Lenglet, el escudero perfecto que hace feliz a Piqué y se ha comido a Umtiti

Es difícil destacar a un jugador en el Barça que no sea Leo Messi. En este equipo, que va camino de su séptima liga en diez años tras imponerse este sábado a la Real Sociedad (2-1), él es la estrella indiscutible y a su lado, con más o menos renombre, van acumulándose jugadores. Uno de los que llegó sin hacer ruido y ya se ha convertido en pieza indiscutible para Ernesto Valverde es Clement Lenglet, la mejor pareja de baile de Gerard Piqué en la defensa culé.

La importancia de Lenglet ha vuelto ha quedar de manifiesto. Si bien podía haber hecho más en el gol de Juanmi, su solidez defensiva está fuera de toda duda. El francés no es el jugador más rápido ni el que mejor juega con los pies, tampoco el más flexible y atlético; pero está donde tiene que estar, rara vez comete errores y aporta muchísima tranquilidad. Le ha quitado el puesto a un convaleciente Umtiti, que renovó el año pasado con el club tras muchas dificultades y ya se le busca destino en Italia e Inglaterra, y este sábado abrió el muro de la Real con un soberbio testarazo a la salida de un córner botado por Dembélé, que significó su segundo tanto con la elástica blaugrana tras el logrado en Copa ante la Cultural Leonesa.

En estos meses en el Barça, Lenglet se ha caracterizado por ser un central fuerte e inteligente, cualidades con las que se hizo un nombre en Sevilla, y comentadas son en el Camp Nou sus intervenciones desde atrás, cuando el delantero ya se ve con el caramelo en la boca. Ahí es cuando aparece Clement para interceptar el remate o robar la cartera. Suele salir en limpio y no se complica la vida. Responde al perfil que gusta en la Ciudad Condal. Esta temporada ya ha jugado 40 partidos, 21 en el campeonato doméstico. Seguramente nadie esperaba que fuera hacerse tan pronto con la titularidad, pero trabajando desde un perfil bajo ha conseguido ganarse el respeto y la admiración de compañeros y cuerpo técnico.

Francia no le ha convocado

Es curiosa su historia con la Selección de Francia. No fue al mundial y, en la úlltima convocatoria de Deschamps en marzo para los encuentros de clasificación para la Eurocopa 2020 no fue incluido. El técnico prefirió a su compañero Umtiti, al cual le ha comido la tostada. El técnico explicó su decisión argumentando que Lenglet carecía de experiencia internacional y que eso para él era muy importante. No se entiende, se mire como se mire. El Barça pagó 34 millones para hacerse con sus servicios y el tiempo le ha dado la razón a la directiva porque, como ocurrió en Sevilla, el impacto del galo ha sido inmediato. Llegar y besar el santo. Ha jugado a gran nivel en los partidos más importantes del curso y en las semifinales europeas contra el Manchester United secó a Lukaku. Si mañana los azulgranas jugaran la final de la Champions, el que tendría todas las papeletas para partir de inicio sería Lenglet.

Clement ha evolucionado mucho en los últimos años a todos los niveles. De su etapa en la capital hispalense es bien conocida las maratonianas sesiones de vídeo que hacía después de cada partido, viendo donde flaqueaba para limar errores. A Berizzo le encantaba su profesionalidad y a Valverde también. Piqué duerme tranquilo porque sabe que, si él falla, tiene un comodín de garantías a su lado. Hacía tiempo que en Can Barça sobraba la meditación. Lenglet utiliza como nadie el cuerpo y su gran posición en el campo le permite solventar acometidas de rivales mucho más rápidos. La pelota no es su fuerte, pero no pierde un pase, algo capital en Barcelona. Lenglet no es un proyecto de futuro, sino una realidad. Donde va, triunfa.