en un bulto extraño con Argentina

Messi empieza mal el Mundial de Rusia con un fallo desde el punto de penalti contra Islandia. El Dios del Barcelona parece un bulto extraño con Argentina

Foto: Messi, con el brazalete de capitán en la mano, decepcionado por el empate de Argentina contra Islandia. (Efe)
Messi, con el brazalete de capitán en la mano, decepcionado por el empate de Argentina contra Islandia. (Efe)

Un Dios que no hace milagros pierde fieles, oraciones y admiradores. En la historia del Barcelona sólo hay y habrá una religión: Messi es único e irrepetible. No pueden decir lo mismo los argentinos porque había dos que estaban en Moscú. Uno en la grada viendo el partido contra Islandia mientras se fumaba un puro, Diego Armando Maradona, y el otro en el césped, Leo Messi, que se estrenó en el Mundial de Rusia con un penalti fallado, sin hacer gol y una actuación discreta. Sigue la pesadilla de Messi con su selección a pesar de que los argentinos no deberían de perder la fe en un tipo que los clasificó para el Mundial en el último suspiro de la fase de clasificación. Pero esto no sirve, ni incluso a Messi, si se vuelve a repetir otra actuación horrorosa en el Mundial como la del sorprendente estreno con el empate ante Islandia. Una selección que debutaba en un Mundial y un país de 300.000 habitantes que siempre podrá decir que Messi no les hizo un gol.

[ESPECIAL - La Escuadra del Mundial: guía de Rusia 2018]

Messi parece un bulto sospechoso en su selección. Un ‘pasabolas’, que diría el diputado de Podemos, Isidro López, en una de las mayores meteduras de pata de un ser humano cuando ha pretendido desprestigiar a Rafa Nadal. A Messi le van a llover palos en su país por fallar un penalti y no demostrar que es capaz de ganar un partido el solito contra Islandia. No es posible porque el juego de Messi en la selección de Sampaoli es como el que practica una partida de futbolín. Argentina es una selección de parados, en la que Messi se dedica a dar pases y pases y recibe melonazos. La conexión entre la estrella y el resto de compañeros es horrible porque no hay conceptos colectivos, precisión, desmarques, intensidad, desborde… En fin, que Messi se aburre y humaniza en un equipo de ‘pecho fríos’.

No se entiende de qué juega con Argentina. Islandia consiguió frenarle en uno de los marcajes para la historia por la poca trascendencia y desequilibrio que le dio Messi al juego de ataque. Metido en el carril central cayó en una emboscada de ‘vikingos’ capaces de frenar su ritmo y caudal de juego hasta dejarle sin chispa ni inspiración. Desactivado en su función de generador de juego quiso salir a flote con alguna jugada individual que moría en la orilla del área islandesa. No le salió nada de nada. Ni esa jugada tan habitual en la que se perfila para ajustar el balón al poste izquierdo y que tan buen resultado le da en el Barcelona. Su fútbol entró en bucle con un partido cerrado por falta de espacios y táctica de Sampaoli, que no ofreció ningún plan alternativo para salir de la mediocridad.

placeholder Messi, agachado, durante el partido contra Islandia. (Efe)
Messi, agachado, durante el partido contra Islandia. (Efe)

El punto de penalti es una tortura

Su angustia estaba en el punto de penalti. Lo provocó con un pase alto al área y desde que cogió la pelota con las manos se le empezó a ver mala cara. Tiró un melonazo a media altura, flojo y televisado para que el portero islandés Hannes Thor Halldórsson se lo adivinara. Su estadística en este apartado es muy negativa. En su carrera ha disparado 107 penaltis y sólo ha marcado 82. A partir de aquí se pueden imaginar todo el lamento del pueblo argentino que no da crédito a que el heredero de Maradona no sea capaz de marcar un penalti en un Mundial.

El debut de Messi llega un día después del partidazo que se marcó Cristiano Ronaldo contra España y sus tres goles. Messi y Cristiano juegan un Mundial paralelo al de las selecciones y son inevitables las comparaciones entre los máximos rivales al trono de mejor jugador del mundo. Cristiano Ronaldo le echó muchos bemoles ante España y a Messi le salieron melones contra Islandia. El portugués arrastró a su equipo a un honroso empate con una actuación individual a la altura de lo que se le pide a un crack en la mayor cita del mundo futbolístico. Messi palideció.

Un Dios que no hace milagros pierde fieles, oraciones y admiradores. En la historia del Barcelona sólo hay y habrá una religión: Messi es único e irrepetible. No pueden decir lo mismo los argentinos porque había dos que estaban en Moscú. Uno en la grada viendo el partido contra Islandia mientras se fumaba un puro, Diego Armando Maradona, y el otro en el césped, Leo Messi, que se estrenó en el Mundial de Rusia con un penalti fallado, sin hacer gol y una actuación discreta. Sigue la pesadilla de Messi con su selección a pesar de que los argentinos no deberían de perder la fe en un tipo que los clasificó para el Mundial en el último suspiro de la fase de clasificación. Pero esto no sirve, ni incluso a Messi, si se vuelve a repetir otra actuación horrorosa en el Mundial como la del sorprendente estreno con el empate ante Islandia. Una selección que debutaba en un Mundial y un país de 300.000 habitantes que siempre podrá decir que Messi no les hizo un gol.

Leo Messi Islandia
El redactor recomienda