Es noticia
Rodrygo y Vinicius desatascan un partido que olía a tragedia para el Madrid (4-1)
  1. Deportes
  2. Fútbol
QUINTA JORNADA DE LIGA

Rodrygo y Vinicius desatascan un partido que olía a tragedia para el Madrid (4-1)

Con esta victoria, los blancos continúan invictos en Liga y consiguen un pleno que nadie ha igualado. Los bermellones completaron una buena actuación y estuvieron cerca del empate

Foto: Rüdiger y Kang In Lee pelean por la pelota. (EFE/Juanjo Martín)
Rüdiger y Kang In Lee pelean por la pelota. (EFE/Juanjo Martín)

Ir al Bernabéu con la intención de amargarle el día al Madrid es similar a plantarse en una fiesta en pueblo ajeno y buscar pelea. Es complicado estar en peores circunstancias: contra todo y contra todos. Invictos hasta el momento en Liga, los blancos no tenían intención de ceder puntos ante el Mallorca, porque el Barça aprieta. Y no lo hicieron, porque una genial jugada de Rodrygo acabó en una asistencia a Vinicius, que certificó la victoria (2-1).

La baja de Karim Benzema en el Madrid se notó. Atrás quedó la época en la que era un gato que no cazaba, porque ahora es letal en todos los lugares del campo que se mueve. El francés, candidato más que nunca al Balón de Oro, es la piedra filosofal de este equipo. Un tipo que es como el buen vino: cada año es mejor futbolista. Y que hace aún mejores a sus compañeros. Miren a Vinicius.

Eden Hazard fue el sustituto de Benzema, pero está lejos del nivel del francés. Y del suyo propio. Ese que mostró en el Chelsea y que llevó al Madrid a pagar más de 90 millones de euros por él. Un talento que no ha explotado en España. En ningún momento. Algo parecido le ocurrió en su momento a Kaká.

placeholder Rodrygo se deshace de varios defensores. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Rodrygo se deshace de varios defensores. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La gestión de Ancelotti

El Madrid es un equipo en el que se nota la mano del entrenador. Desde que Carlo Ancelotti regresó, todo ha ido a más. Nadie lo imaginaba como campeón de Champions y ahora tiene la decimocuarta. Como en el ajedrez, todo parece encaminado a que las blancas juegan y ganan.

Los planes del Mallorca pasaban por esperar rezagados atrás, conscientes de que en el ida y vuelta no tenían nada que hacer ante el Madrid. Su oportunidad estaba en una rápida salida desde el fondo, con un Kang-In Lee que fue el mejor director de operaciones del ataque bermellón.

El Madrid estaba plano en ataque. Con un buen Vinicius, incisivo como siempre en la banda izquierda. Y con un Dani Ceballos cuya personalidad se nota, pero que se excede en la conducción. Se trata de llevar la pelota con rapidez al área contraria, no de que vaya al mismo ritmo que un carrito de un bebé.

placeholder Jaume Costa y Lucas Vázquez intentan llegar a la pelota. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Jaume Costa y Lucas Vázquez intentan llegar a la pelota. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La comodidad del Mallorca

El dominio blanco no estaba intimidando en absoluto al Mallorca. A veces, uno tiene miedo, pero basta con no aparentarlo ante el adversario. Así llegó el primer tanto de los visitantes, que confirmaron su buena actuación ante el Real Madrid. Cuando uno es pequeño, siempre tiene más capacidad para soñar.

Kang In Lee centró al segundo palo, donde esperaba Muriqi. El delantero se deshizo con suma facilidad de Mendy, que estuvo torpe en esa defensa, y batió a Thibaut Courtois como si nada. Lo celebraron con mucha vehemencia en el banquillo bermellón y no era para menos. No es habitual ir por delante en el Bernabéu.

El descanso estaba más próximo que nunca, pero, como bien dijo Juanito, los partidos en el Bernabéu son "molto longo". El árbitro casi tenía el silbato en la boca cuando Fede Valverde arrancó en una internada similar a la de Sergi Roberto hace varias temporadas. Se deshizo de todos los que tenía por delante y con un zurdazo mandó el balón a la escuadra. Fue el momento perfecto para el empate.

placeholder Fede Valverde y Dani Ceballos celebran el gol del empate. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Fede Valverde y Dani Ceballos celebran el gol del empate. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La genialidad de Rodrygo

El mazazo fue duro para un Mallorca que no alteró en nada su plan a lo largo de la segunda parte. Jugaba con parsimonia, porque el reloj no corría en su contra. Estuvieron muy cerca de ponerse 1-2, en un remate que se marchó fuera por muy poco, obra de Antonio Sánchez. Uno nunca puede perdonar en el Bernabéu.

La conexión brasileña se encargó de desatascar un encuentro que se antojaba más a tragedia que a comedia. Una buena internada de Rodrygo acabó en una asistencia a Vinicius, que batió a Rajkovic tras un buen recorte. Más tarde fue el propio Rodrygo el que aseguró el triunfo con un golazo después de varios regates de calidad. Y Rüdiger el que cerró la fiesta con un gol en el descuento. Al final va a ser verdad eso de que las blancas juegan y ganan.

Ir al Bernabéu con la intención de amargarle el día al Madrid es similar a plantarse en una fiesta en pueblo ajeno y buscar pelea. Es complicado estar en peores circunstancias: contra todo y contra todos. Invictos hasta el momento en Liga, los blancos no tenían intención de ceder puntos ante el Mallorca, porque el Barça aprieta. Y no lo hicieron, porque una genial jugada de Rodrygo acabó en una asistencia a Vinicius, que certificó la victoria (2-1).

Real Madrid
El redactor recomienda