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Tampoco Inglaterra fue suficiente para mandar a casa a la diminuta Islandia
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venció 2-1 remontando

Tampoco Inglaterra fue suficiente para mandar a casa a la diminuta Islandia

Con solo 300.000 habitantes han demostrado no ser solo el relleno en esta competición. Son una de las ocho mejores selecciones del continente después de tumbar a otra favorita más

Foto: Los islandeses celebran un tanto.
Los islandeses celebran un tanto.

Cuando los críticos del nuevo formato de la Eurocopa hablaban del torneo antes de que comenzase no dudaban en señalar a Islandia como la consecuencia de todos los males de la ampliación a 24 equipos. Que estuviese Islandia, un equipo tan mínimo, con tan poca tradición, tan poca población, tan poco fútbol, era un desdoro. Pues bien, ahora sabemos que no solo forman parte de una fase final quizá engordada, también es uno de los ocho mejores equipos del continente. Eso a pesar de sus poco más de 300.000 habitantes y su desconexión con el resto del continente. Ahora jugará contra Francia, la anfitriona. Non irá con miedo, no parece que estos vikingos sepan qué es eso.

Porque si hubiesen tenido miedo, si ese sentimiento fuese posible en ese equipo, no hubiesen sobrevivido a Inglaterra. Y menos aún cuando los británicos provocaron un penalti en los primeros cinco minutos que fue convertido por Wayne Rooney, un jugador con un salario que, quizá, iguala al de la mitad de la plantilla islandesa por sí mismo. Cierto es también que los nórdicos no tenían absolutamente nada que perder. Se pensaba que habían llegado a Francia para darle un poco de folclore, de color. Eso lo tienen, por supuesto, la grada islandesa, que está compuesta por casi un 10% de la población del país, ha sido una de las más divertidas de todo el campeonato, con sus gritos acompasados y sus ganas de fiesta.

[El portero cineasta de Islandia]

Lo mejor que le pudo pasar a tan pintoresca selección es marcar dos minutos después de que se adelantaran los ingleses. Si no hubiese sido así, si el reloj hubiese empezado a presionar, es poco probable que se hubiesen rehecho. Pero Sigurdsson -uno de ellos, son una marea con ese apellido- aprovechó un saque de banda largo, una prolongación y estar en el sitio oportuno en el momento preciso.

Remontando a las estrellas

No tardó mucho en caer otro jarro de agua fría a los ingleses. En esta ocasión el héroe era Sightorsson, que encontraba el balón después de una jugada muy trabajada de los isleños. Las caras de los ingleses eran un poema. Gente que juega en los mejores equipos de la mejor liga del mundo estaban patidifusos ante lo que les acontecía. No es que en Inglaterra no sea costumbre la eliminación más rocambolesca, es marca de la casa para los que inventaron el fútbol, pero en el estadillo del día se contemplaba una victoria y jugarse las habichuelas contra Francia, que es mucha Francia. No tendrán esa opción, los Kane, Vardy, Rashford, Sturridge, Sterling, Dele Alli... volvieron a fracasar. Y Hodgson hizo lo lógico, dimitir justo después del partido, unos minutos antes de que le despidiesen.

Llegaron al torneo con cierto aire de selección con futuro. La plantilla, decían, era la mejor en mucho tiempo. Inglaterra estaba de vuelta. Pero parece ser que no, que este año tampoco era el suyo y no porque se cruzase en su camino un transatlántico sino una barquita con mucha ilusión y las ideas muy claras. Porque eso es otro punto a su favor. Los islandeses no han perdido ningún partido, son solidarios los unos con los otros, defienden los once como si les fuese la vida en ello y se emplean al máximo para disimular sus lógicas carencias. Saben atacar con lo justo, buscar el recurso final sin filigrana.

[Islandia y su camiseta de 'Evasión o Victoria']

Lagerback, su entrenador, esperaba estar en la televisión a estas alturas del partido, observado los encuentros para dar su opinión experta. Los suecos se quedaron sin su genio porque Islandia se metió. Y sin hablar el idioma del país, pero conociendo a la perfección el del fútbol, imprimió al equipo la fuerza y el coraje, la alegría y la ausencia de miedo. Sabiendo que eran pequeños les hizo creer que eran grandes y, en esa tesitura, actuaron como tal. Islandia, el país en el que la crisis hizo cerrar bancos, el del país del gobierno de las mujeres, el punto en el océano atlántico, es hoy uno de los ocho mejores equipos del continente. Es historia.

Cuando los críticos del nuevo formato de la Eurocopa hablaban del torneo antes de que comenzase no dudaban en señalar a Islandia como la consecuencia de todos los males de la ampliación a 24 equipos. Que estuviese Islandia, un equipo tan mínimo, con tan poca tradición, tan poca población, tan poco fútbol, era un desdoro. Pues bien, ahora sabemos que no solo forman parte de una fase final quizá engordada, también es uno de los ocho mejores equipos del continente. Eso a pesar de sus poco más de 300.000 habitantes y su desconexión con el resto del continente. Ahora jugará contra Francia, la anfitriona. Non irá con miedo, no parece que estos vikingos sepan qué es eso.

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