Thiago puede obligar al ‘alemán’ Dante a superar el test más importante de su vida

“El dolor que frenó nuestra alegría”. Cuando Juan Camilo Zúñiga clavó su rodilla en la espalda de Neymar todo Brasil enmudeció. Sin embargo, ahí no frenó el pesar de la anfitriona. 20 minutos antes de la desafortunada acción sobre la estrella de la ‘canarinha’, Velasco Carballo mostraba a Thiago Silva una amarilla que le impedirá disputar el próximo martes en el Estadio Mineirão de Belo Horizonte la semifinal ante Alemania. Un nuevo escollo, quizá menos mediático pero en la práctica igual de determinante, en el camino de una anfitriona sometida a una estresante presión por levantar una Copa del Mundo que calme los ánimos de la enfervorizada y exigente torcida. La sombra de un nuevo ‘Maracanazo’ ennegrece la paz en un país donde, al margen de la FIFA y sus desmanes, el fútbol es una religión.

"Fue una acción boba. Él (portero) puso el balón encima de mí, no podía salir". Thiago Silva trataba de excusarse sin demasiada fe. Sobre el verde, el expeditivo zaguero arrolló al meta colombiano, David Ospina, para evitar que sacara rápido de puerta e iniciara una posible contra. Era la segunda amarilla en la competición tras la que vio ante México en el segundo partido de la fase de grupos. "Vamos a mostrar que él no provocó al guardameta, quien, al final, le dio una patada a Thiago. El juez no fue feliz en ese partido. Por eso vamos a pedir a la FIFA encuadrar el caso en el artículo que prevé la anulación de la sanción en casos excepcionales como éste". A través de su abogad, la Confederación Brasileña anunció el domingo que intentará apelar la decisión del colegiado español.

El desesperado intento de restablecer el orden tiene pocos visos de llegar a buen puerto. En su artículo 37, el código disciplinario del organismo que rige los destinos del fútbol mundial señala que este tipo de suspensiones sólo se anularán en los siguientes casos: "Con el objeto de restablecer la igualdad entre diversos equipos que no hayan disputado el mismo número de partidos en la primera fase de una competición o en el supuesto de que concurran otras circunstancias excepcionales, la comisión disciplinaria estará facultada para cancelar las amonestaciones que no hayan conllevado a una expulsión". Situaciones que en ningún caso corresponden con la que se produjo en el encuentro de cuartos de final entre Brasil y Colombia.

En un Brasil que no disfruta con el balón en los pies y renuncia a la esencia que le llevó a lucir con elegancia cinco estrellas en su pecho, los miembros de la ‘seleçao’ juegan afligidos, abrumados por la desgracia que les aguarda en caso de derrota. Y es ahí donde suma puntos la importancia de mantener el rigor táctico con una zaga sobria y de garantías. Para suplir el vacío que Thiago Silva deja en la defensa, contra Alemania Scolari podría alinear a Dante o a Henrique. En los cinco partidos previos, el técnico brasileño mantuvo inamovible su centro de la zaga. Sólo a partir del minuto 88 de los cuartos ante Colombia hizo uso de Henrique para acabar defendiendo con tres centrales las embestidas cafeteras. Con todo, lo más probable es que Felipao se decante por la primera opción.

"Su baja será una ausencia importante porque el juego de Brasil se basa en esa estructura defensiva. Ahí es donde Thiago da una gran estabilidad al equipo". Uno de los análisis más razonables llegó de la mano de José Mourinho. El técnico luso, que ya predijo una semifinal entre Brasil y Alemania, usó su puesto ante las cámaras de Yahoo Eurosport para argumentar con criterio los motivos que llevarían a Scolari a decantarse por el central del Bayern de Múnich en detrimento del jugador del Nápoles. "Por supuesto que tienen a Henrique y Dante como opción para jugar. Ante Colombia se decidió por Henrique, pero Dante juega en Alemania y conoce muchos de los jugadores contra los que se enfrentará, tanto los del Bayern, como de la Bundesliga. Por eso, quizá, Dante sea el elegido".

Ahora sin su capitán, toca dar un paso al frente y tomar la decisión que mejor case con su apuesta futbolística. Como advirtió Mou, a favor de Dante juegan las cinco campañas que acumula en tierras teutonas (tres en el Borussia Moenchengladbach y dos en el exitoso Bayern de Guardiola y Heynckes). Si termina siendo el elegido, el capitán Thiago Silva le habrá puesto delante del examen más difícil de su carrera deportiva. Un reto de altura para un jugador sobrio y de garantías. El problema es que Dante se ha mantenido inaudito durante el campeonato. No hay fotos suyas con la ‘verdeamarelha’.

Un partido a vida o muerte

Pese a las piedras en el camino, Brasil afronta el penúltimo obstáculo en su camino a la conquista del Mundial con un dato esclarecedor: siempre ha ganado en partidos oficiales. Siempre que ha habido algo en juego el equipo brasileño ha salido airoso de sus enfrentamientos ante el combinado germano, con el que sólo ha coincidido en una ocasión en una cita mundialista, en la final del Mundial Corea y Japón en 2002, y en otras dos más, en Copas Confederaciones. Sin embargo, el precedente más reciente, disputado en Stuttgart en 2011 y con varios de los protagonistas que coincidirán el martes en Belo Horizonte, terminó del lado alemán, que ganó un partido a Brasil (aunque fuera amistoso) tras más de 18 años de sequía.