La cara de Míchel al oír a Xavi lo dice todo: "Si el Barcelona hubiera ganado, habría sido justo"

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Se presentaba como la prueba de fuego para ellos, la verdadera vara de medir que iba a dictaminar hasta dónde iba a ser capaz de llegar el equipo, y todo apuntaba a pinchazo del globo, pero acabó siendo justo lo contrario. El Girona dio un puñetazo sobre la mesa en su visita al Barça, dando una exhibición sobre el césped y llevándose los tres puntos en un partido que ya es parte de su historia.

Con un Míchel que tuvo muy claro en todo momento cómo hacer daño a los culés, el Girona salió a por todas, sin ningún tipo de complejos y convencido no solo de que podían sacar un buen resultado, sino de que además era más factible hacerlo jugando al fútbol ante la impotente mirada de un Xavi que observó en primera línea cómo le pasaban por encima.

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Ni el temprano empate de Lewandowski al tanto inicial de Dobvyk, ni el gol de Gundogan que invitó a pensar que iban a temblar las piernas intimidaron al conjunto gerundense, que supo cerrarse bien atrás pero hacerlo mientras no dejaba de golpear a su rival para llevarse un valioso botín, colocando con un 2-4 la bandera del Girona en lo más alto de Montjuic. Tres puntos de oro con los que, de nuevo, se colocan líderes de la clasificación en solitario. Y ya han pasado 16 jornadas.

La cara de Míchel al oír a Xavi lo dice todo

Una vez finalizó el encuentro, ambos entrenador hablaron en los micrófonos de DAZN, produciéndose un curioso momento cuando Xavi, además de destacar la buena labor del Girona, hizo hincapié en el que un triunfo local también habría sido justo: "El Girona tiene mucho mérito lo que está haciendo. Está líder. Hoy más. Nos saca siete puntos y es muy merecido. Ha sido un partido parejo, muy parejo. Creo que se decide por detalles. Si gana el Barça hoy, también diríamos que es justo. Por ocasiones, por tiros, creo que hemos tirado 30 o 31 veces. Quizás los errores en defensa nos han pasado factura. En la primera parte tuvimos el 2-1, e incluso al final tuvimos el 3-3. Pero son detalles. Tienen un gran equipo y una gran propuesta. Ha sido un partido de KO. El que llegaba, golpeaba primero".

"Es un golpe duro. Teníamos esperanza de colocarnos a dos del Madrid y uno del Girona. Ahora estamos a 7 y 5. Nuestra realidad es esta. Este es un Barça en construcción, lo he dicho muchas veces y se ha criticado. Das un paso atrás para dar dos adelante. Hemos hecho cosas bien, ha salido cruz, pero podía salir cara. Hay que seguir trabajando, no queda otra. El año pasado nos vino un mazazo y ganamos dos títulos", explicó el técnico del Barça mientras Míchel, sonriente y mirando al tendido, parecía no compartir lo que decía su homólogo en el banquillo azulgrana.