Raúl García continúa siendo un seguro de vida para el Cholo y el Atlético de Madrid

Tras un arranque de pretemporada dubitativo de cara a gol, el Atlético de Madrid se desquitó el pasado domingo con un festival de goles en el plácido triunfo ante un tierno Wolfsburgo (1-5). Era el cuarto amistoso de preparación de cara a un curso plagado de expectativas que el vigente campeón de Liga y subcampeón de Europa espera cumplir. Sobre el césped, ni Mandzukic, ni el debut de Griezmann, ni el sobresalto que produjo ver a Mario Suárez grogui sobre el césped tras su aparatoso choque con Ansaldi. El auténtico protagonista del encuentro fue Raúl García. Suyos fueron los dos primeros goles, el primero de cabeza a la salida de un corner y el segundo tras culminar una gran jugada de Koke.

En Alemania, el argentino probó con un 4-4-2 donde el croata proveniente del Bayern y Raúl García figuraban en punta. En banda el Cebolla y Juanfran, de vuelta a su originario puesto en el interior, con Gabi y Mario (sustituido por Tiago tras el golpe) en la medular. Un dibujo que se aleja del 4-2-3-1 que persigue el entrenador colchonero para llevar a cabo un giro en el sistema que priorice las bandas y deje en el corazón del área al ‘killer’. Un papel de brazo ejecutor que, a día de hoy, recae sobre un Mandzukic quien, pese a estrenarse en pretemporada en tierras bávaras gracias a un gol de penalti que provocó él mismo, no termina de convencer al Cholo.

Si en la zaga las llegadas de Siqueira, Jesús Gámez o Ansaldi parecen cerrar el grifo, no ocurre lo mismo en la sala de máquinas y en el ataque. El argentino no se esconde y pide a gritos la llegada de otro ‘9’ puro. Según las últimas informaciones, el mexicano Raúl Jiménez es el hombre que habría elegido el club para repartirse el pastel con el croata. En el país azteca hablan de una oferta de 15 millones de euros por parte del equipo madrileño para hacer efectivo el pase del delantero del América.

“Para mí se trata de una oportunidad que hay que provechar. Surgen de repente. Hablamos del actual campeón de Liga y por ello es una buena opción. Llegado el caso, si se alcanza un acuerdo, me tendré que ganar el sitio en el once”, comentó el jugador tras conocerse el interés del equipo español. Sin embargo, su contratación peligraría debido a unos comprometidos tuits donde el jugador de 23 años declaró su amor por el Real Madrid. Un hecho que recordó a la tirante relación que en su día mantuvo la parroquia atlética con José Antonio Reyes. Por el momento se trata de un insistente rumor y las opciones de Fernando Torres y Roberto Soldado no estarían completamente descartadas. Del mismo modo, se espera la llegada de otro jugador que genere juego en la zona de tres cuartos de cancha, ya sea por el centro (Cazorla, el hombre por el que suspiran en el cuadro atlético) o por banda (Callejón). Fichajes que, unidos al 4-2-3-1 como esquema de cabecera, complicarían la presencia en el verde de Raúl García. Con Gabi, Tiago y Mario Suárez repartiéndose los minutos como mediocentros, en la línea de tres figurarían Griezmann, Arda, Koke y una de las peticiones del Cholo aún por llegar.

Pese a las dificultades, el jugador no pierde la esperanza. Con la puerta de entrada (y de salida) abierta de par en par en busca de los ansiados refuerzos que acaben de perfilar la plantilla, el navarro se erige como un seguro de vida para los exigentes requerimientos que emanan de la pizarra del Cholo. Uno que siempre está cuando se le necesita. "Raúl García es un gran ejemplo en este momento. Juega amistosos y hace goles, juega Liga de Campeones y hace goles, juega Liga y hace goles, juega Copa y hace goles... En el campo habla. El ejemplo lo tienen en el vestuario". El técnico argentino no dudaba en piropear a uno de sus alumnos más aventajados. Las declaraciones tenían lugar en la previa del partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Sant Andreu, con todo el pescado vendido tras el 0-4 de la ida.

Durante el pasado curso, el año de la confirmación del ‘cholismo’ como una alternativa real al bipartidismo implantado a golpe de talonario impuesto por Real Madrid y Barcelona, todo salía a pedir de boca en el Manzanares. Sin embargo, algunos chicos, término cariñoso al que el Cholo apela para referirse a sus pupilos, peleaban por una plaza en un once que cotizaba al alza. Fue el caso de Raúl García. Pese a que no cabían todos, el navarro no desistió y supo digerir la ansiedad por la falta de minutos aumentando el ritmo en cada entrenamiento. El paradigma de un trabajador incansable, un tipo humilde que, pese a no ser el mejor en ninguna faceta del juego, ha encontrado ese punto de madurez y equilibrio tan valorado por los entrenadores. Poco a poco el trabajo dio sus frutos y el centrocampista se destapó como segundo punta acompañando al intocable Diego Costa. El resultado ya lo conocen: 17 goles y 6 asistencias.

Encarna la tan demandada figura del hombre que ofrece músculo, tiro exterior y un poderío en el juego aéreo que causa estragos en las defensas rivales.Tres ingredientes básicos a la hora de encandilar a unDiego Pablo Simeonecon reconocida predilección por las jugadas a balón parado y la capacidad para sorprender desde atrás. Obligado a regresar cedido a casatras una primera etapa de cuatro años (2007-2011) gris en el Calderón, donde los pitos y las críticas se convirtieron su día a día, la llegada del Cholo y la capacidad para jugar sus cartas supusieron el impulso necesario para creer y, sobre todo, crecer. Ampliada su relación contractual con el club hasta 2018 desde el pasado febrero, el jugador supo canalizar esa confianza que le otorga el arropo de la grada, técnico y compañeros con goles vitales para los intereses del equipo. Todavía es pronto para aseverar cuál será la apuesta del Cholo cuando llegue la hora de jugarse las castañas. Eso sí, el esfuerzo no se negocia y de eso Raúl García sabe un rato.