Un triste Barça cae en Granada y ahonda en su proceso de descomposición
Los culés pierden 1-0 dando una imagen triste, alejada de la grandeza que este grupo de futbolistas se ganó título tras título. Ya no depende de sí mismo
El FC Barcelona ha dejado de depender de sí mismo en la lucha por la Liga. Después de perder en Granada por 1-0 dando una imagen triste, alejada de la grandeza que este grupo de futbolistas se ganó título tras título, la victoria del Real Madrid le ha colocado a la cola del grupo de cabeza. Es más, una victoria este domingo del Atlético de Madrid, líder, pondría a los catalanes a cuatro puntos, es decir, a dos errores de ellos, con los que se enfrentan en la última jornada.
La desgracia culé se amplió en un encuentro triste para ellos, que ahondó en la crisis abierta esta misma semana con la eliminación de la Champions en el Calderón, y a sólo cuatro días de la final de Copa del Rey ante el Madrid. Si ya cae en Mestalla, en sólo una semana, el proyecto de Martino habría echado por tierra todo el año. Y lo que es peor, esta descomposición en el campo, que se mezcla con las noticias extradeportivas negativas de los últimos meses, está engullendo a todos, incluidos a Messi, Iniesta, Neymar o Busquets.
Nadie se salva de ella, y nadie consigue salvar, la inercia negativa que llevan los culés, y que quedó patente en la gris imagen demostrada en la derrota del Granada, quinta en esta Liga. La final de Copa podría servir de redención, pero para ello el Barcelona debe jugar como sabe, y no como lo hizo en Granada.
Respecto a la eliminación del miércoles, las sensaciones no mejoraron desde el primer momento del duelo en Los Cármenes. El Barça de Martino, en quien los jugadores nunca han creído, deja imágenes que son más trascendentes y significativas que lo que indicaría una simple consecuencia de un tropiezo o una adversidad puntual. El gol de Brahimi a pase de Piti al cuarto de hora del inicio trajo ansiedad a un conjunto azulgrana que nunca pareció que empezaba la jornada como segundo clasificado a un punto del líder, el Atlético de Madrid.
Pedro fue titular junto a Messi y Neymar en el ataque. Cesc e Iniesta llevaban la batuta mientras Xavi descansó en el banquillo. Song hacía de Busquets, porque Busquets tuvo que jugar en el centro de la zaga junto a Mascherano. El gol inicial, por cierto, fue a la espalda del campeón del mundo, desubicado.
De Messi es difícil saber qué pensar
Neymar, dolorido tras un choque, que pareció fortuito, contra Iturra, mostró su enfado dejando un gesto feo ante el cuarto árbitro. El brasileño, que lo cierto es que no se esconde, intentaba en la primera parte sin acierto desbordar por la izquierda mientras su enfado y su exceso de revoluciones quedaban cada vez más patentes. De Messi ya es difícil saber qué decir. A ratos, espera literalmente parado entre los defensas rivales, como si aguardase que la jugada encontrara su talento en vez de que sea éste el que guíe el ataque de su equipo.
Iniesta trata de imponer su categoría, pero en su equipo falta la ilusión o el hambre que ha caracterizado todo el proyecto culé en el último lustro. Según avanzaba la segunda mitad, el Granada se atrincheró en su área, y el portero griego Karnezis detuvo una falta a Messi y un disparo a bocajarro de Busquets. Neymar avisó antes con un tiro cruzado e Iniesta dio una patada al aire en un remate franco, algo impropio de su calidad. Pero lo cierto es que pese a rondarlo y parecer inminente, el empate no llegó, y el ambiente se fue poniendo más feo para los visitantes.
Jordi Alba entró por Adriano, en busca de algo de profundidad, y después Martino quitó a Busquets por Alexis, pasando a Song a la defensa, cambio solo entendible si Busquets estaba con problemas físicos. La imagen del equipo fue a peor, mientras el Granada simplemente se defendía en dos líneas muy juntas que el Barça no conseguía inquietar como es de esperar de un equipo que se está jugando la Liga.
Casi más por estar tan cerca de la portería rival que por verdadera agresividad ofensiva, primero Neymar, tras gran acción de Alexis, y a acto seguido Iniesta con un tiro que rozó la cepa del poste izquierdo, intentaron maquillar el marcador y, lo que era casi más importante, la imagen de un equipo que da síntomas de descomposición. Se llegó el final con un Barça irreconocible, con una formación casi aleatoria, sin orden ni concierto, y unos jugadores que tampoco encontraron el acierto que se le intuye al talento y caché que ostentan.
Irremediablemente, el 1-0 pasó las estadísticas oficiales de la competición, dejando al Granada en zona cómoda y al Barça obligado ahora a esperar el fallo de los demás, mientras evita que su propio barco, que ya hace aguas, no acabe hundiéndose escandalosamente antes del final de la temporada.
- Ficha técnica:
1; Granada CF: Karnezis; Nyom, Ilori, Murillo (Mainz, m.88), Foulquier; Iturra; Brahimi (Bravo, m.65), Fran Rico, Recio, Piti (Coeff, m.72); y El Arabi.
0; FC Barcelona: Pinto; Montoya, Busquet (Alexis, m.74), Mascherano, Adriano (Alba, m.67); Song, Iniesta, Fabregas; Neymar, Messi y Pedro.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Vasco). Mostró cartulina amarilla a los visitantes Neymar, Messi y Busquet,
Gol: 1-0, m.15: Brahimi.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante más de 18.200 espectadores.
El FC Barcelona ha dejado de depender de sí mismo en la lucha por la Liga. Después de perder en Granada por 1-0 dando una imagen triste, alejada de la grandeza que este grupo de futbolistas se ganó título tras título, la victoria del Real Madrid le ha colocado a la cola del grupo de cabeza. Es más, una victoria este domingo del Atlético de Madrid, líder, pondría a los catalanes a cuatro puntos, es decir, a dos errores de ellos, con los que se enfrentan en la última jornada.