Es noticia
No se quiso ir al Barça: cuando Isco sintió que ya no es el patito feo del Real Madrid
  1. Deportes
  2. Fútbol
rubricó su renovación hasta 2022

No se quiso ir al Barça: cuando Isco sintió que ya no es el patito feo del Real Madrid

Isco decidió hace meses que su sitio está en el Real Madrid. Ya ha adquirido la categoría de jugador importante, algo que le ha costado unos cuantos años. Las dudas de antaño quedaron despejadas

Foto: Isco ha firmado un nuevo contrato con el Real Madrid hasta 2022. (EFE)
Isco ha firmado un nuevo contrato con el Real Madrid hasta 2022. (EFE)

Hace tiempo, bastante, estuvo calentando en una banda durante un eterno segundo tiempo. No jugó. Era un partido importante para el Real Madrid y entonces Isco sintió que posiblemente su aventura vestido de blanco acabaría antes de lo previsto. Ese sentimiento presidió su vida durante un eterno período, en el que no tenía claro que algún día triunfaría en la capital. La pasada temporada comenzó nublada, pero el cielo se fue despejando poco a poco. Tanto como para, llegado un momento, cuando desde la Ciudad Condal se manoseba su nombre sin parar, no dudar de que lo mejor era quedarse en el lugar en el que es feliz. Por eso ha renovado hasta 2022, según inormó el club blanco este jueves. "A lo mejor hubo algún contacto, pero nunca me planteé fichar por el Barcelona", dijo el jugador durante la rueda de prensa que ofreció por su renovación.

Hace poco más de un año, cuando el mercado de fichajes estaba en plena ebullición, su nombre apareció durante varios días en los medios. El Tottenham esperaba ansioso su respuesta, igual que el Málaga aguardaba esperanzado con una cesión que tenía a la afición blanquiazul ilusionada. Pero no, Isco rechazó de plano hacer las maletas y optó por jugársela a las órdenes de Zidane. Eran tiempos en los que parecía que la carrera del centrocampista navegaba sin un rumbo fijo, protagonizaba un viaje hacia ninguna parte, sin plaza en el once, sin rol de protagonista estelar.

Durante la exitosa campaña pasada, con Liga y Champions League en el zurrón, poco a poco fue ganando terreno. Es cierto que hubo momentos en los que tuvo la sensación de que la historia se repetía, que vivía en un bucle permanente, sin adquirir la relevancia esperada. Un día, en el estadio del Villarreal, le cazaron las cámaras bromeando con Morata, rumiando ambos sus penas, comentando entre risas la permanente suplencia que les unía. Pero todo aquello mutó a un panorama muy diferente en el tramo final del ejercicio. Su salto de calidad fue espectacular.

James Rodríguez

Durante semanas el Barcelona apareció en escena. Las noticias se desbordaban, colocando a Isco con rumbo a la Ciudad Condal, con una renovación de contrato que, decían algunos, no firmaría. Pero en Madrid siempre se ha sentido feliz y esa dicha se multiplicó cuando su rol a las órdenes de Zidane fue ganando peso específico. Bale estaba fuera de combate por una desgraciada lesión, James no daba señales de vida e Isco fue adquiriendo ese estatus que durante tanto tiempo estuvo buscando. Y por fin no tuvo más remedio el entrenador francés que darle galones de primer espada.

Le pagan bien, se siente dichoso en el vestuario, a gusto con los compañeros con los que comparte la vida y por ello llegó a la conclusión de que no va a estar mejor en otra parte. Fue al final de la campaña pasada cuando su juego fue desbordante, creciendo sin freno hasta alcanzar hoy una consideración de futbolista superior. Su evolución ha llegado a su última fase, ya es uno de los importantes, un jugador que un día puede esperar en el banquillo o hasta quedarse en la grada debido a las rotaciones de Zidane, pero ya no es el patito feo de antaño, que permanecía estancado en tierra de nadie.

placeholder Isco, durante el España-Italia. (Cordon Press)
Isco, durante el España-Italia. (Cordon Press)

Lopetegui

Ahora se atreve con todo, por eso su juego es tan atractivo, también efectivo. Isco juega ahora sintiendo que ya no tiene que examinarse cada vez que salta a un terreno de juego. Se siente plenamente soberano para expresarse con plena libertad. Ahora está suelto, su cerebro transmite a sus piernas las órdenes precisas, que son interpretadas con un espectacular desparpajo, sin miedo a fallar. Sigue teniendo claro que con Zidane no hay un once titular fijo, que las alineaciones no se repiten, pero ya no tiene dudas, está entre los 13/14 futbolistas principales, se ha alejado del furgón de cola de manera definitiva. Cuando se avecina un partido importante, lo que no pasaba antes, Isco está en casi todas las quinielas para ser uno de los once elegidos.

Un episodio también ha sido fundamental para entender el paso al frente dado con tanta determinación por el mediocampista andaluz. En agosto de 2016 se hizo oficial el nombramiento de Julen Lopetegui como nuevo seleccionador nacional. La apuesta de Ángel María Villar, ahora en la rampa de salida como presidente de la RFEF, fue recibida con alborozo por Isco, consciente de que el estratega siempre le tuvo en gran consideración. Con la Roja sí tiene categoría de titular fijo, de ahí su extraordinario partido ante Italia, noche en la que se atrevió con todo. Una noche en la que el cisne se mostró en todo su esplendor...

Hace tiempo, bastante, estuvo calentando en una banda durante un eterno segundo tiempo. No jugó. Era un partido importante para el Real Madrid y entonces Isco sintió que posiblemente su aventura vestido de blanco acabaría antes de lo previsto. Ese sentimiento presidió su vida durante un eterno período, en el que no tenía claro que algún día triunfaría en la capital. La pasada temporada comenzó nublada, pero el cielo se fue despejando poco a poco. Tanto como para, llegado un momento, cuando desde la Ciudad Condal se manoseba su nombre sin parar, no dudar de que lo mejor era quedarse en el lugar en el que es feliz. Por eso ha renovado hasta 2022, según inormó el club blanco este jueves. "A lo mejor hubo algún contacto, pero nunca me planteé fichar por el Barcelona", dijo el jugador durante la rueda de prensa que ofreció por su renovación.

Isco Zinédine Zidane
El redactor recomienda