Detienen a varios futbolistas de Primera y Segunda por amaño de partidos

La Policía Nacional ha puesto en marcha este martes la Operación Oikos contra varios jugadores de Primera y Segunda División por estar vinculados a un supuesto caso de amaño de partidos para beneficiarse de las apuestas deportivas. En la supuesta trama se encuentran tres excanteranos del Real Madrid como Raúl Bravo, Borja Fernández y Carlos Aranda, además de otros como Samu Saiz (jugador del Getafe que se encontraba en Ibiza de vacaciones), Íñigo López (jugador del Deportivo de La Coruña) o Agustín Lasaosa, presidente del Huesca. En total son diez detenidos, aunque solo seis pasarán a disposición judicial.

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Entre los partidos manipulados para efectuar apuestas se encontraría el Valladolid-Valencia de la última jornada de Liga, que terminó 0-2 y permitió al equipo de la capital del Turia certificar su clasificación para la Champions. El conjunto vallisoletano ya había logrado una jornada antes asegurarse su permanencia en Primera. En el primer gol, un defensa del Valladolid perdió absurdamente el balón en la frontal del área y el Valencia no tuvo dificultades para perforar la portería rival. El segundo gol del equipo rival llegó por otra pérdida absurda del Valladolid que permitió al delantero del Valencia Rodrigo encarar la meta rival sin oposición. Las sospechas se multiplicaron cuando los expertos vieron cotizaciones anormales en las cuotas de victoria con hándicap.

Otros encuentros estarían también bajo la lupa de los investigadores. Las autoridades imputan a los implicados organización criminal, corrupción entre particulares y blanqueo de capitales. El dispositivo ha recibido el nombre de operación Oikos, casa en griego (muchos de los implicados han pasado por la liga de aquel país). En las actuaciones, en las que está interviniendo la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía, se esperaban más de 10 detenidos, entre los que también se encuentra Juan Carlos Galindo Lanuza, actual jefe de los servicios médicos del Huesca, y se espera que sigan saliendo más nombres.

Los cabecillas de la trama desarticulada serían Raúl Bravo y Aranda. Ambos jugadores, así como Borja Fernández, coincidieron en las categorías inferiores del Real Madrid, a la que también perteneció Samu Saiz. Este último, mucho más joven, jugó en el Huesca, donde coincidió dos temporadas con Íñigo López y con Agustín Lasaosa, que lleva en el club desde 2007.

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José María Olmo

El Huesca ha protagonizado partidos alarmantes en el tramo final de esta temporada, como el Huesca-Valencia del pasado 5 de mayo, que terminó 2-6 y ya iba 0-5 al descanso, y el Betis-Huesca del 12 de mayo, con el equipo aragonés ya descendido y que terminó con victoria de los andaluces por 2-1. En ambos casos, la apuestas registraron cotizaciones anormales que hicieron saltar las alarmas. No obstante, según fuentes de la investigación, las pesquisas de la operación Oikos afectarían a partidos disputados por otros conjuntos de Primera y Segunda División.

Todo comenzó la pasada temporada, cuando las apuestas del Huesca-Nàstic, de Segunda, alcanzaron las cifras más preocupantes que se hayan registrado en España en los últimos cinco años, como adelantó El Confidencial. El secretario general del organismo supervisor Federbet, Francesco Baranca, aseguró entonces que los valores de aquel partido fueron los más "alarmantes que se han producido en España desde el Racing-Hércules de 2013". Un hilo del que tirar que dio como resultado esta operación.

Las autoridades siguieron la pista de quién pudo estar involucrado en las apuestas de dicho partido y, después de muchos meses de dura investigación, han conseguido llegar a la conclusión de que varios futbolistas de primer nivel se encontraban involucrados. De momento, todos los jugadores que han salido a la luz han jugado en Primera, siendo el nombre más destacado el de Raúl Bravo: no en vano, tiene una Champions, una Intercontinental, cuatro Ligas y llegó a jugar la Euro 2004 con España.

El modus operandi

La investigación, según la Policía, ha permitido corroborar que los investigados alcanzaron acuerdos con diferentes jugadores para "amañar" esos dos partidos, mientras que otro de Tercera División resultó infructuoso, aunque los jugadores implicados se comprometieron a compensar las pérdidas realizando otro en el futuro.

[Cómo se detectan posibles amaños de partidos de fútbol]

Según la Policía, la manipulación de los encuentros se realizaba en varias fases. En la primera se seleccionaban los partidos, bien del inicio de la liga o de su final. Después, se intentaban pactar apuestas combinadas -resultados parcial y final, resultado final y córneres, por ejemplo-, lo que les permitía incrementar notablemente los márgenes de ganancia. Asimismo, llevaban a cabo un proceso de captación, con una primera aproximación de tanteo a algún miembro de la plantilla, preferiblemente a uno de los capitanes.

Una vez aceptado el amaño, el pago a los jugadores implicados se producía siempre en metálico y en dos fases: una previa al encuentro y otra una vez producido el resultado pactado. Los responsables de la organización eran los encargados de anticipar el dinero correspondiente al primer pago a los jugadores y a las apuestas.