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El Girona de Michel no es una sorpresa: la mediocridad del Barça de Xavi, tampoco
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El Girona de Michel no es una sorpresa: la mediocridad del Barça de Xavi, tampoco

El Girona se plantó en casa del actual campeón de Liga y lo arrolló con un fútbol ofensivo, vertical y destructivo. Xavi no supo recomponer a su equipo y empeoró al Barça

Foto: Míchel superó a Xavi. (EFE/Alejandro García)
Míchel superó a Xavi. (EFE/Alejandro García)

Minuto 95 de partido en Montjuic. El Girona gana 2-3 y tiene la que, con casi total seguridad, será la última pelota del partido. El equipo catalán, que vence por la mínima a un coloso como el Barcelona, actual campeón de Liga, puede refugiarse en el córner u optar por perder el mayor tiempo posible. En lugar de ello, algo que hubiesen hecho el 99% de los equipos, los gerundenses buscan el área contraria y anotan el definitivo 2-4, obra de Christian Stuani.

Ninguna acción define mejor al actual líder de LaLiga que el último gol anotado en Montjuic. El Girona trituró al Barcelona como al Barcelona le hubiese gustado aplastar al Girona. Con un fútbol ofensivo, basado en el ataque constante, la presión alta, los robos en zonas sensibles, la verticalidad con la pelota y la capacidad de matar al rival de muchas maneras distintas.

La versatilidad demostrada por Míchel contrastó con las múltiples limitaciones tácticas de Xavi Hernández. El entrenador azulgrana, que venía de ver cómo su Barcelona lograba contener a Oporto y Atlético de Madrid gracias a la circulación de la pelota y una presión alta ajustada, volvió a observar un Barcelona de papel sin la pelota que terminó por pegarse varios tiros mortales.

placeholder Miguel Gutiérrez fue indetectable. (Reuters/Albert Gea)
Miguel Gutiérrez fue indetectable. (Reuters/Albert Gea)

"¿Problemas? Los problemas nunca se acaban en el Barcelona", replicó el técnico catalán al ser preguntado sobre la tranquilidad que debería dar el triunfo ante los lusos hace dos semanas. No podría estar más acertado. A pesar de contar con mejores futbolistas, el Barça no tuvo contundencia, dominio de la pelota, fortaleza defensiva o capacidad de reacción durante muchos minutos.

El Barça defendió con la mirada

Lo explicaría Frenkie de Jong en DAZN, nada más terminar el encuentro. "Es una derrota dura, pero no hemos estado bien. Girona lo ha hecho muy bien, pero es culpa nuestra. No hemos estado al nivel que tenemos que estar. No hemos estado finos con la pelota. Yo tampoco, especialmente. Eso nos ha costado el partido", confesó el neerlandés.

Los de Xavi cayeron en la trampa de un Girona sabedor de los múltiples problemas que está teniendo el equipo azulgrana en la salida de balón. Con variantes tácticas poco trabajadas, sin poder conectar con Robert Lewandowski o de liberar de cara a Pedri, Gündogan y Frenkie de Jong, el Girona desnudó al Barcelona en tan solo tres toques.

Una jugada en la que Joao Cancelo se quedó clavado arriba, Joao Félix persiguió a Couto con la mirada y Christensen quedó vendido al espacio ante Tsyngankov. Dovbyk marcó el primer gol de la noche y destapó los primeros silbidos. Ni tan siquiera el gol de Robert Lewandowski, otra vez desaparecido en combate, sirvió para que el Barça pudiese imponer su plan de partido. El Girona golpeó primero, pero también mejor y con más contundencia.

"Perdimos por problemas defensivos. Colectivamente, no defendimos como era necesario", revelaría Gündogan tras el encuentro. O, en otras palabras, había jugadores que se desentendieron de la presión. Algo que se ha repetido sistemáticamente desde que los dos Joaos aterrizaran en Barcelona. El Barça ha perdido sus principales señas de identidad que le convirtieron en campeón la temporada pasada: el vigor defensivo y la presión coral asfixiante.

Xavi criticó a sus delanteros

"No tenemos futbolistas para el ida y vuelta. Tienen cosas difíciles de sujetar. En la primera parte teníamos que habernos puesto delante", explicó Xavi, tras decir que su Barça está "en construcción" con 20 fichajes y más de 250 millones de euros gastados. Miguel Gutiérrez sembró el pánico entre la zaga local, aunque igual de preocupante fue ver avanzar a Aleix García, Couto o Iván Martín sin oposición y conduciendo la pelota durante 15 o 20 metros.

"Ha sido un partido parejo. Si gana el Barça, también diríamos que es justo. Creo que hemos tirado 31 veces. Quizás los errores en defensa nos ha pasado factura. Son detalles. Tienen un gran equipo y una gran propuesta. Ha sido un partido del K.O. El que llegaba, golpeaba primero", añadió Xavi.

"El primer gol es una transición que no ajustamos bien la presión alta. Nos pillan la espalda. Hemos tenido ocasiones para ponernos delante. Ellos han sido más efectivos. Ahí ha estado el partido", remató el técnico azulgrana. Un palo para sus delanteros, a los que de manera indirecta acusaba de no tener la suficiente determinación, pero también a su planteamiento, puesto que no logró anestesiar el ritmo endiablado del Girona.

placeholder El Girona pudo irse con más goles. (Reuters/A. Gea)
El Girona pudo irse con más goles. (Reuters/A. Gea)

Míchel se mostró satisfecho. "Sabíamos que iban a tener una presión intensa, pero que si éramos capaces de dar los dos primeros pases, tendríamos opciones", contestó. Los espacios que el Barça dejaba en cada salto a la presión dio alas a un Girona letal en transición ofensiva. "Ha sido un partido de detalles. Hemos acertado. Empezaron muy fuertes. Acertamos a la contra y el 0-1 nos dio calma", remarcó.

"Nos empataron pronto, pero Miguel Gutiérrez fue un jugador diferencial. Estuvimos bien con el balón, aunque nos pudieron hacer gol en cualquier momento. Partido igualado, con ocasiones. Han tenido una mentalidad brutal. Les dije que tenían que tener mentalidad defensiva en los duelos", zanjó el madrileño.

El Barcelona, que gozó del 3-3 que Lewandowski tiró al limbo, acabó con un central jugando de lateral derecho (Koundé). Un lateral derecho jugando de lateral izquierdo (Cancelo). Un lateral izquierdo jugando de central (Balde). Los cambios de Xavi Hernández no impulsarían a su equipo, que al contrario de Míchel, sigue sin potenciar la mejor versión posible de todos sus jugadores. Un partido para sacar los colores al técnico azulgrana.

Minuto 95 de partido en Montjuic. El Girona gana 2-3 y tiene la que, con casi total seguridad, será la última pelota del partido. El equipo catalán, que vence por la mínima a un coloso como el Barcelona, actual campeón de Liga, puede refugiarse en el córner u optar por perder el mayor tiempo posible. En lugar de ello, algo que hubiesen hecho el 99% de los equipos, los gerundenses buscan el área contraria y anotan el definitivo 2-4, obra de Christian Stuani.

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