"No tenía zapatillas y dormía en el sofá": la gran historia de Antony, el nuevo ídolo del United

En muchas ocasiones, la imagen que tenemos del futbolista de elite es la de un privilegiado acostumbrado a los lujos, los focos y el despilfarro más absoluto de sus elevados emolumentos pero no siempre es así. Es el caso del nuevo ídolo del Manchester United, Antony Matheus dos Santos, un joven de 22 años que ha aterrizado de pie en Old Trafford y cuya infancia fue la de muchos jóvenes brasileños: viviendo en las favelas y con los mínimos recursos para subsistir.

Hace escasos días, el ya exjugador del Ajax de Ámsterdam debutaba con el United, y lo hacía con brillo: no solo fue fundamental en la victoria de su equipo ante el Arsenal por 3 a 1, sino que era el autor del primer gol del encuentro a los 34 minutos de haberse puesto por primera vez la zamarra 'devil'. Antony se ha convertido en uno de los jugadores que más ilusiona entre la afición del Manchester, un jugador humilde, pero que llega al conjunto de Erik ten Hag para hacer historia.

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Kike Marín

Fichado este verano por el United procedente del Ajax de Ámsterdam, fue en el conjunto neerlandés en el que vivió su gran explosión deportiva: hace dos cursos, fue capaz de anotar 10 goles y dar 10 asistencias para, el año anterior, sumar 12 dianas y dar otros 10 pases definitivos. Eso le valió para dar el salto al 'Teatro de los Sueños', donde vivió el debut deseado por todo jugador. Ahora, ha ofrecido su primera entrevista en profundidad, donde ha incidido en sus humildes comienzos.

Antony nació hace 22 años en Sao Paulo, donde pasó su niñez y parte de su juventud hasta fichar por el Ajax. Pero sus primeros años de vida fueron especialmente duros. Así lo confesaba en una entrevista con 'Sky Sports': "Soy un niño humilde de Brasil, vivía en pleno centro de la favela. A solo 20 metros de mi casa había narcotraficantes. En ocasiones, estabas viendo un partido de fútbol y llegaba un extraño olor a cannabis entrando en la casa", aseguraba el jugador sobre su infancia.

Pronto comenzó a demostrar que tenía habilidad como para ser futbolista, lo que le sirvió para firmar por la academia del Sao Paulo con solo 10 años... pero había un problema. No solo se veía obligado a desplazarse a pie hasta los campos de entrenamiento, sino que no disponía del material necesario para jugar: "No tenía botas de fútbol y jugaba con unas zapatillas de calle", afirmaba. Pero eso no era lo peor: "No tenía habitación, yo tenía que dormir en el sofá".

"Hubo momentos en medio de la noche en que nos veíamos obligados a sacar agua de nuestra casa inundada, pero aun así lo hacíamos con una sonrisa en la cara. Y hubo otros en que mi hermano, mi hermana y yo llorábamos y nos abrazábamos pensando en qué sería de nosotros", explicaba el jugador. Por esa razón, fue tan emotivo el momento que vivió ante el Arsenal, cuando tras debutar necesitaba poco menos de media hora para anotar su primer gol.

"Ese tanto fue para mi familia y para la afición. Fue muy emotivo. Se me puso la piel de gallina", confesaba el brasileño. Es el comienzo de la historia de Antony en el United y no podía haberlo hecho de mejor manera: aquel chico que dormía en el sofá y no tenía zapatillas para jugar al fútbol, se ha convertido en el fichaje de los 100 millones de euros por parte de los 'red devils'. Y en el nuevo ídolo de una afición que necesita volver a soñar con grandes éxitos.