La amarga felicidad de Diego Costa: rompe su sequía y se vuelve a lesionar

En un minuto, Diego Costa vivió la euforia y la decepción. Marcó el gol que adelantó al Atlético de Madrid ante el FC Barcelona (1-1) y acto seguido se lesionó. Estrenó su casillero de goles esta temporada en Liga y volvió a sufrir un problema muscular. El Atleti ronda en el liderato en la competición doméstica y la clasificación para octavos de final de la Champions League, pero su referencia ofensiva no termina de arrancar. Cuando no es su falta de puntería es su físico. Fue una noche de contrastes para el '19'.

Costa celebró con rabia su gol. Con mucha excitación. Toda la que lleva acumulada desde el inicio de la temporada mediado el mes de agosto. En la Supercopa de Europa ganada al Real Madrid realizó un partido espectacular, una de sus mejores actuaciones vestido de rojiblanco. No solo en esta segunda etapa en el equipo colchonero, también si se tiene en la primera. Pero aquella versión del hispano-brasileño no ha vuelto a aparecer en todo su esplendor.

Desde aquel partido en Tallin solo había vuelto a marcar un gol: el 18 de septiembre en la visita al Mónaco. Desde entonces, más de dos meses de sequía que rompió este sábado contra el Barcelona. Lo hizo en un córner bien ejecutado por el Atlético. Todos los jugadores rojiblancos se movieron hacia el primer palo y Costa lo hizo hacia el segundo, justo hacia donde iba el balón. Su remate de cabeza no fue muy potente, pero Ter Stegen se escurrió y la pelota le pasó por encima.

Costa explotó. Solo él sabe lo que ha pasado todos estos meses sin marcar, la de vueltas que le habrá al asunto intentando encontrar una explicación a su falta de gol. En ese tiempo siempre ha tenido la confianza absoluta del Cholo Simeone, que no duda ni por un momento que su equipo es Costa y diez más. "Diego Costa es un animal. Cada vez que está en el campo el equipo es capaz de ganar", dijo tras el duelo contra el Barça.

Para ganar al equipo azulgrana, el Atlético se entregó a Costa y Griezmann, a lo que pudieran cazar en un contragolpe o a balón parado. No especuló ni un segundo el equipo rojiblanco: fue sacar el Barça de centro y dar un par de pasos atrás. Así vivió tranquilo durante casi todo el partido, pues el Barça fue incapaz de penetrar el muro levantado por Simeone.

Así transcurrió el duelo, casi sin ocasiones, hasta que a la hora de partido un robo de Griezmann acabó con un pase suyo dentro del área. Piqué evitó que Costa convirtiera en gol. A la segunda, previa mano de Arturo Vidal que el árbitro del VAR no creyó que fuera penalti, el delantero no falló.

Justo después, antes de que el Barcelona sacara de centro, pidió el cambio por unas molestias. Una anécdota si no fuera porque es la tercera lesión muscular de la temporada. Se lesionó a principios de octubre y también a principios de noviembre. Ninguna vez de manera de grave, pero sí lo suficiente para cortarle el ritmo. Lo que sumado a su falta de gol han convertido en una pesadilla este tramo de la temporada.

Encima Dembélé empató en el 90'. Lo que podía haber sido una fiesta para Diego Costa acabó siendo una noche amarga. Volvió a marcar, sí, pero también se lesionó y vio desde el banquillo cómo el Barça evitaba la victoria del Atlético. Simeone sigue sin ganar al Barça en Liga como entrenador rojiblanco.