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El naufragio del Real Madrid: Zidane se hunde... si no hace grandes fichajes
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DOLOROSA DERROTA EN VALENCIA

El naufragio del Real Madrid: Zidane se hunde... si no hace grandes fichajes

Zidane es un náufrago más que ha decidido vivir desde dentro la ruina y el desplome de futbolistas que le dieron mucho, y ahora le toca ser frío y responsable

Foto: El Real Madrid cayó derrotado ante el Valencia, que persigue los puestos de Champions. (Reuters)
El Real Madrid cayó derrotado ante el Valencia, que persigue los puestos de Champions. (Reuters)

Un año después del golazo de chilena de Cristiano Ronaldo a la Juventus en Turín, el Real Madrid se hunde en un final de temporada que es una agonía. Zidane, que decidió bajarse de este barco porque no lo veía claro y había tomado una sabia decisión, se volvió a subir. Ahora está en el naufragio. El Real Madrid se hunde con Zidane como capitán de la nave. La derrota en Valencia (2-1) es otro golpe en la línea de flotación de un Madrid a la deriva que necesita una seria y profunda reconstrucción. A Zidane le entran los siete males cuando se le pronuncia la palabra ‘limpia' y responde que es una falta de respeto. Lo que es una falta de respeto son los disgustos que están dando estos jugadores a su afición. Un equipo triste. Un continuo quiero y no puedo.

Todo lo que se diga sobre los males del Real Madrid suena a repetitivo porque el origen de todo este desaguisado está en una mala planificación de la temporada, que le corresponde a la cúpula, y en el desgaste de futbolistas con síntomas de agotamiento físico y mental. El efecto Zidane, el tercer entrenador de la temporada, ha durado solo dos partidos. Al tercero se ha desinflado esa energía positiva e ilusión que provoca el técnico de las tres últimas Champions. Se deshincha la esperanza que puede haber en recuperar la mejor versión de Keylor Navas, Marcelo, Kroos, Modric, Marco Asensio o Benzema. Algunos de los titulares en Mestalla. El Madrid no puede caer en el mismo error de no fichar un 'cazagoles' contrastado.

Foto: Luca Zidane, durante los ejercicios de calentamiento en el partido contra el Huesca. (EFE)

Zidane ha querido ser una víctima más de una temporada bochornosa en la que el Real Madrid acumula ya 15 derrotas nueve en la Liga—. Así lo ha elegido Zizou. Con lo bien que había visto el fin de ciclo, después de ganar la Champions al Liverpool, y lo tranquilo que estaba en su casa, se ha subido a un caballo perdedor. Estará en la foto de los perdedores y en las páginas de la historia de uno de los peores Real Madrid por el que pasaron Lopetegui, Solari y Zidane en un banquillo en el que únicamente se puede enloquecer de la frustración de ver a un equipo en escombros.

El recuerdo de un equipo perdedor

El Real Madrid es un dolor. La imagen de un gigante con pies de barro que no sabe a qué juega, con jugadores a los que no les responden ni las piernas ni la cabeza. Un equipo sin ritmo, espeso, lento en la circulación del balón, desmoralizado, sin chispa, que no intimida ni asusta y sin gol. Sí, SIN GOL en las grandes citas. Será recordado como un Real Madrid perdedor que acabó con Zidane sepultado por el fracaso. Un equipo deprimido, un proyecto ruinoso en lo deportivo y económico. Un campeón de Europa que se arrastra y pide que suene la campana para acabar este combate. El sufrimiento.

Zidane es un náufrago más que ha decidido vivir desde dentro la ruina y el desplome de futbolistas que le dieron mucho, y ahora le toca ser frío y responsable. Tomar decisiones importantes con jugadores que han tocado fondo y no son recuperables. A Bale e Isco los dejó en el banquillo en un día grande. Relevante. Están en venta. Pero aquí hay mucha tela que cortar y más que las bajas, que puedan ser dolorosas, lo que tiene que hacer si es valiente es apretar a Florentino Pérez para que le haga un equipo prácticamente nuevo y se gaste el dinero en fichajes de nivel.

Un año después del golazo de chilena de Cristiano Ronaldo a la Juventus en Turín, el Real Madrid se hunde en un final de temporada que es una agonía. Zidane, que decidió bajarse de este barco porque no lo veía claro y había tomado una sabia decisión, se volvió a subir. Ahora está en el naufragio. El Real Madrid se hunde con Zidane como capitán de la nave. La derrota en Valencia (2-1) es otro golpe en la línea de flotación de un Madrid a la deriva que necesita una seria y profunda reconstrucción. A Zidane le entran los siete males cuando se le pronuncia la palabra ‘limpia' y responde que es una falta de respeto. Lo que es una falta de respeto son los disgustos que están dando estos jugadores a su afición. Un equipo triste. Un continuo quiero y no puedo.

Zinédine Zidane
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