Las premonitorias palabras de Ramón Mendoza sobre lo que podía pasar con Enríquez Negreira

Enorme revuelo deportivo en Barcelona. El programa Qué t'hi jugues, de SER Cataluña, destapó este miércoles el pago de hasta 1,4 millones de euros a José María Enríquez Negreira, quien fue árbitro en España desde 1975 hasta 1992 y tras ello vicepresidente del CTA de 1994 a 2018.

La Fiscalía de Cataluña investiga el pago de estas cantidades por parte del Barça, que justificó mediante un comunicado posterior a salir a la luz la información que el dinero era a cambio de "informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional a fin de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial".

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Básicamente, la labor de Enríquez Negreira era informar a los miembros del club blaugrana de cómo debían comportarse con uno u otro colegiado en función de su permisividad con las acciones o los diálogos después de elaborar un perfil sobre ellos. El principal problema de todo ello es que percibía dinero por parte del Barça mientras pertenecía al Comité Técnico de Árbitros ocupando, además, una de las vicepresidencias.

La premonición de Ramón Mendoza

El que fuera presidente del Real Madrid durante una década, desde 1985 hasta 1995, ya señaló directamente a Enríquez Negreira hace 19 años. Concretamente, fue en el 94, con Ramón Mendoza como mandamás y el argentino Jorge Valdano ocupando el banquillo madridista.

En palabras recogidas por Marca en su momento, Mendoza apuntaba directamente a la Federación y al por entonces presidente de la RFEF, Ángel María Villar. "Ocurren muchas más cosas en relación con otros estamentos deportivos que ahora se visten con distintos colores que antes".

Después de ello, señalaba directamente al implicado esta semana, Enríquez Negreira, ya miembro del CTA: "Existe una gran preocupación en cientos de miles de personas con la actuación de Enríquez Negreira desde Barcelona. Habrá que intentar que los árbitros no hablen antes de los partidos siempre con la misma persona. Crea un clima de tensión innecesario en un colectivo estupendo", dijo Ramón Mendoza.