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La venganza del despreciado Piqué en Cornellà
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marcó el gol del empate en el derbi (1-1)

La venganza del despreciado Piqué en Cornellà

"Insultar a mi familia es una falta de respeto, mandar callar es lo mínimo que podía hacer", dijo Piqué, que marcó el gol del empate del FC Barcelona en el derbi contra el Espanyol

Foto: Así celebró Piqué su gol en el Espanyol-FC Barcelona. (Reuters)
Así celebró Piqué su gol en el Espanyol-FC Barcelona. (Reuters)

La venganza se sirve en plato frío. Y en Cornellà había frío y una lluvia impenitente que dejó el césped como una ciénaga en algunas partes del campo. Gerard Piqué se la tenía guardada al Espanyol y se quedó a gusto. Han sido unos cuantos derbis en los que ha visto y escuchado cómo le insultaban a él, a su pareja Shakira y a sus hijos, así que después de eliminar al Espanyol en la Copa del Rey ya soltó lo de “Espanyol de Cornellà” con toda la intención del mundo, que no era otra que la de provocar y ofender a los aficionados pericos. Y lo logró. Pero la ofensa la tenía tan dentro que a falta de ocho minutos para que se terminara el encuentro y con 1-0 en el marcador, cabeceó a puerta y lo celebró mandando a callar a la grada no una, sino dos veces. Es más, en una de ellas se aprecia cómo tiene el dedo meñique levantado, lo que, evidentemente, ya ha sido y será interpretado como ‘poner los cuernos’ a la grada.

Piqué es, sin duda, el jugador más despreciado e insultado por la afición del Espanyol, que no ha dudado en hacérselo saber de manera más o menos mayoritaria en todos y cada uno de los partidos que el central ha disputado en su estadio. Así que Piqué primero optó por la palabra (“Espanyol de Cornellà”) y ahora por el gesto para devolver la afrenta después de empatar el encuentro con su gol y evitar así la primera derrota de su equipo en la Liga en un campo y ante un rival ante el que al culé le habría escocido particularmente perder, por muchos puntos de ventaja que lleve el Barça en el campeonato. El Barça de Valverde ya ha superado el récord del de Guardiola en la 2009/10 con 18 victorias y cuatro empates, pero todo, absolutamente todo, quedará enterrado con el gesto de Piqué. Quien crea que el jugador no era consciente de lo que dijo hace dos semanas y de lo que ha hecho ahora es que no le conoce. No fue ningún ‘cruce de cables’, las pulsaciones estaban en su sitio. Es más, después del gol recibió una entrada de Gerard Moreno, hubo tangana con Umtiti al final y el que paró al francés fue él. Piqué tenía la espina bien guardada y había decidido que era el momento ideal para sacársela.

placeholder Piqué se quejó de que el Espanyol no haga nada con lo que insultan a su familia. (EFE)
Piqué se quejó de que el Espanyol no haga nada con lo que insultan a su familia. (EFE)

Tiempo, tertulias, filias y fobias habrá de sobra para debatir hasta la saciedad de si el gesto del azulgrana ha sido desmesurado o apropiado teniendo en cuenta lo que antes había vivido, que es algo que no se puede obviar, pero en ese terreno irracional, de tripas, en el que el fútbol siempre se ha revolcado y vivido cómodamente, lo de Piqué quedará ya como una imagen icónica. ¿O acaso nadie se acuerda de cuando Raúl González lo hizo en el Camp Nou en 1999? Porque los aficionados azulgrana sí. Y ni se lo han perdonado ni se lo perdonarán jamás.

“Bueno… el gesto de Piqué lo enmarco dentro de todo lo que ha sido esta semana. Es la rivalidad. Mira que hay jugadores para hacer gol y lo ha hecho Piqué… pues bueno”, declaró un Valverde que corrigió a su jugador con lo de que el Espanyol “es de Barcelona” en rueda de prensa e intentó por todos los medios enfriar los ánimos antes del partido. “¿Piqué? No sé, no sé… Son cosas que pasan. Los derbis son esto. Han pasado cosas dentro y se quedan ahí”, aseguró Iniesta a beIN Sports todavía en el césped bajo la lluvia. “Un jugador no puede silenciar a una afición como la nuestra. El Espanyol sabrá estar por encima”, fue la opinión de un Quique Sánchez Flores al que, evidentemente, le escocía.

placeholder Chen Yansheng, presidente del Espanyol, este domingo en Cornellà. (EFE)
Chen Yansheng, presidente del Espanyol, este domingo en Cornellà. (EFE)

Faltaba escuchar a Gerard Piqué. El pasado lunes, cuando firmó y celebró emocionado su renovación hasta el 2022, ya adelantó que no se arrepentía en absoluto de lo que había dicho y que si los medios queríamos otro titular tendríamos que esperar al derbi. Vamos, que ya tenía previsto hablar, así que nada de un cruce de cables espontáneo. “Insultar a mi familia es una falta de respeto, mandar callar es lo mínimo que podía hacer. ¿Cuernos? ¿Cómo? Yo sólo he mandado callar. Son obvios los motivos que tengo, durante las últimas veces que he venido no sólo se han dirigido no a mí, que eso me da igual, sino a mi familia. Una parte de la afición, que no son pocos, aluden a mi familia. No los hago callar a todos. Conozco a gente del Espanyol, amigos, que son buena gente, pero si el club no lo denuncia, es que al final están todos en esto”, afirmó. Respecto a la responsabilidad de los futbolistas, comenzó reconociendo que sí, que la tenían, pero añadió: “Somos personas y también hay un límite, si los de arriba que son los que mandan y tienen poder no dicen nada no nos quedaremos callados. Si me denuncian a mí por decir que son de Cornellà y no a su gente… Cada vez están más desarraigados. Que son de Cornellà es una obviedad. Tienen un propietario chino y todos sus consejeros son chinos. Sé que dolieron mis palabras, pero lo que dice su afición también duele mucho. Con el sarcasmo intenté devolvérsela y parece que ha funcionado, porque se han gastado una pasta con anuncios diciendo que son de China, de España, de italia y hasta de Tabarnia”. Con la ‘pasta’ se refería al anuncio del club en los medios de comunicación.

La guinda a todo el pastel fue la gresca que siguió antes al finalizar el partido. Así lo ha reflejado el árbitro Gil Manzano en el acta en el apartado ‘Otras incidencias’: “Al finalizar el encuentro cuando entramos en el túnel de vestuarios nos encontramos con un tumulto de jugadores oficiales y personal de ambos clubes discutiendo entre ellos sin observar ningún tipo de agresión”.

Ficha técnica

1. RCD Espanyol: Diego López; Aarón, Naldo, David López, Marc Navarro (Javi López, min.76); Darder, Víctor Sánchez; Jurado (Sergio García, min.61), Granero, Baptistao (Carlos Sánchez, min.85) y Gerard Moreno.

1. FC Barcelona: Ter Stegen; Semedo (Sergi Roberto, min.57), Piqué, Umtiti, Digne (Jordi Alba, min.75); Coutinho, Paulinho, Busquets, Iniesta; Alcácer (Messi, min.57) y Suárez.

Goles: 1-0, min.66: Gerard Moreno. 1-1, min.82: Piqué.

Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó a Busquets (min.29), Naldo (min.40), Umtiti (min.52), Sergio García (min.79), Gerard Moreno (min.82) y Jordi Alba (min.85).

Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo segunda jornada de LaLiga Santander disputado en el RCDE Stadium ante 23.827 espectadores.

La venganza se sirve en plato frío. Y en Cornellà había frío y una lluvia impenitente que dejó el césped como una ciénaga en algunas partes del campo. Gerard Piqué se la tenía guardada al Espanyol y se quedó a gusto. Han sido unos cuantos derbis en los que ha visto y escuchado cómo le insultaban a él, a su pareja Shakira y a sus hijos, así que después de eliminar al Espanyol en la Copa del Rey ya soltó lo de “Espanyol de Cornellà” con toda la intención del mundo, que no era otra que la de provocar y ofender a los aficionados pericos. Y lo logró. Pero la ofensa la tenía tan dentro que a falta de ocho minutos para que se terminara el encuentro y con 1-0 en el marcador, cabeceó a puerta y lo celebró mandando a callar a la grada no una, sino dos veces. Es más, en una de ellas se aprecia cómo tiene el dedo meñique levantado, lo que, evidentemente, ya ha sido y será interpretado como ‘poner los cuernos’ a la grada.

Gerard Piqué
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