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Lopetegui, tienes un problema: ¿quién va a marcar los goles en España?
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asensio puede ser revulsivo goleador

Lopetegui, tienes un problema: ¿quién va a marcar los goles en España?

Julen Lopetegui sabe que cuenta probablemente con el equipo que mejor combina y más fútbol genera, pero no hay título posible si no se acierta. Costa, Aspas y Rodrigo, los encargados

Foto: Rodrigo Moreno y Diego Costa, con España. (EFE)
Rodrigo Moreno y Diego Costa, con España. (EFE)

¡Gol! ¡gooool! ¡gooooool! Es el momento culminante, el que distingue el fútbol del resto de los deportes. La puntuación es escasa en el balompié, los partidos se ganan con frecuencia por una diferencia mínima y cada vez que el balón entra en la portería es un nivel de felicidad y excitación incomparable a lo que se ve en otras disciplinas. El gol es relevante, es siempre significativo, es único y recordable. Canastas en un partido hay decenas, un gol en el fútbol es una explosión. Por eso el gol de Iniesta, el de Puyol, el de Torres, el de Zidane, el de Maradona, el de Panenka, el de Pelé -que no lo fue- o.... la lista es tan grande como aficionados hay a este deporte. Sin gol no hay fútbol, no hay victorias, no hay nada. Y ese es, precisamente, el problema que puede tener España. Porque el fútbol sobra, pero si no se culmina no se gana.

Julen Lopetegui confeccionó una lista con tres delanteros centro. Si le preguntan un año antes, y es sincero en su respuesta, es prácticamente imposible que en ese elenco no estuviese Álvaro Morata, pero el caso es que su rendimiento es demasiado pobre y la competencia suficientemente alta para que el ostracismo en el Chelsea se convierta también en su sentencia con España. No es la primera vez, ni será la última, que un jugador pasa por ese proceso. Que le pregunten a David Albelda, que en 2008 se convirtió en un catedrático de la cuestión.

Foto: Odriozola. (Reuters)

La técnica mejorable de Costa

El caso es que el delantro favorito no entró entre los 23. Es probablemente el más mediático de los jugadores españoles, también el más caro de la historia con esta nacionalidad, pero nada de eso le ha servido para ser parte del grupo. Sus goles no estarán, así que habrá que buscarlos en otros lugares. Cuando se habla de gol lo normal es, primero, buscarlos en los arietes. Y en la escala internacional el siguiente en la lista es Diego Costa.

También con nombre, también con dudas. Diego Costa es un delantero peleón, trabajador, molestísimo para sus rivales. Es el epítome del cholismo en el campo, y ahí está el problema, que aquí Simeone ni está ni se le espera. La filosofía es completamente diferente y adaptarse a ella es tan complejo como adaptarse a la doctrina del Cholo en el Atlético. Se necesita tiempo y entendimiento. Hace unos meses, en una rueda de prensa, dijo que aquí le tocaba esperar porque en algún momento llegaría la bola buena, todos los que tiene alrededor son genios y pueden hacerlo. Ese, de todos modos, no es su estilo, él siempre fue más un guerrero de ir a buscar, no solo un rematador.

Hay otro problema en Diego Costa, y es que es un futbolísta de grandes cualidades, pero no de una técnica superlativa. En un equipo en el que todos parecen dominar el balón como Mozart el piano, él tiene el pie algo más rígido. Hasta los defensas se sienten cómodos en el control, el recorte o el pase de primeras. Costa es un toro, es rápido y reacciona rápido, tiene gol, va bien por arriba, se podría pegar con cualquier central del mundo. Pero no es un superdotado técnico, ni en el control de balón, ni en el pase rápido. Tiene gol, por rachas, a veces mucho. Y solo con eso puede marcar la diferencia entre ganar el Mundial o no hacerlo.

placeholder Rodrigo Moreno. (EFE)
Rodrigo Moreno. (EFE)

Rodrigo, Aspas y el medio del campo

Junto a él están Rodrigo Moreno y Iago Aspas, dos excelentes jugadores que están por testar al más alto nivel. Ambos tienen una ventaja que Lopetegui ha valorado en toda la lista, su versatilidad. Pueden jugar como arietes, sí, pero también caen a banda. Se asocian con más naturalidad de Costa, pero no son rematadores tan contundentes como su compañero. No les falta gol, los dos han tenido registros muy buenos, pero no pueden jugar de espaldas a puerta con tanta facilidad ni son tan incómodos para los rivales. Tienen, menos puntería que Costa, pero son capaces de abrir más espacios para que lleguen desde atrás, en un estilo más coherente con el clásico dibujo de la España campeona.

Aunque no es concluyente, en el primer partido preparatorio Aspas y Costa fueron titulares. No es probable que sea frecuente el uso de dos a la vez, aunque solo sea porque la nómina extensa de mediocampistas con la que cuenta Lopetegui hace que lo normal sea poblar la medular. Que es otra manera diferente de llegar al mismo objetivo, marcar goles.

Foto: Diego Costa durante la concentración de la selección española para preparar el Mundial de Rusia. (EFE)

Marcar pocos, pero bien

España no ha sido en su mejor época un equipo muy goleador. En el año 2010, el del campeonato del mundo, se marcaron ocho goles en siete partidos. Todos los cruces se ganaron por 1-0. Y con eso vale, un gol lo puede marcar cualquiera, casi literalmente. Los héroes más claros de aquel campeonato fueron Iniesta, que venía de muchos meses en un estado insuficiente de forma física y mental, y Puyol, un central que no era precisamente un artillero.

Además, ahora hay incluso más alternativas que entonces. Piqué y Ramos son capaces de marcar a balón parado y ambos lo han hecho en ocasiones importantes. Koke tiene bastante gol para jugar de interior. Isco también puede marcar. O Saúl, si juega. Pero más allá, Lopetegui tiene este año alternativas suficientes en el banquillo para revolucionar un partido y encontrar el tanto necesario para pasar la ronda.

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GRAF3610. MADRID (ESPAÑA), 05 06 2018.- El portero David de Gea, y el centrocampista Marco Asensio, durante el entrenamiento de la Selección Española en la Ciudad del Fútbol de las Rozas.- EFE JAVIER LIZÓN

Un banquillo con gol

Marco Asensio aún no ha marcado un gol con la selección, pero en su caso solo puede ser cuestión de tiempo. Ha demostrado ser un excelente jugador y un futbolista con mucha capacidad para encontrar la puerta contraria. En el Real Madrid no solo es que haya marcado unos cuantos ya, es que normalmente son de bellísima factura y en los momentos más importantes. No se arruga y tiene todas las cualidades necesarias para entrar en un partido y marcar diferencias. Es rápido y habilidoso, conduce más de lo que suele hacerse en España, lo cual no es necesariamente una desventaja, pues su labor por el momento es ser alternativa.

No es descartable que en algún partido, especialmente si los arietes están fallando, Lopetegui le use de falso 9 del modo que lo hacía Del Bosque con Cesc con frecuencia. En esa segunda unidad es de esperar también a Lucas Vázquez, no tan goleador pero sí con porte para revolucionar un partido. Un jugador, además, que puede entenderse muy bien con Diego Costa.

No hay título sin goles y esa es, probablemente, la mayor pregunta que tiene por delante Julen Lopetegui. El método está claro, lograr que se genere mucho fútbol y se tenga un control total de la pelota, porque desde la posesión es más sencillo llegar al área contraria. Allí, entre unos y otros, pueden encontrar la esencia de este deporte. Y, quién sabe, igual otro gol más que recuerden millones de personas el resto de sus vidas.

¡Gol! ¡gooool! ¡gooooool! Es el momento culminante, el que distingue el fútbol del resto de los deportes. La puntuación es escasa en el balompié, los partidos se ganan con frecuencia por una diferencia mínima y cada vez que el balón entra en la portería es un nivel de felicidad y excitación incomparable a lo que se ve en otras disciplinas. El gol es relevante, es siempre significativo, es único y recordable. Canastas en un partido hay decenas, un gol en el fútbol es una explosión. Por eso el gol de Iniesta, el de Puyol, el de Torres, el de Zidane, el de Maradona, el de Panenka, el de Pelé -que no lo fue- o.... la lista es tan grande como aficionados hay a este deporte. Sin gol no hay fútbol, no hay victorias, no hay nada. Y ese es, precisamente, el problema que puede tener España. Porque el fútbol sobra, pero si no se culmina no se gana.

Julen Lopetegui
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