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Bartomeu busca cabeza de turco para cargar con los últimos fracasos del Barcelona
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Robert Fernández y Albert Soler, señalados

Bartomeu busca cabeza de turco para cargar con los últimos fracasos del Barcelona

El presidente ha optado ahora por agarrarse a tres pilares: las renovaciones de Messi e Iniesta y el cambio en el organigrama deportivo para demostrar así que se ha hecho autocrítica

Foto: Albert Soler (i) y Robert Fernández (d), dos de los señalados para salir del Barcelona. (EFE)
Albert Soler (i) y Robert Fernández (d), dos de los señalados para salir del Barcelona. (EFE)

Josep María Bartomeu le ha encontrado el gusto a dar entrevistas individuales en lugar de una rueda de prensa. Se siente más cómodo así, y en esta ocasión le tocó a la televisión privada 8tv. Más allá de repetir que Messi está renovado y que ya se hará la foto, que está ilusionado con el proyecto y evitar ya la expresión ‘principio de acuerdo’ al hablar de Iniesta para cambiarlo por un “estará en el Barça hasta que él quiera”, el presidente dejó claro que en breve rodarán cabezas. Con el disgusto de la afición por el desastroso verano y las 7.000 firmas recogidas ya por Agustí Benedito en la moción de censura, Bartomeu cree que lo mejor es ofrecer al pueblo una cabeza de turco que sirva para tapar el caos organizativo en el que se ha convertido el club. Alguien tiene que cargar con la culpa de los últimos fracasos y dos nombres tienen todas las papeletas: Robert Fernández y Albert Soler.

“Le he pedido a Pep Segura que haga un análisis de la actuación de la dirección deportiva en verano, un informe, porque sí hemos hecho autocrítica y habrá tiempo para tomar medidas si es necesario”, declaró en el programa ‘Fora de Joc’. Pep Segura fue nombrado mánager deportivo el pasado mes de julio, en plena operación entrada y salida, aunque Bartomeu ha querido aclarar que él no participó en ninguna decisión, sólo se dedicó a tomar nota para realizar un informe. Salvo sorpresa, los señalados serán el secretario técnico Robert Fernández y el hasta ahora hombre de confianza de Bartomeu, Albert Soler, director de deportes profesionales.

Bartomeu no sabe mucho de fútbol. Hay que recordar que en su juventud practicó el baloncesto y que cuando entró en el Barça con Joan Laporta en el 2003 fue como responsable de las secciones de baloncesto, balonmano y hockey. Con Sandro Rosell fue vicepresidente deportivo, aunque, por ejemplo, en el fichaje de Neymar, el más importante, él mismo se ha encargado de repetir una y otra vez que no tuvo nada que ver y fue Sandro el que con sus contactos se hizo cargo de todo. La especialidad de Bartomeu es no mojarse aunque caigan chuzos de punta y para ello ha ido contratando a un ejército de consultores, ejecutivos y equipos varios de asesores que vienen y van.

Los números cantan. Desde el 2010, cuando entró de nuevo en el Barça con Sandro, han pasado ha tenido tres directores generales distintos: Antoni Rossich, Nacho Mestre y Òscar Grau. En el área deportiva se comenzó con Andoni Zubizarreta, que saltó por los aires a las primeras de cambio después del encontronazo entre Messi y Luis Enrique en Navidad de 2014. También entonces era necesario echarle las culpas a alguien de lo que no estaba funcionando. Tras él hubo una comisión técnica con directivos que metían mano, es decir, que no sólo daban su opinión. Más tarde se fichó a Robert Fernández y lo último fue ponerle por encima a Pep Segura en pleno mes de julio, cuando el caso de Neymar ya les había estallado en las narices.

placeholder ¿Cuándo firmará Leo Messi su renovación con el FC Barcelona? (EFE)
¿Cuándo firmará Leo Messi su renovación con el FC Barcelona? (EFE)

El de director de comunicación también es un cargo de alto riesgo en el Barça. En los últimos años: Pere Jansá, Ketty Calatayud, Xavier Martín, Albert Montagut, Albert Roura y, actualmente, Toni Ruiz y José Manuel Lázaro. Casi nada. Y aun así sigue habiendo fallos evidentes. Pero claro, si el presidente no se entera hasta mediados de julio de que Neymar se quería marchar cuando los jugadores ya lo sabían desde el 30 de junio, ¿de quién es la culpa? ¿Del departamento de comunicación? ¿Del área deportiva? ¿De los directores generales? El asunto es que sea de cualquiera menos suya, que se escuda en haberse fiado demasiado en el padre del jugador, que le engañó.

Visto desde fuera, la sensación general es más de caos y huidas hacia adelante que de cambios organizativos y estructurales meditados según las necesidades reales del club. Con los primeros cánticos, el sábado pasado en el derbi ante el Espanyol, de ‘¡Bartomeu, dimisión!’ en el Camp Nou y la moción de censura en marcha (parece imposible que se reúnan las casi 17.000 firmas necesarias, pero el toque de atención ya es importante), el presidente ha optado ahora por agarrarse a tres pilares: las renovaciones de Messi e Iniesta y el cambio en el organigrama deportivo para demostrar así que se ha hecho autocrítica, aunque por supuesto la culpa nunca es suya. El mejor ejemplo de la manera de proceder en este sentido de Bartomeu fue cuando el Barça como institución fue el condenado como culpable en las irregularidades por el fichaje de Neymar y se llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que se debía pagar 5,5 millones de euros, mientras él y Rosell quedaban exonerados. En lo suyo, un maestro.

Josep María Bartomeu le ha encontrado el gusto a dar entrevistas individuales en lugar de una rueda de prensa. Se siente más cómodo así, y en esta ocasión le tocó a la televisión privada 8tv. Más allá de repetir que Messi está renovado y que ya se hará la foto, que está ilusionado con el proyecto y evitar ya la expresión ‘principio de acuerdo’ al hablar de Iniesta para cambiarlo por un “estará en el Barça hasta que él quiera”, el presidente dejó claro que en breve rodarán cabezas. Con el disgusto de la afición por el desastroso verano y las 7.000 firmas recogidas ya por Agustí Benedito en la moción de censura, Bartomeu cree que lo mejor es ofrecer al pueblo una cabeza de turco que sirva para tapar el caos organizativo en el que se ha convertido el club. Alguien tiene que cargar con la culpa de los últimos fracasos y dos nombres tienen todas las papeletas: Robert Fernández y Albert Soler.

Josep Maria Bartomeu
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