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Zidane corea el 'Uno para todos y todos para uno' del Real Madrid desde el primer día
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se esperan rotaciones en riazor

Zidane corea el 'Uno para todos y todos para uno' del Real Madrid desde el primer día

El campeón comienza la defensa del título con exactamente la misma filosofía con la que completó una fantástica temporada: nadie es más que su compañero, todos tienen el mismo valor

Foto: Los madridistas celebran el gol de Benzema al Barça. (EFE)
Los madridistas celebran el gol de Benzema al Barça. (EFE)

El Real Madrid empieza hoy la Liga. La defiende como campeón. Ha transcurrido un lustro desde la última vez que se encontró ante esa alta responsabilidad y entonces dejó de pelear por el título antes de jugar la mitad de los partidos. Revalidar un trofeo siempre es más complicado que lograrlo por vez primera. El Madrid es hoy por hoy el equipo a batir. Siempre lo es, por ser el Madrid, claro, pero la actual realidad del fútbol español y europeo, donde no tiene a nadie aparentemente a su altura, le impone una obligación aún superior de conseguir lo mismo que ya obtuvo hace menos de tres meses. Ser el mejor y confirmarlo en el campo, ese es el reto mayúsculo al que aspiran los grandes equipos de la historia. Lo que hace únicos a los Barça de Guardiola, Brasil del 70, la Juventus actual en su tierra...

Se han producido variaciones en el equipo campeón, más significativas de lo que las apariencias pueden indicar. Sí, no se han ido futbolistas titulares, ningún indiscutible ha dejado la plantilla, solo se han ido suplentes. Reemplazos que se complementaban de forma excelente con los más utilizados y que aportaban muchos granos de arena para crear la gran montaña que fue el Madrid 2017. Sin excusas y con piezas nuevas sustitutivas, Zidane empieza el curso futbolístico 17-18 con la misma idea que hizo creer al madridismo: no hay nadie más importante que el otro, todos valen lo mismo. Cada uno aporta lo que puede, lo que se necesita de él en cada momento, pero todos son indispensables. Para la cita ante el Deportivo, Kovacic, con algunas molestias físicas, tiene descanso, entrando en la convocatoria Marcos Llorente.

La palabrería en el fútbol rara vez funciona, las pruebas empíricas son lo que prevalecen siempre y en todo lugar. Sí o sí se cumplirá lo que dice Zidane. Nunca hasta el momento ha faltado a su palabra, y no es corriente encontrarse a un entrenador que sea sincero públicamente, no totalmente, al menos. Todos tan metódicos y reservados con su planteamiento, tienden a ocultar a la prensa y, por tanto, a afición y rivales, sus métodos, sus decisiones y su manera de organizar a sus equipos. Zizou dijo en sus primeros meses que iba a jugar siempre con Cristiano, Bale y Benzema. Lo cumplió siempre que las lesiones o las bajas de estos se lo permitieron y fue campeón de Europa muriendo con esa idea. Luego, con el cambio de temporada, adaptó su discurso a las necesidades. Empezó a hablar, o más bien a rechazar, la idea creada por los medios de comunicación del 'equipo A' y el 'equipo B'. No existían tales diferencias, sino que todos eran uno y juntaban esfuerzos para el mismo objetivo. Se repitió el camino: triunfo tras triunfo se ganaron dos títulos.

"Aquí no hay equipo A y B"

"Estamos todos en el mismo barco. Aquí no hay equipo A y B, hay jugadores importantes, todos queremos lo mismo y siempre va a haber cambios en el equipo. No sé si tengo la mejor plantilla del mundo, pero seguramente tengo una plantilla fantástica. Mejorar podemos mejorar porque tengo jugadores que son muy jóvenes todavía y que van a aprender. El objetivo es intentar mejorar porque sabemos que va a ser más difícil este año". Esto lo dijo antes de viajar a A Coruña para jugar la primera jornada. El discurso no varía: uno para todos y todos para uno.

Ese 'uno' no es otro que el trofeo que recogerá Sergio Ramos en la segunda jornada contra el Valencia. Que llegue al Bernabéu y no se vaya en mayo de 2018 a ningún otro lado. La confianza está alta en el vestuario madridista, producida por diferentes puntos de vista. Llena de gozo y emoción al Madrid mirar al Camp Nou y no observar nada más que caos y autodestrucción progresiva e irrefrenable. No da más que alegrías el Barça en este lado del puente aéreo. No hay un aspecto positivo a destacar en estos momentos y faltan menos de dos semanas para que el club azulgrana no pueda hacer ni un movimiento más. Messi cada vez está más solo, se fue Neymar y Suárez volverá a mediados de septiembre. No llegan fichajes ilusionantes y los que aterrizan en Barcelona suponen una decepción tras otra. ¿Qué quiere decir esto? Que el rival que hay, el verdadero enemigo por el título, está a años luz del estado de forma del Madrid.

Por otra parte, la acumulación de talento entre los 23 miembros del actual plantel del que dispone Zidane promete un rendimiento muy constante. Cuando falta un futbolista aparece otro por detrás que no reduce el nivel en ningún momento, sino que lo mantiene estable, constante. El barco sigue su rumbo directo a puerto. Piensen sin ir más lejos en el encuentro de vuelta de la Supercopa de España. Jugaron Asensio, Kovacic y Lucas, descansaron Isco, Casemiro y Bale. ¿Qué pasó? Que el Madrid jugó incluso mejor que en el Camp Nou, con una exhibición de 45 minutos memorable, lo cual no es fácil, pues el nivel de la ida fue muy alto, al igual que en la Supercopa de Europa contra el United, donde estuvieron los otros tres jugadores.

Zidane confía en su plantilla ciegamente. En alguno más que en otro, obviamente. Habrá, como es natural, quien juegue 50 partidos y otros tendrán que conformarse con participar como muchísimo en 20. Pero esa seguridad de no tener a Casemiro, pero tener a Kovacic y Marcos Llorente, no tener a Marcelo y tener a Theo, no tener a Isco y tener a Asensio, no tener a Modric y tener a Ceballos (y un largo etcétera) le permite hablar de la igualdad de clases dentro de su plantilla y que suene creíble. El mejor ejemplo es que no está Cristiano... ¿y quién se lamenta?

Alineaciones probables

Deportivo: Rubén Martínez; Juanfran, Schär, Sidnei, Luisinho; Guilherme; Fede Cartabia, Borges, Mosquera, Bakkali; y Florin Andone.

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco; Bale y Benzema.

Árbitro: González González (Colegio castellanoleonés).

Estadio: Abanca Riazor.

Hora: 22.15.

El Real Madrid empieza hoy la Liga. La defiende como campeón. Ha transcurrido un lustro desde la última vez que se encontró ante esa alta responsabilidad y entonces dejó de pelear por el título antes de jugar la mitad de los partidos. Revalidar un trofeo siempre es más complicado que lograrlo por vez primera. El Madrid es hoy por hoy el equipo a batir. Siempre lo es, por ser el Madrid, claro, pero la actual realidad del fútbol español y europeo, donde no tiene a nadie aparentemente a su altura, le impone una obligación aún superior de conseguir lo mismo que ya obtuvo hace menos de tres meses. Ser el mejor y confirmarlo en el campo, ese es el reto mayúsculo al que aspiran los grandes equipos de la historia. Lo que hace únicos a los Barça de Guardiola, Brasil del 70, la Juventus actual en su tierra...

Zinédine Zidane
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