Cambios, inventos y castigos o por qué el Barcelona de Luis Enrique aún no carbura

"No queremos inventar nada, sólo nos gustaría ser un equipo imprevisible dentro de la previsión que supone ser los que siemprellevanel peso del partido". Luis Enrique sabe que tiene por delante un importante trabajo en el Barcelona, pues está obligado a dotar de una nueva identidad a un equipo que la perdió la pasada campaña. El problema radica en que ya se ha disputado un cuarto de la temporaday el asturiano continúa sin dar con la tecla: continuos cambios en el once, reposicionamiento de jugadores y castigos están marcando la actualidad de un Barça que, por fortuna para el técnico, sigue ganando.

La sanción de la FIFA al Barcelona por las irregularidades en los fichajes de menores extranjeros provocó que el máximo organismo del fútbol mundial le impusiera una sanción de dos ventanas de fichajes sin poder contratar a un solo jugador. Por suerte para el conjunto azulgrana, se le permitió que el castigo fuera aplazado una temporada, por lo que el Barça tenía claro el plan: hacerse connumerosos jugadores para formar un equipo competitivo durante los dos próximos cursos. Tras 170 millones de euros en siete jugadores, se esperaba que el Barça recuperara el buen juego de temporadas anteriores.

Pero nada más lejos de la realidad. Ni el fichaje estrella de Luis Suárez (81 millones) ni de hombres importantes como Ivan Rakitic (18 kilos) o Claudio Bravo (12) han servido para revitalizar al conjunto azulgrana. Las dudas del Barça no sólo no se han disipado, sino que se han acrecentado, pues algunas de las decisiones que está tomando Luis Enrique no se están entendiendo en exceso. De hecho, una de las grandes críticas que está recibiendo es la falta de estabilidad del equipo, pues aún no ha repetido ni una sola vez alineación en lo que va de temporada, algo inexplicable cuando se busca estabilidad.

Es decir, cuando un equipo está obligado a renovarse para pelear por todo, la lógica hace pensar que en los primeros partidos se contará con once tipo, a partir del cual empiezan a hacerse variaciones menores, bien por sanción, lesión, rotación o por el simple estado de forma de algunos jugadores. Pero en el caso de Luis Enrique no ha sido así. De hecho, el problema no está sólo en las continuas sustituciones de jugadores en el esquema, sino incluso en los cambios de posición que un mismo hombre sufre de un partido a otro. Ambas situaciones provocan gran desconcierto sobre el terreno de juego.

Mascherano compagina su posición como central con el medio del campo; Luis Suárez juega más en banda que en punta; Mathieu pasa del eje central de la defensa al lateral izquierdo; Rakitic se ha olvidado de la mediapunta para desempeñarse como mediocentro; Messi se ha convertido en un pasador de lujo... demasiados jugadores fuera de posición para un equipo que está obligado a aprender de nuevo los mecanismos que le hicieron grande. Pero las continuas rotaciones no son el único problema que está sufriendo un Barça prácticamente irreconocible con el club que marcó una época hace escasos cursos.

Por si fuera poco, a lo largo de la temporada Luis Enrique ha tomado varias decisiones con jugadores que la afición no termina de entender: una de las más polémicas ha tenido que ver con Gerard Piqué, que se pasó varios partidos consecutivos sin contar para él técnico, además de los muchos otros en los que se ha quedado en el banquillo; Pedro es otro de los casos flagrantes, pues a pesar de brillar siempre que juega, su participación con el equipo es residual; y el más escandaloso es elde Martín Montoya, que ha pasado de ser un prometedor jugador a querer dejar el club ante la falta de oportunidades.

Pero sigue habiendo muchos detalles que no terminan de convencer al aficionado: el Barça no sólo ha fallado en los dos partidos más exigentes (PSG, 3-2 y Real Madrid, 3-1), sino que el fútbol atractivo que se espera de este equipo sigue sin llegar. Pese a que dominalos partidos, no da la sensación de peligro en ataque de otros años, pese a tener más pólvora que nunca y buena parte del problema puede llegar por la falta de creación en la medular. De hecho, cuando los partidos se han complicado, Luis Enrique ha tirado de un Xavi Hernández con el que no contaba. Viejas soluciones a problemas nuevos.

Sin un estilo definido, salvo por el hecho de querer dominar la posesión, este Barça sigue sin brillar. La milagrosa victoria ante el Valencia ha evitado ataques feroces hacia el equipo culé, pero lo cierto es que la brillantez sigue sin aparecer. Tercero en Liga -con un partido menos-, segundo en Champions y con piey medio en los octavos de Copa, el mayor argumento a su favor de Luis Enrique es que aún puede luchar por todo. Sin embargo, su equipo está obligado a mejorar si quiere pelear por ganar algún título, aunque el propio entrenador no quiere reconocer que su equipo está jugando peor de lo esperado.

En lo puramente deportivo, todo hace indicar que, después de la Copa, Luis Enrique alineará a la tripleta formada por Neymar-Messi-Suárez, además de dar de nuevo la alternativa en el once a un Xavi que ocuparía la posición de un Andrés Iniesta que regresó al onceante el Huescadespués de más de un mes de lesión. El Espanyol, por su parte, llega al derbi en el Camp Nou con todos sus efectivos disponibles y después de sumar dos victorias consecutivas. Un partido que no será fácil para el Barça, obligado a mejorar de manera inmediata si no quiere sufrir un nuevo susto en casa.

Alineaciones probables:

Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Xavi, Busquets, Rakitic; Messi, Suárez, Neymar Jr.

Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Álvaro, Colotto, Fuentes; Lucas Vázquez, Cañas, Víctor Sánchez, Salva Sevilla; Sergio García, Caicedo.

Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva, del comité gallego.

Estadio: Camp Nou.

Horario: 17:00 horas.