El temido 'virus FIFA' permite crecer al Atlético de Madrid

Afronta el Atlético una temporada ilusionante, llena de desafíos que dilucidarán la verdadera talla de un equipo que sigue generando entre su parroquia una fe sin medida. Se demostró ayer en el Calderón, despidiendo a los tres cambios puestos en pie. La llegada de Simeone, hace ahora un año y medio, que ha agitado a la entidad por completo, ha permitido que el equipo crezca deportivamente con unos recursos cada vez más menguantes mientras el club reduce las deudas que tiene. Fruto de ello es la marcha de buena parte del grupo, contando con tan sólo 12 jugadores en esta semana pasada de compromisos de selecciones. Mientras otros equipos acusan la vuelta a la competición, no es el caso del Atlético, que se ha colocado como líder del campeonato (por 'golaverage' respecto al Barça). En ese estado de plenitud, donde todo le sale al equipo rojiblanco, destacó la segunda unidad.

Fiado a la precisión en el pase y la definición el equipo del Manzanares, dos jugadores emergieron de entre el grupo. Tiago y Raúl García, habitualmente suplentes, aprovecharon los minutos para pedir más presencia en el equipo. “Salimos con la base de los que se quedaron aquí entrenando. Eso invita a seguir compensando el esfuerzo con el grupo. Siempre hablo que el campo te marca lo que debes hacer. El entrenador no desea poner más a uno que a otro sino que intenta seguir la línea de lo que uno ve en el campo. Si ves compromiso, entrega, responsabilidad, interpretar bien los minutos de juego, obviamente esos jugadores van a tener más minutos”, declaró Simeone en rueda de prensa.

En una temporada con dos competiciones tan tremendas como la Liga y la Champions, Simeone necesita de tener activa a la tropa para no descarrilar este curso. Muchos son los equipos que tras una temporada de ensueño, con clasificación para la máxima competición incluida, al año siguiente penaron en el campeonato doméstico por desenfocar los objetivos. No parece ser el caso del Atlético de Madrid, que con una actitud obsesiva no distingue de rangos en los partidos. No importa que ayer se ausentaran tres hombres como Miranda, Arda o Mario Suárez. La competencia interna generada, tan exigida por el Cholo, revaloriza aún más la labor del técnico, que ha exprimido como pocos equipos las virtudes del plantel. Por ello, no distingue de importancias el grupo. “Lo que me llevo hoy es la manera en la que se interpretó este tipo de partidos. Era un rival peligroso con necesidades y, al margen de Madrid y Barcelona, la distancia entre todos los equipos son muy pequeñas. Por ello valoro mucho la respuesta del grupo”.

Con el debut en Champions este próximo miércoles, el Atlético demuestra ser inmune al llamado ‘virus Fifa’, que muchas veces pena a los equipos con abundancia de internacionales. Sigue pétreo este Atlético, generoso siempre en el esfuerzo, en el que solistas tan brillantes como Villa o Costa se pliegan a las necesidades del grupo. No se marcan grandes metas en la Champions. “Vamos a intentar disfrutar esta competición”, decía Tiago en zona mixta. Tampoco se pone techo. Porque como dicen en el club, Simeone es un acto de fe.