España resurgió con los 'malos' y Navarro

España ha empezado ‘su’ Mundial cuatro años y un día después de ganar el Mundial de Japón. La concentración fue la principal arma de la que dispuso el equipo de Sergio Scariolo durante todo el choque, por fin. La ÑBA ha aterrizado en Turquía y se deshecho de una de las candidatas a las medallas. Grecia asomó la cabeza al principio del tercer periodo pero los ‘malos’ de España, los suplentes, sacaron el choque adelante y contradijeron a los que pensaban que el italiano se equivocaba con las rotaciones. Vázquez, Llull, Reyes y Raúl más Navarro protagonizaron el gran último cuarto del partido. Serbia espera en cuartos.

‘España ha perdido el partido por dar demasiado protagonismo a los suplentes’. Es un análisis que se podía leer en crónicas de anteriores partidos como ante Lituania o Francia. Este sábado, en el mejor partido de España en Turquía, fueron los del banquillo los que tiraron del carro. Marc Gasol estuvo a la sombra de un gran Fran Vázquez y Jorge Garbajosa en idéntica situación con Felipe Reyes. El capitán -Juan Carlos Navarro- totalmente recuperado de sus molestias en la espalda, apuntilló hacia el final del encuentro a los helenos sumando en total 22 puntos y siendo el hombre más importante de la victoria.

A Grecia le motivan los comienzos, salieron de vestuarios con energía tanto al principio como tras el descanso. La selección que supuestamente se dejó ganar ante Rusia para no cruzarse con España, encadenó un buen inicio encestando en los tres primeros ataques. La defensa española hacía agua y Scariolo corrigió hacia la mitad del primer cuarto. La Roja remontó tras un tiempo muerto para ganar 22-19 el primer periodo. Primer bache superado.

El segundo cuarto fue para España merced a una gran defensa individual. ‘Ataron’ a Schortsanitis e impedían los tiros de tres con la presión. Sin el quinteto inicial, España se fue de siete en el electrónico y cuando fueron sustituidos Grecia recortó hasta situarse a un punto. Los nuestros se centraron y fueron al descanso con seis de ventaja… y eso que Garbajosa falló dos tiros libres al final.

La ira griega, tras el descanso

El comienzo del tercer periodo fue un huracán griego. Con un parcial de 7-0, España no tuvo más remedio que tomar aire y recibir una charla de Scariolo en un tiempo muerto. Adiós a la defensa individual y bienvenida la zona atendiendo mucho a los lanzamientos de tres. El entrenador acertó y, con los menos habituales, los nervios desaparecieron en ataque. Grecia falló cuatro intentos de triple en sendos ataques y España (con Llull como palomero, Raúl como director de orquesta y Vázquez haciendo de Marc) cogió carrerilla para afrontar los peligrosos últimos minutos con diez de ventaja. Era el momento de sacar a la Bomba para futuros lanzamientos desde el tiro libre.

A falta de menos de tres minutos, Marc salió. La estrategia funcionó porque Navarro tenía su día y porque Gasol tomó bien la medida a la pintura en defensa. Grecia vio cómo su fallido intento de no cruzarse con España fracasó y la finalista del pasado mundial tuvo que hacer las maletas muy pronto.

Lo mejor para España es que ha recuperado confianza y que, desde ya, tiene a 10 titulares en el equipo (Claver y San Emeterio no disputaron ni un segundo). Ante Serbia (ganó a Croacia) se reeditará la final del Europeo del pasado año. El aroma que se respira es el de siempre, el de los actuales campeones.

Ficha técnica

80 - España (22+15+15+28): Rudy (14), Ricky Rubio (6), Navarro (22), Garbajosa (5) y Gasol (4) -equipo inicial-, Llull (9), Reyes (6), Raúl (5), Vázquez (6) y Mumbrú (3).

72 - Grecia (19+12+20+21): Zisis (16), Spanoulis (12), Fotsis (12), Diamantidis (16) y Schortsanitis (13) -equipo inicial-, Bourousis (2), Calathes (1), Printezis, Perperoglou y Tsartsaris.

Árbitros: José Aníbal Carrión (PUR), William Kennedy (USA) y Reynaldo Mercedes (DOM). Los griegos Zsis y Spanoulis fueron eliminados por faltas en el último minuto.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final del campeonato del Mundo de baloncesto disputado en el Sinam Erdem de Estambul ante 9.000 espectadores.