Cinco lesiones musculares en el último mes hacen saltar las alarmas en el Real Madrid

El Real Madrid ha cerrado un año de ensueño. Con cuatro títulos en 2014, el conjunto blanco ha recuperado la vitola de conjunto ganador, convirtiéndose por derecho propio en el mejor equipo del mundo. Así lo confirma la escarapela que el club madridista llevará en su pecho a partir del 1 de enero del próximo año, de la que buena parte de 'culpa' la tiene Carlo Ancelotti. El entrenador italiano ha llevado al Madrid a recuperar su mejor fútbol, pero un problema empieza a meter el miedo en el cuerpo de la afición: las numerosas lesiones musculares que está sufriendo.

El problema físico sufrido por Marcelo, que le tendrá tres semanas de baja,ha destapado una tónica que está sufriendo el club blanco en el último mes. Alguno de los jugadores básicos del esquema de Ancelotti empiezan a dejar entrever síntomas de cansacio, verbalizados por Toni Kroos:"¡No veo la hora de que llegue el verano. No había jugado más en toda mi vida. Estoy empezando a cansarme y para colmo, en España no hay parón en enero, como en Alemania. Así es que habrá que ir tirando. Supongo que me darán descanso en algún momento", aseguraba. Sin duda, el reflejo de una realidad.

Después de varias temporadas en las que el conjunto blanco no terminaba de carburar al nivel que se esperaba de un equipo de su calidad, Ancelotti encontró la varita mágica: concepto de equipo, intensidad en el campo y velocidad con el balón controlado fueron algunas de las claves dentro del terreno de juego. Pero uno de los grandes secretos tuvo que ver con la gestión del grupo. Saber tener involucrado a toda la plantilla en busca de un objetivo común, sin fisuras, fue el gran logro del italiano, capaz de acabar con los fuegos que existían dentro del vestuario.

Su objetivo era claro: contar un once inicial fijoy conuna serie de jugadores que fueran entrando en el equipo, pero sólo cuando hiciera realmente falta. Lesiones o sanciones se convirtieron en la gran razón de Ancelotti para dar oportunidadesa sus suplentes, además de algún premio por el trabajo en forma de minutos. Esta situación provocó que los automatismos generados enel campo fueran mucho más sencillos de aprender y, por tanto, que el conjunto blanco prácticamente jugara de memoria. Pero todo tiene una cara B: el cansacio acumulado se dejó notar.

La pasada temporada, el equipo blanco acabó con lareserva encendida. El ejemplo más claro fue el de Cristiano Ronaldo, que jugó buena parte del tramo final de curso con problemas de tendinitis en su rodilla izquierda, fruto de la sobrecarga de partidos. En la presente temporada, el Real Madrid continúa con el pulso ganador, liderando con mano de hierro la Liga, metiéndose a lo grande en octavos trasdominarsu grupo de la Champions y levantando la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Pero el fantasma del cansancio ha vueltoa hacer acto de presencia, provocando más de una lesión.

El último problema sufridopor Marcelo en la final de Marrakech evidencia que la fatiga de algunos de los titulares empieza a hacer mella en el equipo: en el último mes y medio, hasta cinco indiscutibles han sufrido problemas físicos como consecuencia de la sobrecarga de partidos: Luka Modric, James Rodríguez, Gareth Bale, Sergio Ramos y el brasileño. Salvo el croata, el resto de jugadores han sufrido pequeños problemas que les han tenido alejados algunos partidos del campo o incluso sólo sustos, como es el caso del defensa sevillano, pero el físico empieza a resentirse.

Ancelotti, poco amante de los cambios en el equipo, sabe que está obligado a manejar esta situación si no quiere sufrir un bajón físico de cara al final de temporada. Una vez conseguidos los primeros objetivos a mitad de campaña, será necesario que la plantilla rote para evitar la sobrecarga de jugadores de cara al momento definitivo del curso. Los primeros síntomas de cansancio se empieza a notar en un equipo poco acostumbrado a las rotaciones: el técnico italiano tiene la pelota en su tejado, consciente de que la exigencia puede provocar un bajón en el momento decisivo del curso.